En seis años, sólo cuatro sentencias por desaparición forzada en Jalisco

El delito de desaparición forzada de personas en Jalisco entró en vigor el 16 de octubre de 2013; de esa fecha hasta el 31 de enero de 2019, la Fiscalía General únicamente reconoce la existencia de 31 desapariciones forzadas; de éstas sólo cuatro poseen una sentencia.

Por Darwin Franco Migues

En un lapso de seis años, en Jalisco sólo existen cuatro sentencias condenatorias por el delito de desaparición forzada, así lo informó –a través de una solicitud de transparencia- la Dirección General de Seguimientos a Procesos de la Fiscalía General de Jalisco.

En el estado, existen 7 mil 695 personas desaparecidas; de éstas, 31 fueron desaparecidas, presuntamente por integrantes de policías estatales y/o municipales, y por fuerzas federales que se asentaron en Jalisco desde el 2013.

En los registros de actuación de la Fiscalía General de Jalisco también se señaló que, entre 2013 y 2019, se han girado 31 órdenes de aprehensión contra funcionarios públicos por presuntamente haber participado en la desaparición de personas; de estas órdenes sólo se cumplimentaron 20 y de éstas sólo cuatro recibieron una sentencia; esto significa que los ministerios públicos a cargo de los casos no lograron comprobar ante un juez, la participación de 16 elementos del Estado en la desaparición de igual número de personas.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), aunque esto no se refleja de igual manera en el número de indagatorias por desaparición forzada que tiene la Fiscalía General, posee 40 quejas por la comisión de este delito a manos de elementos del Estado.

El 2018 fue el año con más quejas al registrar siete. En éstas, se precisa que tres personas desaparecieron de manera forzada en Tlajomulco de Zúñiga por integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional; uno en Guadalajara por la Comisaría de Guadalajara; uno más en Villa Purificación por elementos de la Marina; cinco por integrantes de la policía municipal de Autlán de Navarro; tres por la policía municipal de Tecalitlán; uno en Tlajomulco de Zúñiga por elementos de la Fiscalía General, y uno más por la Fuerza Única del Estado en Autlán de Navarro. En total, 15 víctimas de desaparición forzada.

A continuación se presentan tres casos de desaparición forzada que aparecen en los registros tanto de la Fiscalía General de Jalisco como en las quejas presentadas en la CEDHJ.

El joven que soñaba con formar parte de la Marina

Ulises Adair y Moisés, ambos de 17 años, estaban afuera del centro nocturno Galaxy, en Tecalitlán cuando integrantes de la Marina se acercaron a ellos. Ambos fueron detenidos y torturados por los militares durante la madrugada del 22 de enero de 2018.

Cuando Moisés recuperó la razón, estaba tirado en un canal de aguas negras. Pidió ayuda a las personas que encontró a su pasó y logró llegar al departamento de Ulises, ubicado en la colonia La Floresta, en el municipio de Tuxpan, a 20 minutos de Tecalitlán. Ahí espero a que su amigo regresara; sin embargo, la primera en llamar a la puerta fue la madre de Ulises, Norma. Moisés tardó en abrir porque tenía miedo. Los marinos –aseguró- lo golpearon hasta creerlo muerto porque querían que éste confesara dónde estaban las armas, la droga o las casas de seguridad en ese municipio.

“¿Ya lo encontraron?”, fueron las primeras palabras que Moisés le dijo a Norma cuando le abrió la puerta. “¿A quién?”, replicó ella. “A Ulises, señora… ayer nos agarraron los marinos, nos detuvieron y golpearon, primero me agarraron a mí y después a Ulises. Yo escuché por la radio de los militares que lo tenían, le exigían que hablara. Escuché que le habían cortado un dedo y habían herido las plantas de sus pies”, narró el joven.

Desde ese día, Ulises Adair está desaparecido y según las autoridades del 79º Batallón de Infantería, con sede en Tecalitlán, no existe registro alguno de las labores de patrullaje de elementos de la Marina aquel 22 de enero de 2018 y mucho menos bitácoras donde se haya reportado la detención de dos jóvenes.

“Nosotros hemos acudido a las autoridades militares pero ellos niegan su participación, cuando sabemos que ellos fueron quienes tiraron en un canal de aguas negras a Moisés… hicimos el 28 de enero una manifestación frente al Batallón y ahí fue que me atendieron, hasta me subieron a un helicóptero de guerra para buscarlo pero no encontramos nada. Creo que sólo fue un numerito para decir que me ayudaron pero no quieren decirnos qué marinos se llevaron a mi hijo ni a dónde fue me lo dejaron”, señaló Norma.

Semanas antes de su desaparición forzada, Ulises Adair Cardona Flores quiso inscribirse a la Marina porque pensaba que sus habilidades en la mecánica de motocicletas le permitirían ganarse un lugar dentro de la institución: “Él quiere ser marino. Le habíamos apoyado para que metiera sus trámites… y ahora siento un gran coraje porque él quiere ser uno de ellos y ellos (los marinos) se lo llevaron”, dijo la madre.

La queja por la desaparición forzada de Ulises ante la CEDHJ aún no tiene respuesta.

Los policías los entregaron al narco

Raffaele Russo, Antonio Russo y Vicenzo Cimmino desaparecieron tras ser detenidos por policías municipales de Tecalitlán, el 31 de enero de 2018. Estaban en el sur de Jalisco en actividades comerciales. El primero en ser desaparecido fue Raffaele con quien sus familiares dejaron de tener contacto alrededor de las 15 horas del 31 de enero; tras no tener información sobre su paradero, Antonio y Vicenzo fueron a buscarlo. Sabían, por el GPS del automóvil rentado, un Honda CRV, color blanco, que estaba en la carretera que va de Tecalitlán a Jilotlán de los Dolores.

En el camino, pararon en una gasolinera y fueron interceptados por policías municipales de Tecalitlán. Esto es posible saberlo porque antes de ser detenidos enviaron un mensaje de voz a las 18:40 horas indicando lo que les estaba pasando.  El mensaje de voz explicaba que habían sido rodeados por una patrulla y una motocicleta de la Policía Municipal de Tecalitlán. Desde ese día también se dejó de saber de ellos.

 Mario de Vita, primo de Antonio y Vincenzo, fue quien recibió el mensaje de voz. Él fue quien comenzó a buscarlos en distintas áreas del gobierno municipal de Tecalitlán; primero, le dijeron que sí había un reporte sobre la detención de dos muchachos italianos; después, le dijeron que se habían confundido porque no existía registro alguno sobre la detención de algún extranjero.

La denuncia por la desaparición de los tres italianos se interpuso en la Fiscalía Especializada en Desapariciones, dependiente de la Fiscalía General de Jalisco, el 2 de febrero de 2018. Sin embargo, hasta el 22 de febrero realizaron las primeras investigaciones y detenciones de los presuntos funcionarios públicos responsables.

Los policías detenidos confesaron que ese mismo 31 de enero, entregaron a los italianos a integrantes del crimen organizado que operan en la región, lo que no se ha informado es el por qué lo hicieron y en qué lugar ocurrió el intercambio entre los hoy desaparecidos y la suma ínfima de dinero que recibieron por ellos. Nada de esto se sabe y mucho menos la familia Russo que, a la fecha, no ha tenido acceso a la información que contiene su expediente ni ha recibido comunicación alguna de la Fiscalía.

“A nosotros nunca nos han llamado. Ellos tienen todos nuestros números para llamarnos o para comunicarse con nosotros por WhatsApp pero nunca hemos recibido ni un solo mensaje ni una sola llamada. No han tenido la dignidad de llamarnos para comunicarnos cómo va la investigación”, señaló Francesco Russo.

