Consumo de pornografía: Entre la ausencia de una educación sexual integral y la violencia de género

A falta de una educación sexual en las escuelas o al interior de sus familias, muchas niñas y niños tuvieron sus primeras referencias sobre la sexualidad a través del consumo de pornografía, lo cual conlleva la repetición de una serie de estereotipos de género que pueden derivar en violencia sexual.

Este reportaje explora los acercamientos que jóvenes de distintos géneros tuvieron en su infancia con la pornografía y cómo esto ha influido en su educación sexual.

Por Arely Pereyra / @_arelypereyra

“Creo que mi primer acercamiento fue en la secundaria más o menos no fue accidental, yo fui quien empezó a verlo”, contó Roberto (nombre ficticio) mientras calculaba la edad en la que vio por primera vez pornografía en su computadora de escritorio que recién tenía internet. Para Ricardo fue distinto, tenía once años y fue a casa de sus primos, quienes estaban viendo dicho contenido.

Un celular, internet y curiosidad es lo único necesario para que una niña o un niño ingrese al amplio mundo de la pornografía desde edades muy tempranas. Así es como lo mencionó la psicóloga especializada en Sexología Clínica y Directora General de Centro de Educación Sexual Integral en Guadalajara, Giselle Ureta: “el primer impacto es muy fuerte ves un acto sexual tan explícito y pues es bastante agresivo para tu persona”.

Daniela (nombre ficticio) compartió que la primera vez que vio pornografía fue a los 12 años por curiosidad. Mientras que Natalí contó que tuvo acercamientos accidentales antes de haberlo buscado por ella misma:

“estaba con amigas a los 12, 13 años en la casa de una de ellas y prendimos la televisión y vimos MTV a media noche, donde había programas y dibujitos animados que en su momento era para adultos cuando tenía 16 años lo buscamos entre amigas por intriga y curiosidad, no fue para nada accidental, yo misma quise ver pornografía desde en esa edad”.

En una encuesta realizada para este reportaje a 578 personas de ambos géneros, dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara y algunas otras entidades federativas, principalmente entre la edad de 19 a 25 años, se les preguntó a qué edad había sido su primer acercamiento a la pornografía, el 34.9% contestó que entre los 11 y 14 años, seguido del 23.2% que fue entre los 15 y 17 años.

A pesar que también se les cuestionó si consideraban que la pornografía era parte de su educación sexual, el 77.5% contestó que no. Sin embargo, expertas (os) concluyeron que después de haber consumido el contenido para adultos, cuando se llega a la pubertad y se está en el descubrimiento de tener relaciones sexuales, se intenta hacer lo que se vio: “al final te educas con lo que viste en la pornografía entonces terminas siendo bastante violento y frustrante”, mencionó la psicóloga Ureta.

Andrea Rauda, psicóloga y tallerista de educación sexual integral desde primaria hasta preparatoria, quien además forma de la Asociación Civil “Despierta, cuestiona y actúa” que realizó el proyecto “Ciudadanitos en acción” donde niñas y niños de 11 y 12 años hablan sobre sexualidad, comentó que a pesar de cuestionar a las y los jóvenes sobre el contenido que buscan en internet, es una realidad que se acceda a la pornografía: “Aprendemos a tener sexo por el porno porque es el único lugar donde es tan visual”.

Deficiencias de la Educación Sexual Integral

La Educación Sexual Integral (ESI) es el proceso de enseñanza a las niñas y niños en torno a todo lo que significa la sexualidad, ya sea psicológica, física, emocional y socialmente. Se deben tocar temas como las orientaciones, expresiones e identidades de género, así como los derechos humanos y derechos sexuales de las personas.

En México, a pesar de en la currícula de Secretaría de Educación Pública (SEP) está ordenada para que a los 11 años reciban temas sobre su sexualidad, especialistas aseguran que habría más beneficios si se les enseña desde antes:

“si lo viéramos desde chiquitos, desde preescolar que nuestro cuerpo es nuestro y desde ahí, la formación del autocuidado y la formación de lo que sí y lo que no quiero y el respeto esté tanto al prójimo como el mío, las personitas aprenderían desde pequeñitas, la toma de decisiones”, comentó la psicóloga Ureta.

