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Por UJRM Jalisco / @UJRM
Foto:Guerreros Buscadores de Jalisco
Como si la falta de alumbrado, de pasos peatonales, el carente mantenimiento a la infraestructura, el servicio de transporte ineficaz y la ausencia de elementos tan básicos como butacas no fuese suficiente para hacer de CUCBA uno de los centros universitarios más abandonados y descuidados de toda la red UdeG, se le agrega a todas estas condiciones una noticia que evidencia que no sólo se encuentra abandonado por las autoridades universitarias, sino también por el gobierno del estado: el descubrimiento de una fosa clandestina próxima al centro universitario.
Hasta hoy se han encontrado 38 cuerpos divididos en más de 200 bolsas plásticas en esta fosa ubicada en la colonia Las Agujas, más específicamente, a menos de 3 kilómetros de CUCBA. Esto lo convierte, según datos de la Comisión de Búsqueda de Personas, en el mayor centro de inhumación encontrado dentro del estado de Jalisco en el presente año.
Frente a estos hechos la respuesta por parte de las autoridades tanto universitarias como estatales no ha sido otra más que minimizar el suceso, asegurar que las medidas de seguridad ya han sido tomadas y que no hay nada más que hacer. Una respuesta para nada sorpresiva o inesperada. Igual que no es de sorprender la profunda indignación que esto ha generado entre la comunidad universitaria, sus familias y la población en general.
Pero esta indignación no debía quedarse en redes sociales, noticieros y notas periodísticas, sino que tenía que movilizar a la comunidad estudiantil, a los padres, madres y familiares de personas desaparecidas, por lo que la UJRM les convocamos a protestar frente a Palacio de Gobierno el pasado martes 8 de julio. En esta primera concentración se presentó un pliego petitorio en oficialía de partes donde se exigen medidas de seguridad y protección para las organizaciones civiles que realizan esta labor de búsqueda, como mínimo por cumplir con la tarea que le corresponde al Estado, además de profundizar y acelerar las investigaciones y castigo a los culpables.
De igual manera, el martes 15 de julio convocamos a estudiantes de la red universitaria a manifestarse, a expresar sus preocupaciones y demandas en el mitin llevado a cabo en el edificio de la Rectoría General de la UdeG, debido a que posterior a la concentración en Palacio de Gobierno la universidad quiso “posicionarse” ante la situación, haciéndolo de manera muy lamentable, ya que en su comunicado únicamente se menciona una inversión económica a la seguridad de todos los centros –sin más detalles, no se menciona qué se hará exactamente con esa inversión–, un programa llamado “senderos seguros” el cual se sostiene puramente de la voluntad del ayuntamiento de Guadalajara, Tlajomulco de Zuñiga y Tonalá por cumplirlo y lo mismo sucede con el convenio hecho con la Secretaría de Transporte del Gobierno del Estado –el cual ya está vencido, según lo mencionado en la última mesa de trabajo que tuvo la asamblea estudiantil de CUCBA con la rectora del centro–, y nada más. Bueno, sí algo más: una cordial y enérgica invitación a cumplir los acuerdos. A esto le llaman “medidas concretas” en la Universidad de Guadalajara.
Además de lastimoso, nos parece vergonzoso e indignante que esta sea la respuesta de una institución pública ante hechos de semejante magnitud y gravedad, sobre todo porque su labor está enfocada en quienes son las principales víctimas de la desaparición forzada: las juventudes.
Pero ante esta realidad violenta que se vive en el estado y la indiferencia de las autoridades, se irgue la unidad y lucha de organizaciones que tenazmente nos pronunciamos ante estas injusticias y ejercemos presión para que en el futuro nadie más tenga que sacar con sus propias manos los restos de su ser querido desde el fondo de una fosa.
En la UJRM creemos firmemente que esta crisis tiene solución, que en las manos del pueblo, de la clase obrera, se encuentra el poder popular y la fuerza para arrebatarle al gobierno y a la universidad las medidas para que el caso de Las Agujas no se repita nunca más.
Las Agujas, nunca más.
