Infancias y adolescencias, vitales en los mecanismos de participación ciudadana para el cambio social

Las infancias y adolescencias cuentan y su accionar en la creación de mecanismos de participación ciudadana y toma de decisiones promueven cambios hacia el interior de las instituciones del Estado, así lo reconoció la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) en su Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y Adolescencia: “Afectaciones a los derechos de la niñez y adolescencia en México”.

Por Alondra Angel Rodriguez / @alondriixs

“Gracias a los mecanismos de participación las niñas, niños y adolescentes pueden expresar cómo nos sentimos, que nos gusta y no y ser tomados en cuenta para que los derechos humanos sean escuchados” aseguró Karen de Aquino, adolescente e integrante del Grupo de participación de Niñas, Niños y Adolescentes durante la Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y Adolescencia: “Afectaciones a los derechos de la niñez y adolescencia en México”.

En este espacio de encuentro organizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), la doctora Minerva Gómez Plata de la Universidad Autónoma de México (UAM) sede Xochimilco, afirmó que es necesario que “el mundo adulto” reconozca la opinión de las infancias y adolescencias y que ésta sea efectiva en la toma de decisiones gubernamentales. Se necesita saber en qué consiste la participación, impulsarla en espacios institucionales del sistema público y privado y reconocer la diferencia en los procesos de organizaciones de la sociedad civil expresó la investigadora.

Mónica Yerena, representante de Educadys, organización que reúne a personas educadoras que trabajan para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes se vuelvan promotores de ambientes solidarios y protagonistas en la defensa de sus derechos, aseguró que “los niños son conscientes de que es su derecho participar y que ya no hay vuelta atrás” y de manera contundente señaló que “su voz es un lugar que debe estar en las mesas de toma de decisiones”.

Desde Educadys, manifestó que las infancias, adolescencias y juventudes no sólo deben ser protagonistas de estos procesos, sino que, además, tiene que ser reconocidos como agentes de incidencia para el Estado y las organizaciones. Especialmente, hizo hincapié en el desarrollo de herramientas que favorezcan los mecanismos de participación e inclusión dentro de los contextos donde este grupo de la población se enfrenta a una mayor vulnerabilidad:

“La participación si se reconoce en términos formales, con un marco normativo, pero se da más por obligación que convicción, las autoridades necesitan ampliar sus herramientas, perder el miedo, en contextos locales aún tienen desconfianza y dudan de la capacidad de los niños crear un balance” Mónica Yerena.

Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y Adolescencia: “Afectaciones a los derechos de la niñez y adolescencia en México”. Fotografía REDIM.

La participación es importante e imprescindible, pero también debe apegarse a los derechos políticos de niñas, niños y adolescentes, en especial, debe garantizarse la protección de su imagen, privacidad, seguridad e integridad señaló Luis Espíndola Morales, Magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Respecto a la participación infantil, Lizbeth Rosas Montero, Directora General de Normatividad, Promoción y Difusión de los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema Nacional DIF, afirmó que se ha buscado incluir a las infancias en la participación desde temprana edad, a través de esquemas de interacción donde se comuniquen sus emociones sobre determinadas situaciones.

No se puede descartar que en este proceso de incorporación y construcción de la participación de niñas, niños y adolescentes no se encuentren aún las poblaciones vulneradas, a las instituciones aún les falta aprender cómo, aunque ya hay un diálogo establecido, reconocieron en el encuentro las y los panelistas.

Uno de los retos más importantes para lograr la participación de este grupo de la población es la creación de políticas públicas en conjunto con el funcionariado público y las diversas autoridades desde la perspectiva infantil. Se les debe preguntar a las niñas, niños y adolescentes qué es lo que les gustaría cambiar, qué está bien, cómo abarcar más a fondo sus problemáticas desde esta perspectiva, añadieron.

Es por ello que desde REDIM se han generado documentos donde se plasman las voces de las infancias y adolescencias, que después se hacen llegar a las autoridades para que sean tomadas en cuenta y se generen políticas públicas que ayuden a resolver las diversas problemáticas que les aquejan.

Lizbeth Rosas cree que este tipo de prácticas tienen que ser desarrolladas de manera continua para la promoción y despliegue de los derechos de las niñas, niños y adolescencias, al tiempo que deben estar acompañadas de cursos de sensibilización y formación para los grupos de adultos que les acompañen en estos procesos.

“Protegerlos y prevenirlos” afirma Rosas, quien expuso que esto les ayudará a fungir como propios portavoces de los sectores infantiles vulnerables, sumando a ello el trabajo conjunto con sus familias para favorecer entornos donde puedan opinar, participar y decidir desde lo cotidiano.

Minerva Gómez, por su parte, manifestó los procesos consultivos aún no son suficientes, para ello, se debe incidir en procesos de formación, desde el ámbito universitario. Es necesario formar en distintas disciplinas, que aprendan el enfoque de derechos y género, así como trabajar con quienes tienen contacto directo con las poblaciones, no solo el uso de la voz, sino la expresión de niñas y niños y adultos es fundamental, precisó.

Gómez recalca la urgencia de reactivar y hacer visibles los consejos infantiles, la construcción de indicadores, la implementación de metodologías y mecanismos de estrategias adecuados, así como una representación de las diversas infancias:

“Abrir espacios de participación en todos los programas de atención sobre todos los infantes que se encuentran en un contexto de movilidad, centros de asistencia social, víctimas de delitos, medios hospitalarios, con discapacidades, acogimiento familiar y en adopción”.

Las y los asistentes coincidieron en que se debe dejar atrás la idea adultocentrista, donde el adulto toma las decisiones en temas que idealmente le competen a las infancias y adolescencias. Asimismo, señalaron que se debe deconstruir la idea lineal de los procesos participativos e impulsarlos para modificar la concepción de los parámetros de ser adulto/autoridad.

“La edad no es una barrera, niños y adolescentes somos el presente no el futuro porque desde ahorita vamos actuando y estamos haciendo algo para tener un bienestar tanto para adultos como para niños niñas y adolescentes”, finalizó Karen de Aquino.

 

Comparte

Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer