Policía de Jalisco reprime y detiene a manifestantes que exigían un alto a la violencia policial

Amotinados dentro de Palacio de Gobierno diversos policías estatales comenzaron a gritar a los manifestantes “los vamos a matar, los vamos a matar”; afuera de la casa de gobierno, los manifestantes mostraban su rabia por la violencia policial que quitó la vida a Giovanni López, a quien policías de Ixtlahuacán de los Membrillos detuvieron presuntamente por no traer cubrebocas y un día después lo entregaron sin vida.

Lo que debía ser una manifestación pacífica derivó en uno de los actos de represión más fuertes en la historia reciente de Jalisco, ya que policías estatales y del municipio de Guadalajara, hasta donde es posible saber, detuvieron con uso excesivo de la fuerza pública a 28 jóvenes a los que acusan de vandalismo y agresión a la autoridad.

El gobernador, Enrique Alfaro, aseguró que la policía actúo a la altura de la circunstancias y no violentó a los manifestantes; incluso, sugirió que “los actos de estos violentos” corresponden a ataques que provienen desde “los sótanos del poder de la Ciudad de México”, ya que alguien ahí quiere que le vaya mal a Jalisco.

Por Mario Marlo / @MarioMarlo y Darwin Franco/ @DarwinFranco

Fotos Iván Basulto/ @basultophoto

“La policía actúo a la altura, no se cometió ningún acto de violencia”, aseguró el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, para quien no existieron ni las fotografías ni los videos donde integrantes de la policía estatal y la municipal de Guadalajara, reprimieron, golpearon y detuvieron a más de 30 jóvenes que habían participado en la manifestación para exigir justicia en el caso de Giovanni López, a quien policías de Ixtlahuacán de los Membrillos detuvieron de manera irregular y regresaron a su familia sin vida, el 4 de mayo.

Tampoco para el mandatario tuvieron peso las voces de sus policías que desde dentro de Palacio de Gobierno gritaban a los manifestantes que los matarían, ya que para éste cada uno de ellos actúo y resistió de manera heroica ante los embates de “los violentos que desde los sótanos del poder de la Ciudad de México vinieron a Jalisco porque no quieren que nos vaya bien”.

Lo que sí observó de “estos violentos” fueron sus destrozos, las pintas, las camionetas incendiadas y la agresión por la espalda a un integrante de la policía motorizada al que se prendió fuego; incluso, aseguró que quienes causaron esto ya estaban concentrados en diversas partes del centro de Guadalajara a la espera de que la marcha -a la que no se le brindó seguridad ni medidas de vialidad- llegara a Palacio de Gobierno, pues ese era el momento idóneo para salir a realizar sus actos vandálicos cuyo objetivo era golpear a su gobierno.

Lo que no se cuenta en su historia en video, es que al llegar la marcha a Palacio de Gobierno, desde su interior, comenzaron a caer botellas y latas hacia los manifestantes. Esto prendió los ánimos y comenzaron ahí las pintas, el forcejeo en la puerta principal y la entrada a una de las oficinas del recinto donde se rompió mobiliario y se realizaron pintas con leyendas como: “Justicia” y “Puta policía”

Después comenzaron los desmanes al exterior que derivaron en la quema de dos camionetas de la policía estatal y el amague de algunos policías de arrojar los primeros gases lacrimógenos hacia los manifestantes, los cuales tras la quema de los vehículos se dispersaron, pero se mantuvieron a la expectativa para saber qué es lo que pasaría.

Otros manifestantes buscaron provocar a la policía para que saliera de Palacio de Gobierno.

Foto: Iván Basulto.

Así pasaron las dos primeras horas hasta que, sin control y sin protocolo de actuación, los policías antimotines del interior de Palacio de Gobierno y muchos otros que comenzaron a llegar al centro de Guadalajara avanzaron para sacar a los manifestantes del primer cuadro del recinto de gobierno.

Con sus armas de cargo puestas y con sus toletes desenfundados, los policías iniciaron los actos de represión que consistieron en golpear a las y los manifestantes, en amedrentar a quienes los grababan, incluida la prensa, y es despojar todos los celulares de aquellos que no acataban sus órdenes.

El centro de la ciudad se fue convirtiendo en un búnker donde en la última línea se colocaron los integrantes de la Guardia Nacional, quienes al cuestionarles por qué estaban ahí, sólo respondieron que:  “estaban ahí en caso de que se solicitara apoyo”.

Ante la presión de las y los manifestantes por lo actos de represión, comenzaron las primeras agresiones físicas y las detenciones arbitrarias; Ángel escribió en sus redes sociales que policías estatales simplemente lo tiraron al piso y comenzaron a golpearlo en la cabeza: 

Gracias a la solidaridad de otros manifestantes pudimos escapar. Si a “los poderosos” les aterra tanto una pequeña manifestación, los pequeños son ellos”.

Pero esa no misma suerte no estuvo de lado de: 

  • José Eduardo Márquez Tapia
  • José Astores (menor de edad)
  • Alejandro Alejo Amezcua
  • Said Luna (de camisa verde, recibió múltiples lesiones)
  •  José Antonio García
  • Miguel Angel Castro Reyes
  • Diego Bernachi Cervantes
  • Israel Reyes López (recibió golpes)
  • Omar Alejandro Márquez López

Que son algunos de los nombres que, a decir del Gobierno de Guadalajara, corresponden a nueve de los 24 detenidos (22 hombres y dos mujeres), los cuales fueron presentados ante la Fiscalía de Jalisco por los cargos de vandalismo y agresiones contra la autoridad.

