Economista sinaloense llama a la acción ante la inminente debacle económica que se avecina por la pandemia de Covid-19. “No estamos blindados”, asegura y llama a la aplicación de una política económica anticíclica que contemple baja en tasas de interés y aceleración del gasto público. “La crisis también debe ser manejada por los economistas”, asevera.
Ante la alarma levantada por la propagación a nivel global del coronavirus y las afectaciones que la pandemia está teniendo sobre las economías de prácticamente todos los países del mundo, es necesario adelantarse al escenario que viene y tomar acción antes de que una ya eminente debacle económica genere mayores afectaciones al país.
Esta es la opinión del Doctor en Ciencias Económicas, Luis Armando Becerra Pérez, quién recomienda una política económica anticíclica que, por el lado monetario reduzca las tasas de interés, inclusive a cero; y, por el lado fiscal, la aceleración del gasto público con el fin de paliar un inevitable descenso en la demanda.
El profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y sociales de la UAS (FACES-UAS), lo dice con todas sus letras: “La crisis debe pasar de ser manejada por los médicos a ser manejada por los economistas”.
“No se han avizorado las consecuencias económicas de la crisis de salud”, añade.
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente al Covid-19 como una pandemia global, se han desatado diversas afectaciones económicas, entre las cuales sobresalen la caída generalizada de las bolsas de valores del mundo y la pérdida de confianza en el dinero fiat; sumado esto a la guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita que mantiene al precio del petróleo a la baja, situación que viene a ser como “echar dinamita en un campo minado”.
“Lo que está pasando ahorita en el mundo, una depreciación de casi todas las monedas, empezando por las débiles, porque están tratando de proteger las inversiones en monedas más fuertes”, indica Becerra Pérez.
En el caso de México, al día de hoy, el peso ha superado por primera vez en la historia la barrera de los 23 pesos por dólar.
Las expectativas
Dentro de las expectativas para la economía mundial, el economista indica que las estimaciones apuntan hacia una disminución del 50% del crecimiento global. Esto no quiere decir que la economía global no vaya a crecer, sino que crecerá tan solo a la mitad de lo originalmente proyectado (1-5%), que era un crecimiento de 3% del PIB a nivel global.
Hablando en números, Becerra Pérez explica que la afectación sería de un poco más de 2.7 billones de dólares. Más o menos el PIB de México (1.15 bdd) durante dos años.
“Es una caída muy abrupta, muy grande del PIB global y en México no será la excepción”, advierte.
“Se le ha prestado poca atención a la parte económica, porque corremos el riesgo de que si no se diseña una política económica anticíclica a la debacle económica que se viene, las consecuencias económicas podrían ser peores que el mismo coronavirus”, añade.
LO DIJO:
“No hay un país que resista una caída en el empleo, una caída en el ingreso, una caída en el PIB, y más economías como México que están pegadas con alfileres, están colgadas con un crecimiento pírrico prácticamente negativo del año pasado del 0.1 por ciento, finalmente un crecimiento cero si lo queremos redondear, no crecimos en 2019”.
Luis Armando Becerra Pérez. Doctor en Ciencias Económicas.
Una política anticíclica
Abundando en las recomendaciones del Doctor en Ciencias Económicas, este indica que la política anticíclica a diseñar tendría que ser relativamente similar a la que se utilizó durante la crisis del 2008-2009.
Durante esta se aplicó una reducción de las tasas de interés, abaratando los créditos e incentivando el gasto y la inversión; además de la priorización del gasto público en ciertos proyectos de infraestructura.
“Esto para que la demanda no se desacelere. Si por un lado haces que el costo del dinero baje inclusive prácticamente a cero, y por otro lado, no permites que la demanda agregada se reduzca, pues podrías paliar la crisis un poco”, explica.
“Lo que pudiera hacerse en México es acelerar el gasto público comprometido en todos los proyectos que están planeados, ya están autorizados en el presupuesto y para los cuales ya hay ingresos”, recomienda.
“Ojo, esta crisis, primero de salud y luego la económica, te puede llevar a una crisis política, ojo”, advierte.
PARA SABER:
Una política económica anticíclica o contracíclica consiste en un conjunto de acciones gubernamentales dedicadas a impedir, superar, o minimizar los efectos del ciclo económico, más específicamente de una crisis o desaceleración.
La política monetaria es el manejo de la cantidad del dinero que se ‘suelta’ a la economía como una variable para controlar y mantener la estabilidad económica. Puede ser inyección directa de efectivo o cambios en el precio del dinero (tasas de interés).
La política fiscal se refiere a las medidas de política económica que tienen que ver con el gasto público, los impuestos y el presupuesto del estado. Estas influyen en las variaciones a corto plazo de la producción, el empleo y los precios.
Un antes y un después
Dando un vistazo hacia como los cambios globales a raíz del coronavirus pudieran afectar de manera permanente los sistemas económicos del mundo, el economista señala que habrá un antes y un después de la pandemia.
Esto debido a que a raíz de la pandemia hay sectores que si se verán afectados como lo es la industria turística y de viajes y la del entretenimiento.
Sin embargo, otros sectores como el de alimentos y de ventas online seguirán teniendo demanda, incluso al alza, situación que va a cambiar el modo en que las personas consumen estos productos y servicios.
“Va a haber industrias que van a sentir un después y que van a tener que cambiar si quieren seguir existiendo después del Coronavirus”, comentó.
Algo que ya está sucediendo, añade, es que se están rompiendo las cadenas de distribución, por ejemplo, en algunas ciudades del país, asegura, ya no hay productos provenientes de China en los anaqueles, los cuales se están sustituyendo por productos de otro tipo o procedentes de otro país. “Ese flujo de mercancías ya dejó de llegar”, indica.
Aun pasando la crisis dichas cadenas de distribución se van a ver trastocadas, inclusive culturalmente. Algunos de los cambios económico-culturales será el que la gente empiece a utilizar más las compras online “primero por necesidad, después te vas a quedar con esa cultura y la vas a seguir”; también el manejo de efectivo podría ser diferente, con un mayor número de personas dispuestas a utilizar tarjetas de crédito o débito; asimismo, la gente pudiera ‘sacarle la vuelta’ a eventos o concentraciones masivas de personas.
Lo que es claro es que la gente va a empezar a cambiar ciertas conductas, cambios que tendrán su efecto en las dinámicas económicas.
LO DIJO:
“Va a haber un antes y un después en el Coronavirus en la parte de las cadenas de distribución, en la parte del circuito financiero y en una parte de las costumbres de la población. Ahora lo que quieren las familias es el menos contacto posible, va a cambiar la conducta hasta de cómo nos saludamos”.
Luis Armando Becerra Pérez. Doctor en Ciencias Económicas.
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