Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
Finalmente el magnate republicano Donald Trump asumirá la presidencia de los Estados Unidos por segunda vez. De acuerdo con sus propias declaraciones, ahora veremos una versión recargada en su segundo mandato, donde el comercio, la migración y la seguridad serán los temas clave en su relación con México. Trump llega con mayor apoyo popular que en su primera gestión y a diferencia de hace ocho años, ahora tendrá la mayoría en la Cámara de representantes y en el Senado estadounidense.
El nuevo presidente de los Estados Unidos tuvo como interlocutores en su primer mandato a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador; y ahora en su segundo periodo la relación bilateral será con Claudia Sheinbaum Pardo. Con Peña Nieto se gestó una relación donde el priista cedió en formas y fondo a las pretensiones del presidente estadounidense, con López Obrador la relación fue más armónica y se logró la firma del tratado comercial (T-MEC), aunque en materia migratoria el tabasqueño cedió al utilizar la Guardia Nacional para contener la migración centroamericana en la frontera Sur de México. Hay que agregar que si comparamos las cifras de deportaciones de los últimos presidentes estadounidenses, tanto Barack Obama como Joe Biden deportaron a más mexicanos que Donald Trump. El republicano deportó a 2 millones de personas en su primer mandato, mientras que Joe Biden lo hizo con 4 millones de migrantes.
Con Claudia Sheinbaum la relación con Donald Trump no ha sido tersa hasta este momento, incluso la primer mandataria no asistió a la toma de posesión del republicano y más bien se anticipa una interacción muy complicada. Aunque la presidenta de México insiste en que habrá colaboración y no subordinación, el riesgo de que haya una relación conflictiva es muy alto.
En el mensaje de toma de posesión de Donald Trump llaman la atención varios aspectos, el primero es que continua la narrativa de que llegó a la presidencia para volver “grande” a los Estados Unidos, como lo era en otros tiempos, discursivamente el magnate sigue utilizando una retórica que apela a que esta nación perdió protagonismo en la escena internacional y que es necesario volver a colocarse como el país más importante del planeta.
También aseguró que implementará una dura política arancelaria que puede afectar a China, a países europeos y a sus socios comerciales, es decir a México y Canadá. Está claro que este gobierno incrementará las medidas proteccionistas que implican que los productos de importación paguen impuestos adicionales y buscará que la inversión privada prefiera instalarse en aquel país, antes de optar por otros territorios. Para Donald Trump es fundamental que la manufactura regrese a los Estados Unidos.
El 47° presidente de nuestro país vecino, también declaró una emergencia nacional en su frontera sur, a propósito de la migración, a la cual considera una invasión a su país. Con este planteamiento se anticipan acciones muy duras contra los migrantes, tanto para impedir su entrada a Estados Unidos, como para implementar medidas muy agresivas de deportaciones masivas. El escenario venidero en esta materia es poco prometedor y claramente se enfoca a una dinámica que criminaliza la migración y los culpabiliza de la situación económica y de la violencia. Hay que añadir que esta declaratoria también posibilita la militarización de las zonas fronterizas.
Otro de los anuncios que hizo en su toma de posesión el magnate republicano Donald Trump, fue declarar a los cárteles mexicanos como terroristas. Esta afirmación implica que, a partir de ahora, el gobierno estadounidense se permite hacer incursiones militares en nuestro país de forma unilateral. Al considerar que estos grupos atentan contra la seguridad de aquel país, esto les concede la posibilidad de implementar este tipo de acciones. Esta afirmación coloca la guerra contra el narcotráfico en otra dimensión y con implicaciones de violación de la soberanía.
Todavía hay que esperar cómo se harán los procesos concretos de implementación de estas políticas, pero por lo pronto se avizora un escenario complicado en las relaciones México-Estados Unidos.
Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com
Excelente análisis.
Lo más preocupante es la actitud de nuestra Presidenta.
Saludos