El 24 de febrero de 2018, el ex Fiscal General de Jalisco, Raúl Sánchez informó que a los policías municipales detenidos (Emilio N., Salomón N., Fernando N., y Lidia N.) se les dictó una medida cautelar de prisión preventiva de un año por el delito de desaparición forzada; sin embargo, en la audiencia de vinculación a proceso realizada el 2 de marzo, el juez no encontró elementos para determinar la participación de los tres policías en la desaparición de Raffaele, sólo de Vincenzo y Antonio. A Lidia N. se le modificó el delito, la pena aún no determinada podría ser de 2 a 7 años y no de 40 a 60 años como al resto de sus compañeros.

Este caso posee tres de las cuatro sentencias por desaparición forzada que existen en Jalisco; no obstante, la familia Russo sigue sin saber dónde y a quién entregaron los policías a sus familiares.

Los policías no quieren decir a dónde se los llevaron

En el último mensaje que Juan Meléndrez Luna envió a su novia por WhatsApp, le dijo que estaban siendo detenidos por elementos de la Policía Municipal de Autlán de Navarro, el 1 de febrero de 2018. Los policías que descendieron de las patrullas con número oficial SP46 y A48, lo hicieron bajar del Tsuru (tipo taxi) en el que viajaba junto con José Meléndrez Pineda, José Juan Santos Meléndrez y José Ángel Meléndrez Luna. Los cuatro, desde ese día, están desaparecidos.

 Juan y José Ángel Meléndrez Luna son originarios de Minatitlán, Veracruz, y José Meléndrez Pineda y José Juan Santos son residentes de Guadalajara. Los cuatro se encontraban en Autlán realizando labores de comercio. Ese 1 de febrero estaban a punto de regresar cuando fueron interceptados por los policías municipales; sin embargo, en los informes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Autlán de Navarro no existe registro alguno de que se ese día se les haya detenido y/o presentado en algún juzgado municipal.

Doreen Meléndrez Luna -hija de José Meléndrez Pineda, hermana de Juan y José Ángel Meléndrez y prima, de José Juan Santos- lamenta la inacción de la Fiscalía General de Jalisco: “Hasta ahora no hemos tenido noticias de la autoridad… nosotros lo queremos es que los policías confiesen a dónde se llevaron a nuestros familiares y que nos digan dónde los tienen ahora; sin embargo, nada nos han dicho…”.

La Fiscalía General informó que sobre el caso retuvo a cuatro policías y al sub director de la Policía Municipal de Autlán de Navarro, Francisco Javier Medina Cuevas. Ninguno fue investigado por la desaparición de los cuatro integrantes de la familia Meléndrez.

La queja que igualmente interpusieron en la CEDHJ, sigue en proceso de investigación. La investigación en la Fiscalía General a un año de la desaparición no presenta avance alguno.

Una impunidad rampante

Aunque la información otorgada por la Dirección General de Seguimientos a Procesos de la Fiscalía General de Jalisco sólo reconoce la desaparición forzada de 31 personas desde 2013; este delito tiene larga data en Jalisco; por ejemplo, existen nueve casos de desaparición forzada durante la llamada guerra sucia. Época en la que desaparecieron: Víctor Arias de la Cruz (28/02/1977); José Alfonso Guzmán Cervantes (28/02/1977); Salvador Carrasco Gutiérrez (28/02/1977); Raúl Mercado Martínez (06/04/1977); Ángel Sánchez Vázquez (07/04/1977); Guillermo Bautista Andalón (15/04/1977); Ricardo Madrigal Sahagún (15/04/1977) y Jesús Reyes Mayoral Jauregui (23/08/1977).

En los datos de Fiscalía tampoco aparecen las desapariciones forzadas a manos de militares en el municipio de Tepatitlán; la primera ocurrió el 7 de enero de 2016 contra un joven de 23 años; la segunda, el 27 de enero e involucró la desaparición de cuatro jóvenes. Esta última desaparición, incluso, derivo en la recomendación 54/2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el auto de formal prisión de los cinco militares involucrados.

Pese a la persistencia del delito de desaparición forzada en Jalisco; en los últimos seis años sólo se han dictado cuatro sentencias condenatorias por la comisión de este delito.

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Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

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