“¿Qué sabe Usted de su hijo?”

Jared Antonio Cano Virgen, de 23 años, desapareció de manera forzada el 21 de julio de 2020 en pleno centro de Guadalajara, Jalisco.

A causa de la pandemia de COVID-19, Jared perdió su empleo como panadero en una tienda departamental. Para no quedarse sin dinero decidió trabajar en la zona del Santuario vendiendo medicamento en la vía pública.

Alrededor de las 16:30 horas, un grupo de hombres armados lo subieron a una camioneta blanca junto con otro joven de nombre de Rafael. Los testigos señalaron que se trataba de policías; sin embargo, a la fecha nadie sabe quiénes eran esos hombres armados.

Guadalupe, madre de Jared, lo ha buscado sin descanso, pero en la Fiscalía del Estado de Jalisco en lugar de darle información, constantemente, le preguntan: “¿Qué sabe Usted de su hijo?”.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

En los cruces de la calle Hospital y Avenida Alcalde, Jared Antonio Cano Virgen y Rafael  Leaño Domínguez fueron subidos a la fuerza a una camioneta blanca por un grupo de hombres armados que estaban merodeando esa zona conocida por la venta de medicamentos en la vía pública. Los hechos ocurrieron a las 16:30 horas del 21 de julio.

Sin acceso a información de cómo va la investigación, sin respuestas concretas sobre lo que ese día registraron las cámaras de seguridad que hay en la zona y sin tener noticias de su hijo Jared, Guadalupe no ha claudicado en su búsqueda.

“Yo he estado yendo a Fiscalía, pero no he visto respuesta de nada… no más dicen que están en su búsqueda, pero de ahí no pasan… yo estoy toda desesperada, pero no me dicen nada… Yo les estoy exigiendo las cámaras de seguridad, primero me dijeron que no había, luego que sí y ahora salieron con que no tienen la orden para revisarlas”.

A través de una llamada telefónica se enteró que Jared había sido desaparecido, quienes le marcaron le dijeron que se lo habían llevado policías; así que pensó que luego lo soltarían porque en la zona muchas veces eso ocurre para extorsionar a quienes venden el medicamento.

“Me llamaron y me dijeron que se lo llevaron, yo dije al rato me lo sueltan y ya, pero me empecé a preocupar porque no llegó a dormir y por eso lo denuncié como desaparecido, el 22 de julio. Yo lo que quiero es que me lo busquen porque mi hijo no andaba en nada malo porque si lo anduviera, yo no andaría haciendo manifestaciones, pero como madre sabía cómo andaba mi hijo”.

Guadalupe relata que Jared regresó a trabajar a la venta de medicinas porque fue despedido de una tienda departamental tras la epidemia de COVID-19, y al no  conseguir trabajo de panadero, la cual es su profesión, regresó a la zona del Santuario para poder sacar el dinero que le permitiera mantener a su esposa e hijas.

“Con lo de la pandemia, pues salió en el recorte… por eso se me fue a lo de las medicinas, mi mamá hace muchos años tenía ahí una farmacia y por eso fue a buscar ahí trabajo… yo, incluso, me peleé con mi hijo porque le decía que no me gustaba que anduviera ahí porque seguido iban los policías… tenía nueve días de haber regresado a lo de las medicinas cuando se lo llevaron”.

A la fecha, Guadalupe ha realizado diversas manifestaciones y planea realizar una más el próximo 19 de agosto en Palacio de Gobierno porque lo que quiere es que realmente le den solución las autoridades jaliscienses.

“Yo quiero que lo busquen porque he ido a todos lados y nada. Mis familiares también han ido ahí a las medicinas, pero nadie dice nada… Yo le pido mucho a Dios para que les ablande su corazón y me digan dónde está mi muchacho, yo no busco nada más sólo que me lo regresen”.

El día en que Jared Antonio Cano Virgen fue desaparecido usaba pantalón de mezclilla azul, tenis negros con suela blanca, camisa y sudadera negra.

Como medio de identificación varios tatuajes: “Monserrat” y una rosa en su pecho; la fecha 14/03/15 en su muñeca izquierda; en la espalda la leyenda “La suerte favorece a las mentes preparadas”; en el brazo derecho el nombre “Guadalupe” y la fecha 25/11/1996; debajo de su axila una pluma de ave.

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Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

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