Colonias Unidas por la defensa del Cerro del cuatro

Desde hace más de 13 años, las y los integrantes del colectivo Colonias Unidas por la Defensa del Cerro del Cuatro protegen de los intereses particulares e inmobiliarios todos aquellos espacios públicos que sirven a los habitantes de esta comunidad. 

Con  acciones de reforestación, restauración y cuidado también buscan generar entornos más seguros y responsables con el medio ambiente y la biodiversidad de esta área natural ubicada en las orillas de la metrópoli.

Por Christian Noe Cantero Mora / @christiacantero 

Alfredo Araiza, integrante del colectivo Colonias Unidas por la Defensa del Cerro del Cuatro narra que el Parque Metropolitano del Cerro del Cuatro fue concedido a la comunidad con la idea de generar un bosque y un asilo, pero también para que sirviera como un espacio para la recreación de las y los vecinos de la colonia Miravalle, -ubicada en las faldas el Cerro del cuatro-. 

Uno de sus objetivos principales era que se convirtiera en un lugar para practicar deportes como el fútbol, básquetbol, ciclismo y caminata. Además, pretendía ser un sitio que, por sus cualidades, amortiguara el impacto de la contaminación que rodea la zona y que comprende los municipios de Tlaquepaque y Guadalajara -ciudades metropolitanas que comparten el cerro-.

Como parte de estas actividades, el pasado 17 de octubre, Alfredo Araiza, defensor del cerro junto con otros integrantes de la agrupación se reunieron para reparar y reconstruir nuevas porterías en el Parque Metropolitano del Cerro del Cuatro, un sitio que antes fue otorgado a las y los vecinos de la colonia Miravalle para realizar deporte y que se ve amenazado.

Sin embargo, los fines inmobiliarios aparecieron casi a la par, y no sólo para atentar contra este parque. Alfredo relata que cuando comenzaron a identificar que llegaban las empresas constructoras, las y los vecinos de la colonia decidieron conformar el colectivo, reconociendo la amenaza que éstas representaban para la biodiversidad del cerro como área natural. Lamentablemente, con el paso de los años, las faldas de este cerro, donde todavía pueden verse algunos pinos adultos de varios metros de alto, han sido afectadas por la urbanización, la construcción de casas y el despliegue de vías para el tránsito vehicular. 

De manera particular, el Parque Metropolitano tenía la intención de contrarrestar la contaminación que genera la fábrica cementera que se ubica en el cerro, sobre todo, porque las y los vecinos de la colonia Miravalle siempre han sido los más afectados. Alfredo explica que, aunque han existido promesas de distintos funcionarios públicos y gobernantes municipales, respecto a mudar la cementera a otro lugar, ninguna se ha cumplido: 

“Nosotros tenemos aquí la cementera, yo ahorita ando irritado de la garganta, no puedo hablar con claridad por la contaminación que emite la cementera. El Gobernador (presidente municipal) de Guadalajara dijo que este año se iba la cementera, que este año la iba a quitar, cosa que no cumplió, no la han quitado” comenta Alfredo Araiza.

Esto no les ha detenido.

Alfredo Araiza, integrante y defensor del colectivo Colonias Unidas por la Defensa del Cerro del Cuatro.

Araiza junto con otras y otros defensores que integran el colectivo se han encargado de la reforestación del cerro. Entre las especies de árboles que han sembrado se encuentran pinos de la sierra de Tapalpa, guayabos, mezquites, tepehuajes y guamúchiles, así como primaveras. Aunque los incendios y ataques al territorio han impedido que algunos alcancen la vida adulta, hay otros que, gracias al trabajo de cuidado de sus defensoras y defensores, ahora tienen entre más de tres años de vida.  

Vegetación del Cerro del Cuatro.

“¿A simple vista cuántos árboles ves? Tal vez no hay árboles gigantes, pero, solo en la parte baja hay copales, que son chaparros de máximo 3 metros, pero los árboles nativos como el corcho, palo azul, mezquite, guamuchiles, hay unos 500 ejemplares y la mayoría son adultos, y faltan las otras áreas donde están los pinos y las demás especies”. explica Alfredo Araiza.