 

Además, aseguró que si no se habló correctamente de la sexualidad desde edades tempranas, el primer acercamiento hacia la pornografía será una afectación: “Al final del día, es un abuso sexual, es un trastorno porque no entiendes un concepto de sexualidad como tal porque no ha habido una formación”, concluyó.

Inseguridades y estereotipos

“Ver penes enormes y cuerpos atléticos y ver que tú no eres así, pues te trae inseguridades es una historia medio fantasiosa pero sí te da altas expectativas cuando la realidad es otra”, expresó Roberto.

Ureta explicó que los estereotipos y desempeño en los videos pornográficos genera disfunción sexual:

“hay un grave problema en ese aspecto, porque no son compatibles a las expectativas que se tienen en función a la pornografía, no sienten que pueden cumplir con ciertos aspectos o estereotipos para generar el placer que se busca”.

Para las mujeres es similar, cuerpos perfectos y sin vellos generan que los hombres piensen que así es como se deben ver sus parejas. Natalí contó que después de tener encuentros sexuales con algunas personas, después recibió comentarios quejándose sobre su vello corporal o púbico:

“En ese momento era una realidad, si no estabas depilada, tu pareja hombre no te iba a querer y te iba a denigrar es una lucha también relacionándolo con la pornografía, es por los cuerpos completamente depilados sin un pelo que para mí eso no es humano”.

Los roles de género que se exponen en la pornografía, en cuanto a cómo debe actuar una mujer y cómo debe actuar un hombre, también dista de la realidad:

“El hombre se hace responsable de la sexualidad de la mujer y que tenga un orgasmo aunque sea de violación y se siente como el responsable, pero además piensan «yo debo tener unpene grande, pero además seducirla» y el único acto que tiene la mujer es estar buenísima y gritar para decir que tuvo un orgasmo”, explicó Ureta.

Pornografía hegemónica

PornHub es una de las plataformas de contenido pornográfico con más visitas. Realiza estudios cada año para tener estadísticas sobre cuáles son sus categorías más buscadas, estrellas porno más solicitadas, entre otras. Uno de los datos obtenidos es de los países que más visitan su página, México desde el 2016 y hasta el 2018 se encontró en la posición número once, mientras que en el 2019 subió un peldaño.

En 2019, PornHub se enfrentó a denuncias por parte de la organización californiana Exodus Cry, la cual lucha contra la explotación, tráfico y comercio sexual desde el 2008, ya que acusa a la plataforma más grande de pornografía por lucrar con contenidos de violaciones y distintos abusos sexuales.

Se creó un dominio en internet llamado TraffickingHub para recaudar firmas en change.org y poder cerrar PornHub. Más de 250 organizaciones que protegen a las y los niños, las mujeres y personas víctimas de la explotación sexual, se unieron a dicha petición. Por su parte, Mindgeek, la empresa propietaria de PornHub, aseguró que la plataforma denunciada tiene compromiso para erradicar el contenido no consensuado o de menores, y negó las acusaciones hechas por las organizaciones.

En diciembre del 2020, un columnista del New York Times publicó “The Children of Pornhub” donde expone nuevamente la tortura, violaciones, el contenido grabado sin consentimiento y de menores de edad que son publicados, los cuales a pesar de las denuncias no fueron eliminados definitivamente de la plataforma.

Ante esto, el servicio financiero MasterCard prohibió utilizar sus tarjetas para pagar membresías de PornHub por la “ilegalidad de su contenido web”, mientras que Visa y PayPal también suspendieron los pagos. Después de dichas acciones, PornHub borró 10 millones de videos que no estaban verificados y aseguró que se revisará cualquier video antes de publicarse.

Sin embargo, la solución de dicha plataforma no parece responder a la perpetuación de los discursos misóginos y hegemónicos en la pornografía, además de ser una sola página de todas las existentes que distribuyen dicho contenido.

Rauda y Ureta, coincidieron en que la industria pornográfica es violenta y existe una dominación por parte de los varones hacia las mujeres.

“Otra de las cosas de pornografía que han afectado mucho a los adolescentes es la violencia y la violación, hablando del tema de consentimiento. Parece que todas las mujeres debemos ser receptivas todo el tiempo y los hombres siempre tienen que tener ganas”, comentó Ureta.

“El porno es en realidad un discurso sobre la sexualidad, la masculinidad, la feminidad y los roles que desempeñamos me di cuenta que los únicos que participan en el discurso de la pornografía son hombres”, charló Erika Lust, directora sueca de cine pornográfico feminista y fundadora de Lust Cinema, en una conferencia para TEDxVienna en 2014.

“Creo que el rol al que se encuentra atado es al de autoritarismo, amo, sometimiento a la mujer o también a otros hombres, siempre el que lidera la relación sexual. En cambio la mujer se le ve un poco más sometida menos capaz de llevar adelante toda la situación de tensión sexual”, aseguró Natalí.

Los dos hombres encuestados estuvieron de acuerdo con la imagen expuesta en la pornografía:

“Creo que el papel que desempeña la mujer es meramente verla como un objeto, realmente es lo que te genera el porno”, dijo Ricardo.

“Una mujer, la mayoría de las veces la venden como un objeto, la que tiene que ser sumisa, la que tiene que obedecer, que se tiene que poner en la posición que el hombre quiere. Creo que es de manera denigrante”, concluyó Roberto.

Ureta comentó que el consumo de pornografía va en incremento paulatinamente:

“Muchos chicos pueden ir a una pornografía no tan agresiva y tener sensaciones de placer va generando que los jóvenes o los niños desde los 11, 9 años, se van induciendo a la pornografía y comienzan a verlo más constante. Obviamente esto genera hormonas, endorfinas, provocan el hecho de que sigas buscando más y más”.

Las alternativas

La pornografía feminista busca la reivindicación de las mujeres sobre el rol que se les fue asignado por el porno hegemónico:

“En todas partes, el papel de las mujeres es objeto de debate, en todas partes, excepto en la industria del porno. Es hora de que cambie, y para eso necesitamos mujeres en los puestos de liderazgo, como productoras, directoras, guionistas”, explicó Erika Lust para TEDxVienna.

Además, las productoras de esta corriente aseguran generar contenido sin explotación sexual: “Está el porno feminista que es porno que tiene la marca que sabes que no hubo violencia, fue consensuado, está bien pagado, porque también es un trabajo”, explicó Rauda.

Ureta comentó que asistió a un taller en el Congreso de la Federación Mexicana de Educación y Sexología (FEMESS) en Guadalajara, donde se habló del uso de pornografía feminista como medio educativo:

“Es una pornografía no producida, con cuerpos reales, con consentimiento porque no hay prostitución porque también tenemos que entender que la pornografía tiene que ver con un eje de prostitución hay ciertas películas de pornografía feminista que sí pueden funcionar como medio educativo, es una buena propuesta”.

A pesar de la existencia de esta alternativa, Rauda mencionó que aún falta más trabajo para que el contenido sea accesible para cualquier persona, ya que es difícil acceder a esta gratuitamente:

“Ahí hay un hueco, una necesidad, porque ¿qué haces? les dices que no lo vean ese tipo de pornografía porque están lastimando, pero no le das otra opción. Yo pienso que nos hace mucha falta trabajo en torno a eso y poder ofrecerles una oferta mucho más útil a los jóvenes”.

Después de que en el año 2018,  la SEP diera a conocer el contenido de sus nuevos libros de texto, donde abordarían temas como las orientaciones y preferencias sexuales, así como la masturbación, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) se mostró inmediatamente su en contra.

Para la UNPF, el mostrar el contenido de sexualidad humana, más allá de lo que se entiende como la fecundación del óvulo, significa que las y los adolescentes podrían estar expuestos a recibir información que podría “controlar” su pensamiento y decisiones.

La SEP no detuvo la producción de estos nuevos libros de texto, ya que argumentaron que el contenido no lo eligieron al azar, pues participaron 156 especialistas, maestras (os), pedagogas (os) y académicas (os); sin embargo, dicho contenido sólo fue modificado para nivel secundaria.

El contenido convencional para adultos en distintas plataformas es fácil de encontrar, y la educación integral está limitada por distintos factores, pues pese a las recomendaciones de tocar dichos temas desde la infancia para no recibir información errónea con la pornografía, preescolar y primaria permanecen con los mismos contenidos en sus libros de texto de la SEP desde 2011.

Y mientras tanto, como pasó con las y los jóvenes encuestados, la pornografía sigue siendo el acceso para que muchas niñas y niños reciban  lecciones de “educación sexual” donde -como señalaron las especialistas- prevalece la estereotipación de la mujer y se pondera el dominio masculino sobre su cuerpo.

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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