En cambio, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), ausente en la manifestación, aseguró que fueron 28 detenidos (20 hombres, dos mujeres y seis menores de edad); en las instalaciones de la Fiscalía entablaron conversación con 14 de las familias. En el caso de 13 detenidos, ya presentaron queja por detenciones arbitrarias y abuso policíaco en el proceso de detención.

Colectivos estudiantiles y otras organizaciones civiles desde que comenzaron las detenciones arbitrarias realizaron un registro en el que señalan que en realidad ocurrieron más de 30 detenciones.

Foto: Iván Basulto.

A través de un comunicado de prensa, las organizaciones civiles IMDEC, CEPAD y el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social denunciaron que: “la respuesta de las autoridades lejos de entender y atender el legítimo descontento social, ha sido hacer uso de armas menos letales, realizado detenciones arbitrarias y encapsulamientos de las y los manifestantes”.

Lo que, en efecto, ocurrió concentrando un buen número de jóvenes en la Plaza Universidad donde se aglutinaron para ya no ser detenidos y porque tenían miedo de retirarse porque sabían que cuadras más allá del Palacio de Gobierno había retenes de policías que esperaban su retiro. Ahí prevalecieron por varias horas con el puño izquierdo arriba y sentados para que no se les acusará de realizar ninguna provocación. 

Entre las denuncias que se señalaron por medios de comunicación y organismos de derechos humanos como CEPAD, está el que: “los elementos de seguridad presentes en las manifestaciones hicieron uso de gas lacrimógeno y utilizaron palos y piedras en contra de personas manifestantes y transeúntes, además se observó la presencia de camionetas no rotuladas de autoridades”. 

Pero nada de esto apareció en la diatriba del gobernador Alfaro porque en ella nada de lo ocurrido tenía que ver con la autorización que les dio a las policías para usar toda la fuerza de la ley contra aquellos que osaran a salir a la calle sin su cubrebocas, como ha denunciado la familia de Giovanni López que ocurrió cuanto a éste los policías de Ixtlahuacán de los Membrillos lo detuvieron por no usar cubrebocas.

Hecho que a decir de la Fiscalía de Jalisco no ocurrió y que para el gobernado de Jalisco son puras mentiras orquestadas por fuerzas ocultas.

Foto: Iván Basulto.

El pasado 28 de mayo se cumplieron 16 años de la represión policial ocurrida en el marco de la Tercera Cumbre América Latina, Caribe y Unión Europea, celebrada en Guadalajara, el 28 de mayo de 2004.

Las protestas derivaron en un represión policial cuyo saldo oficial fue de 120 personas detenidas y una veintena de policías heridos; sin embargo, la Coordinadora 28 de mayo, así como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, documentaron que los detenidos fueron sometidos a torturas y tratos crueles; además de que una decena de personas fue encarcelada sin el debido proceso. 

Esos fantasmas del pasado se asomaron la tarde del 4 de junio, ya que muchos de los autores de esos hechos hoy fungen en puestos claves de la seguridad pública del estado, tal es el caso del Fiscal General, Gerardo Octavio Solís Gómez; por ello, la organización de derechos humanos, CEPAD, pide que se hagan públicos los partes médicos de todas todos los detenidos; así como que se transparente a dónde fueron llevados tras su detención.

A esta exigencia de justicia en torno a las detenciones ocurridas no debe olvidarse aquel hecho impune que llevó a muchas personas a romper el distanciamiento social, pues los aquellos responsables de privar de la vida a Giovanni López no sólo siguen libre sino en funciones; así como la decena de policías que este 4 de junio, a decir del gobernador, resistieron y actuaron a la altura cuando golpearon y detuvieron a todos aquellos que sólo buscan que le vaya mal a Jalisco.

La mañana del 5 de junio, en rueda de prensa, Enrique Alfaro, informó que ya tienen a los primeros detenidos por la muerte de Giovanni López: el comisario de seguridad pública de Ixtlahuacán de los Membrillos, un mando intermedio y un policía; además se  señaló que se sigue investigando a más personas; entre ellas, el presidente municipal, Eduardo Cervantes, quien está citado a declarar a la Fiscalía del Estado de Jalisco sobre la muerte de Giovanni López y por otro delito que se le investiga. 

Así mismo, el Gobierno de Jalisco tomó la labores de seguridad en Ixtlahuacán de los Membrillos y llevó a todos sus integrantes a las instalaciones de la Fiscalía para revisar sus exámenes de control y confianza, y ofrecerles capacitación en materia de derechos humanos.  

Por su parte, el presidente López Obrador respondió a las acusaciones emitidas por Alfaro diciendo que: “Si tiene pruebas que las presente y sea responsable (…) Para un pleito se necesitan dos, no tenemos interés en pelearnos, tenemos interés en enfrentar los problemas nacionales”; al respecto, Alfaro, siguió insistiendo que todos los hechos ocurridos en Guadalajara fueron orquestados en “los sótanos del poder en la Ciudad de México”, y que ninguna autoridad federal llamó así gobierno durante todo el conflicto. 

Sobre las nuevas manifestaciones y marchas que se anunciaron se realizarán por la exigencia de justicia en el caso de Giovanni Pérez y por la represión policial sufrida la tarde del 4 de junio, Alfaro señaló: “¿Y ahora de qué se van a manifestar? Si ya estamos anunciando la detención de tres personas. Son libres de manifestarse, pero no pondremos otra vez en riesgo la seguridad del estado”. 

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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