El 16 de julio del 2019, la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el gobierno municipal de Tlaquepaque anunciaron sus planes para construir un centro universitario en el Cerro del Cuatro. Ante la noticia, el colectivo interpuso amparos, reconociendo que este lugar amenaza 55 hectáreas de área natural que fueron donadas por el Ayuntamiento de Tlaquepaque sin consultar a la comunidad. 

Entre sus principales señalamientos se encuentra que hay una amenaza a las zonas reforestadas y que la construcción de este lugar provocará daños en el suelo y futuras inundaciones.  

No obstante, ante la petición de una consulta pública sobre la ejecución del proyecto, la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que no había razón para realizar este plebiscito, pues los daños potenciales del mismo eran “menores en comparación  con las afectaciones que ocasiona la falta de accesos educativos para los jóvenes de la zona”. Por lo tanto, no tendría que suspenderse. 

Finalmente, en febrero de 2021 el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, junto con el gobernador del estado Enrique Alfaro y la todavía presidenta municipal de Tlaquepaque, María Elena Limón, arrancaron con la construcción de lo que será el Centro de Estudios Medioambientales y de Servicios Académicos y Comunitarios (CEMSAC).

La promesa, según dijeron, es que el Cerro del cuatro será rehabilitado a través del trabajo científico y la participación comunitaria. 

Con pocas expectativas, el colectivo ha refrendado su compromiso con el espacio natural y con las futuras generaciones

“Ahorita la ONU acaba de dar una declaración de que para el 2050, 5 mil millones de personas van a sufrir por la escasez del agua, si no hacemos conciencia desde ahorita, qué le vas a dejar a los niños… ¿Nada?, mejor no los traigas a sufrir (…) nosotros tenemos años trabajando y acá no entra el gobierno, solo vienen a quitarnos árboles nativos, ya metimos amparo, protegemos nuestros árboles y no se los pueden llevar, incluso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hizo una recomendación, de que siendo la parte más afectada de Miravalle, se recomienda plantar más árboles, no hicieron caso”.

Alfredo se refiere a la Recomendación 15/2017 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, que surge luego de la presentación de 97 quejas en contra de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), y los Ayuntamientos de Guadalajara y San Pedro Tlaquepaque, “quienes al privilegiar la autorización de desarrollos habitacionales por encima de la propagación de la cobertura vegetal en dicha zona, transgreden los derechos humanos a la legalidad y seguridad jurídica, así como a gozar de un medio ambiente equilibrado de todos los habitantes de Miravalle y de las colonias aledañas”.

Entre las recomendaciones a las distintas autoridades competentes está: evaluar el impacto ambiental respecto de obras o actividades que se realicen en sus territorios; dotar de áreas de esparcimiento; y mejorar el medio ambiente urbano, donde el eje central sea la propagación de la cobertura vegetal, por encima de los emplazamientos habitacionales.  

A la par, denuncian que han encontrado fauna muerta e incluso en jaulas desde que estos proyectos comenzaron a establecerse en el cerro “nos hemos encontrado a personas capturando aves y huyen de nosotros porque si se lo lleva la policía son hasta 10 o 15 años de cárcel y vienen ponen sus jaulas y dejan las redes con los pájaros muertos, tlacuaches, ardillas, lechuzas, han sido ataques no para su captura, si no para dañarlos”. 

Parque Metropolitano Cerro del Cuatro. Cortesía colectivo Colonias Unidas por la Defensa del Cerro del Cuatro.

Fotografía cortesía colectivo Colonias Unidas por la Defensa del Cerro del Cuatro.

Como lo hacen desde hace más de 13 años, esperan que las autoridades hagan caso a su llamado. Mientras tanto, hoy el Parque Metropolitano del Cerro del Cuatro ya tiene sus primeras porterías:

“incluso sin porterías los niños acomodan sus piedras para simularlas, y vienen a entrenar, los domingos hay partidos, y no es justo que digan que este espacio está muerto”concluyó Alfredo Araiza.

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Christian Cantero
Christian Cantero
Estudié periodismo con resaca de injusticia e intenciones de narrar historias que nos demostraran lo contrario. Escribo sobre la comunidad LGBT+, las protestas sociales y sobre cultura... aunque lo mío lo mío sea el fotoperiodismo, los perritos y los videojuegos.

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