Evil Alfaro be like…

La calle del Turco

Por Édgar Velasco / La Calle del Turco

Hace algunas semanas las redes sociales se llenaron de un meme que nunca entendí bien de dónde salió pero que ofreció piezas de muy buena calidad. Consistía en poner la imagen de un famoso, por ejemplo Celia Cruz, pero negativizada —como si fuera un negativo, pues… bueno, supongo que a estas alturas ya nadie sabe qué era el negativo de una fotografía, pero ya me entendieron… espero— y una frase contraria a lo que regularmente diría el personaje en cuestión. En lugar de «¡Azúcar!» Celia Cruz gritaba «¡Sal!» o «¡Stevia!»; José José cantaba “El alegre” y no “El triste”; los compinches de Vin Diesel eran Lentos y contentos, en lugar de Rápidos y furiosos, y así con prácticamente cualquier cosa que les venga a la cabeza.

Casi estoy seguro que, al llegar al final de una semana más, Enrique Alfaro daría lo que fuera por poder convertirse en su versión negativizada para poder capitalizar otra semana de tropiezos y golpes contra la pared. ¿Se imaginan lo feliz que estaría el doppelgänger de Alfaro luego de que se hiciera más que oficial que Temacapulín, Acasico y Palmarejo ganaron y no serán inundados? Si Enrique no hubiera traicionado  a Alfaro podría celebrar la decisión, pero en lugar de eso tuvo que ponerse a tragar sapos y grabar un video en el que se adueñó de propuestas ajenas para hacerlas pasar como propias de su gobierno.

El otro Enrique Alfaro también podría anticipar que la mentada consulta por el pacto fiscal es un fiasco, el fracaso más anticipado de la temporada, y quizá podría dar marcha atrás y aceptar la realidad en lugar de organizar una estratagema que replica las viejas prácticas de los políticos de siempre: a lo largo de la semana han comenzado a circular testimonios de trabajadores de dependencias del gobierno estatal que han dado a conocer que no sólo serán obligades a ir a votar en la mentada consulta, sino que además deberán reclutar a más incautes. Algo así como un negocio piramidal del trato justo o una Flor de la Abundancia de la defensa de Jalisco.

Alfaro en negativo también podría reconocer que está tirando el dinero a la basura y dejar de pagarle a Euzen, Indatcom y La Covacha por un trabajo que no rinde frutos, como lo demuestra la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky en la que el mandamás de la Nueva Jaliscia aparece en el número 25 del índice de aprobación de gobernadores del país, lejos, muy pero muy lejos del anhelado top ten. Si en lugar de despilfarrar dinero en difundir su imagen como ha venido haciendo desde que es alcalde de Tlajomulco y luego de Guadalajara y ahora titular del ejecutivo estatal, destinara esos millones de pesos a la búsqueda de personas desaparecidas o a estrategias más efectivas para mitigar el impacto de la covid-19 o a terminar el hospital sin regatear el dinero del museo a la UdeG, por ejemplo, quizá tendría mejores resultados. Pero no, lo suyo es grabar videos y pasar la voz e inflarle las cuentas bancarias a los tres chiflados de la comunicación digital del estado.

Quizá el Enrique Alfaro negativizado habría tenido más voluntad para cumplir su palabra y evitar que el Museo Cabañas volviera a convertirse en salón de eventos, con dos convocatorias masivas en menos de una semana y al servicio del mejor postor, en detrimento de su valor patrimonial.

La semana no ha sido buena para el gobernador influencer, y el problema es que las malas semanas se van acumulando y los únicos que vamos pagando los platos rotos por los errores de Enrique Alfaro y su equipo somos las y los ciudadanos que vemos cómo la inseguridad se sigue apoderando del estado, cómo sigue aumentando la cifra de personas desaparecidas, cómo las calles de la ciudad están cada vez peor de deterioradas —vamos, si así está la gran capital del estado, ¿cómo estarán los municipios?—, cómo la pandemia se sigue atendiendo en función de lo que digan los empresarios y no del buen juicio y el sentido común, cómo las torres de departamentos se siguen elevando tendiendo una sombra de corrupción e impunidad por toda la ciudad.

En fin, la cosa es que quizás, y sólo quizás, a las y los jaliscienses nos iría mejor con la otra versión del gobernador: Evil Alfaro be like…

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La calle del Turco
Édgar Velasco Reprobó el curso propedéutico de Patafísica y eso lo ha llevado a trabajar como reportero, editor y colaborador freelance en diferentes medios. Actualmente es coeditor de la revista Magis. Es autor de los libros Fe de erratas (Paraíso Perdido, 2018), Ciudad y otros relatos (PP, 2014) y de la plaquette Eutanasia (PP, 2013). «La calle del Turco» se ha publicado en los diarios Público-Milenio y El Diario NTR Guadalajara.

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