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Los procedimientos cosméticos, tanto quirúrgicos como ambulatorios crecieron como industria en México casi en un 80% en solo 6 años
A partir de la educación básica se instruye en la asignatura de biología el ciclo de vida en los seres vivos: nacer, crecer, reproducirse y morir; sin embargo, desde la antigüedad se creó la concepción de la eterna juventud, y si bien, no existe un elixir para eso la tecnología ha permitido prolongar los signos del envejecimiento por medio de tratamientos cosmiátricos.
Datos publicados por Statista indican que los procedimientos cosméticos, tanto quirúrgicos como ambulatorios, crecieron como industria casi un 80 por ciento en solo 6 años y se espera que se duplique de aquí al 2027, sector que al 2020 ya movía más de 12 mil millones de dólares, siendo las inyecciones de rellenos (bótox y ácido hialurónico), las depilaciones láser y la liposucción no quirúrgica los tratamientos estéticos preferidos.
Por otra parte, la empresa de datos, insights y consultoría Kantar, revela que la industria de la belleza es una de las más valoradas por millones de mujeres y hombres en el mundo, comprende 20 categorías dentro del mercado y hasta inicios del 2020 presentó un crecimiento económico del 6.8 por ciento.
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De acuerdo con los datos de la plataforma Tiendeo, en Culiacán existen 184 servicios de Spa que además de masajes ofertan modificar el aspecto físico por medio de procedimientos estéticos como inyecciones de relleno facial, hilos tensores, rellenos de labios o pequeñas liposucciones en zonas específicas de la cara, microblading, mini lifting, peelings, tatuajes para delinear labios y ojos de forma semi permanente.
Luis Alonso García Corrales, titular de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios en Sinaloa dijo en entrevista para Espejo que es ilegal realizar procedimientos invasivos sin contar con una licencia sanitaria que los avale y autorice.
“Esa licencia sanitaria la expide la Cofepris, nosotros aquí en Coepriss somos una ventanilla para hacer el trámite, pueden venir, revisar, y nosotros los canalizamos a la Cofepris y damos un seguimiento para la expedición de esta licencia”, explicó.
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El pasado 15 de marzo, Anahy “N”, de 36 años de edad, acudió a realizarse un tratamiento estético en un salón de belleza en Mazatlán. La joven se aplicó unas inyecciones en los glúteos para mejorar su figura, pero un día después comenzó a presentar fuertes dolores, por lo que volvió a hacer una cita con la misma persona, la cual le ofreció darle un masaje y aplicarle una nueva inyección que le causó la muerte.
Luego de este suceso y que la vicefiscalía comenzara la investigación, la Coepriss clausuró el lugar ya que la publicidad del negocio especificaba que solo se realizaban cortes de cabello, tintes, barba, rayos, peinados, cejas y maquillaje, sin embargo, las acciones que el responsable del lugar le realizó a Anahy “N” fueron ilegales tras inyectar sustancias químicas.
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Se ha naturalizado el tema de la apariencia estética como capital social y de prolongar la juventud principalmente en las mujeres, advierte María Teresa Guerra Ochoa, titular de la secretaría de las mujeres en el estado de Sinaloa.
“Ya veníamos con una subcultura de alguna manera impregnada por el tema del narcotráfico donde está el tema de las reinas de belleza, sin embargo, creo que hay que apostarle a construir otras feminidades, a que la mujer se valore por otras razones, por lo que es, por lo que representa, por lo que sabe, por muchas más virtudes que la belleza física”, señala la funcionaria pública.
Un ejemplo de esto es el caso de la modelo que fue coronada como Miss Estados Unidos en 2019, Cheslie Kryst, de 30 años, quien decidió acabar con su vida al saltar desde la ventana de un lujoso rascacielos del centro de Manhattan donde residía, aunque no se sabe qué le estaba pasando para tomar la trágica decisión, salió a la luz un ensayo que ella publicó en la revista Allure sobre sus inquietudes por el tema del envejecimiento y algunas problemáticas de la sociedad con los estándares de belleza.
En el escrito la modelo reprochó que la sociedad no es amable con los que envejecen, pero, particularmente consideró, el maltrato va más dirigido hacia las mujeres:
“Cada vez que digo: ‘Cumplo 30 años’, me estremezco un poco. A veces puedo enmascarar con éxito esta respuesta incómoda con emoción; otras veces, mi entusiasmo se siente vacío, como una mala actuación. La sociedad nunca ha sido amable con los que envejecen, especialmente con las mujeres. … Cumplir 30 se siente como un frío recordatorio de que me estoy quedando sin tiempo para ser importante ante los ojos de la sociedad, y es exasperante.
Después de un año como 2020, uno pensaría que hemos aprendido que envejecer es un tesoro y que la madurez es un regalo que no todos pueden disfrutar. Demasiados de nosotros nos permitimos ser medidos por un estándar que algunos se niegan severamente a desafiar y otros simplemente aceptan porque encajar e ir con la corriente es más fácil que remar contra la corriente. Peleé esta lucha antes y es la batalla con la que estoy peleando actualmente a los 30.
¿Cómo sacudo las normas inquebrantables de la sociedad cuando me enfrento al implacable paso del tiempo?”, escribió Cheslie Kryst.
Guerra Ochoa refiere que se tienen que deconstruir los estereotipos de género, ya que dentro de los estereotipos de género el tema de cultivar la belleza y mantener el físico se convierte en una apuesta de que el poder de la mujer está en su físico, que está en su estética.
Por su parte, el catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Carlos León Ramos explica que, la sociedad tiene una dinámica que construye los conceptos y los significados de lo que se considera como parte de la vida para relacionarse, y en este caso, al ser el consumo una relación social donde se adquiere lo que se necesita para satisfacer necesidades naturales, también se hace para subsanar necesidades construidas como es el caso de una estética más allá de lo natural.
De acuerdo a los estándares actuales, para las mujeres es muy importante distinguirse como bellas, de modo que gracias a la tecnología se atreven, se arriesgan a probar el consumo de muchas opciones estéticas, de muchas maneras, al grado de inyectarse bótox y ácidos que, si no se hacen con profesionales, pueden causar la muerte.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Revista Espejo que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
