Apapachos de resistencia

Crónica

Agradecimientos por el día anterior, por el “calorcito” y por el “espacio seguro lleno de apapacho” fueron frases que se pudieron leer el pasado 5 de septiembre en el chat de Whatsapp después de un picnic dominguero de la colectiva Ternura Cuir. Esta es una comunidad fundada en Querétaro por León (él), Jack (elle) y Frida (elle) de y para la comunidad LGBTQI+.

Por Alex Miles Arias 

Ternura Cuir es una colectiva que busca reunirse cada semana en Querétaro, por lo regular los miércoles, juntes organizan todo tipo de actividades: leer poemas, ver películas, compartir comida, participar en talleres de arte, tomar clases de baile y de crochet, etcétera. Muchas veces sólo se organizan ellxs tres y en conjunto con lxs demás integrantes piensan en qué pueden hacer.

Ser o no ser en un espacio

El 4 de septiembre realizaron un picnic donde llegaron varias personas nuevas. No todxs nos conocemos; sin embargo, ya hay quienes son más asiduxs a los eventos. En este caso con caras nuevas, sucedió una dinámica para presentarnos en donde decíamos nuestro nombre, pronombre o pronombres y dos verdades y una mentira para que lxs demás adivinaran cuál era la mentira. Todxs estábamos divertidxs y tomando nota de los pronombres. Al terminar esto, Jack dio la bienvenida formal a la convivencia.

Habló de cómo querían hacer algo en domingo “para compartir alimento y platiquita”, y que hace mucho no se hacía porque saben que este día es familiar. Sin embargo, también sabe cómo para muchas personas estar con la familia biológica, no siempre es algo fácil, sobre todo, para personas de la comunidad.

“Se invisibiliza nuestra disidencia y se invisibilizan nuestros pronombres y eso es cansado. Entonces sí, queríamos un espacio para la familia elegida, la familia cuir, donde no se cuestiona nuestra existencia”, concluye Jack.

Picnic de Ternura Cuir del 4 septiembre en el parque de Carretas. FOTO Alex Miles.

La creación de espacios cuir de y para la comunidad, hacen frente a una falta de espacios seguros, ya que los espacios públicos y privados que existen creados por la heterocisnorma, son violentos y no incluyentes de la comunidad.

La Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021 informa que de la población de 15 años o más en Querétaro, 8.2% se identifica como parte de la comunidad LGBTI+ (Lésbico, Gay, Bisexual, Trans* e Intersexual). Esto representa el tercer porcentaje más alto de población LGBTI en el país, dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Una pequeña muestra de esa cantidad, alrededor de unas 23 personas, estábamos escuchando y empatizando con Jack, asintiendo a sus palabras.

La verdad es que muchxs resonamos con esta vivencia, “con mi familia es confuso y, ay, es que mi mamá es una señora muy rara. Si en algún momento tuve ganas de salir del closet con ella, ya se me fueron” me comparte Calisto (ella), una chica de la comunidad que encontró a la colectiva hace unas semanas. Ella es queretana y su familia viene de un contexto conservador; siempre ha asistido a escuelas tradicionales religiosas. Ternura Cuir es el primer espacio presencial en el que realmente se relaciona con personas de la comunidad LGBTQI+, ahí no siente que tiene que esconder nada.

La religión es un factor muy importante en nuestra construcción personal, y por ende en la construcción de los espacios. Querétaro es conocido por ser un estado muy mocho, me cuenta León. Y no solo todas las personas que entrevisté coinciden: según el INEGI (2020) el 85.5% de la población es católica (arriba de la media nacional por 7.5%), mientras que el 5.6 % es protestante, cristiano evangélico. No por nada en Querétaro el 61% de la población queretana tiene su identificación partidista con el PAN, que basa muchos de sus principios en la doctrina social de la iglesia católica.

“No podemos dejar de pensar en toda la ideología religiosa que también va a marcar un discurso súper importante”, afirma Fausto (ella, elle), artista visual y performancera no binarix, queretana, cuya trayectoria ha explorado la resistencia desde los diferentes momentos de su vida. Explica cómo las estructuras sociales y las personas que las siguen (cómo la religión) reaccionan a los movimientos que cuestionan las construcciones sociales (como lo es la comunidad LGBTQI+) con miedo ante la pérdida de sus paradigmas, generando violencias muy fuertes. 

Es importante aclarar que ‘violencias’ abarca a todo tipo, desde violencias simbólicas hasta violencias físicas. No porque los daños no se vean, significa que no hayan actos violentos; no es necesario el homicidio para entender que los espacios, las ciudades, las plazas, las calles, los trabajos, las casas, no están hechas para nosotrxs.

“Me he sentido agredida en centros comerciales, por comensales y hasta por gente que asiste. En la calle y el transporte público no me ha tocado, pero sí son lugares donde tomo precauciones.”  Me comparte Nuria (ella), chica trans estudiante de comunicación y apasionada de la representación trans en los medios audiovisuales. Forma parte del equipo de DOQUMENTA y actualmente está colaborando con Cinema Queer; ella es el vínculo en Querétaro para hacer de la ciudad una de las sedes para mostrar las películas. Al decirme que es usuaria del transporte público, me comenta que se hace muy consciente de su ropa y su corporalidad, modula su voz y cambia otras prácticas corporales con el propósito de evitar violencias. Y cómo no, cuando El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT+ de la Fundación Arcoíris reporta que en el 2021 se registraron más de 80 casos de agresiones y crímenes relacionados con la identidad de género y la orientación sexual. De todos esos casos, al menos 60 fueron asesinatos. Hasta ahora, Nuria me comenta que modular su expresión de género le ha funcionado. Sin embargo, aún ha vivido agresiones en espacios privados; en casa de otras personas. 

Ya mencioné cómo Calisto se relaciona en los espacios privados de su casa. De la misma forma, me cuenta que una de las razones por la que casi no sale es por el tema de seguridad. Me comenta que ciudades como la Ciudad de México le dan más miedo, pero que aquí tampoco iría de la mano con su pareja en espacios públicos.

Todas las personas entrevistadas tienen espacios en los que no se sienten o no se han sentido segurxs, tanto privados como públicos. De hecho, el informe del 2020 del Observatorio mencionado anteriormente recopila en qué espacios se viven más agresiones: el 39.75% de las personas LGBT fueron asesinadas en espacios públicos: 46 de esos homicidios ocurrieron en la calle, 4 en la carretera y 14 en diversos espacios públicos como lotes baldíos, bodegas, estacionamientos e incluso un panteón y una escuela. Por otro lado, el siguiente porcentaje más alto (38.52%) lo ocupa la casa de la víctima: 62 personas fueron asesinadas en su propio domicilio. Además, 2.48% de los homicidios ocurrieron en otros domicilios. Estos datos no incluyen otros tipos de violencias que afectan nuestras cotidianidades.

Espacio, más allá de lo físico

Henry Lefebre habla en su libro ‘La producción del espacio’ sobre, vaya, el espacio. Menciona de forma muy elocuente que “no es una cosa entre las cosas, un pro­ducto cualquiera entre los productos: más bien envuelve a las cosas producidas y comprende sus relaciones en su coexistencia y simultaneidad” y es que habla del espacio social. Está hablando de cómo el espacio no necesariamente es la fisicalidad producida, es las relaciones y coexistencias que se crean en este. El espacio son las personas que lo ocupan. Ternura Cuir acuerpa esto igual que muchas comunidades Ballroom, no tiene una sede fija. 

Fausto me cuenta que cuando entrevistó a Miranda Apocalipstick, le habló de cómo la creación de los espacios seguros los generaban ellas, ella y sus hermanas vogueras, con su presencia. 

“Estando tres hermanas juntas, el espacio seguro lo traemos con nosotras” Yo lo he podido ver con la cultura ballroom —continúa— con las House of Apocalipstick en particular que han construido eso, se han fortalecido de manera impresionante. Y llevan el espacio seguro a donde ellas están.

Casa de León, a la izquierda Effy, a la derecha Ambar. FOTO. Alex Miles.

León (él), chico trans y co-fundador de Ternura cuir, cuenta cómo surgió la idea de la colectiva, en esa tardeada de picnic dominguera. Él comenzó su transición y buscó organizaciones y grupos para un acompañamiento. Sin embargo, encontró en su mayoría grupos de incidencia política y/o asesoramiento legal para procesos como el de cambio de nombre. Enfoques sumamente importantes y valiosos, sin embargo, lo que él realmente buscaba era un espacio seguro para dialogar, compartir, acompañar y apapachar. Esto se lo platicó a sus amixes Jack y Frida. Días después, ya estaban haciendo la primera reunión en casa de León a jugar juegos de mesa con personas de la comunidad que no necesariamente conocían. A partir de ahí, se han reunido cada semana, cada vez con un flujo de personas algo diferente, han llegado este miércoles 7 de septiembre a 19 sesiones.

No son el único espacio. Como ya mencioné, está la comunidad Ballroom, la cual no es ajena, hay varias personas que intersectan los diversos espacios. También hay antros y bares gay (sin embargo tienden a ser eso, de y para hombres gays).

Entretejiendo espacios y personas

Algo en lo que a su vez coincidieron las personas que entrevisté, es la relevancia de crear nuestros espacios. Querétaro no es conocido por ser la ciudad más incluyente, sin embargo, varixs sentimos cambios sociales en los últimos años. 

Fausto me cuenta que en la primera marcha de orgullo fueron 500-1000 personas, mientras que en las últimas han sido 3000-4000. Me narra cómo ella siente el cambio también; se lo atribuye a una serie de “factores multi-experienciales” que empezaron a crecer desde alrededor del 2006 con la ‘Asosiación contra la homolesbobitransfobia, ya que fue un grupo coordinado por varixs agentes y activistas que organizaba marchas políticas. Fausto afirma que es crucial entender la historia y estos primeros movimientos para entender y apreciar el panorama ahora. De igual forma, los cambios que se perciben actualmente se los atribuye a la migración, dado que muchas personas de la comunidad no nacieron en Querétaro, llegaron, y ahora buscan espacios y comunidad.

Me cuentan mis entrevistadxs que la búsqueda de espacios y comunidad, es algo que definitivamente buscamos de forma activa, y si no, el momento que llega un acercamiento, nos damos cuenta de cuánto lo necesitábamos.

Fausto elabora, comenta que viene de una necesidad potente. “Nacen (los espacios) de la urgencia, está urgencia que se visibiliza desde las propias experiencias violentas. Empiezas a buscar estos espacios o esta gente con la cual encuentras la posibilidad del eco.” Nuria y Calisto complementan diciendo que también influye la sensación de soledad, “puede ayudar a prevenir muchas cosas”, añade Calisto.

Llegar a lugares que, como compartió Calisto, no tengas que esconder nada, es llegar a blandito “Me ha servido de soporte. El ballroom me ha dado la seguridad de caminar en la calle. Llegar a la comunidad literalmente me salvó la vida” agrega Davalorie, persona trans (ella, elle), estudiante de música, que frecuenta Ternura Cuir y es parte de la comunidad Ballroom.

Davalorie y Sofía en el picnic. FOTO. Alex Miles

Aparte de encontrar un lugar seguro, se tiende a encontrar un lugar de entendimiento,

“Relacionarme con personas cuir, específicamente con personas trans, sí es como tener un piso que tocar. Donde no partes de cero como suelen partir con las personas”, agrega Nuria.

Y la verdad es que son muy amables. A la segunda vez de mi asistencia, me recibieron bonito y pude compartir vivencias con Davalorie en una plática sorprendentemente íntima, sorprendente pues no nos conocíamos. Fue el inicio de una bonita amistad.

Ternura Cuir ha logrado ser uno de los espacios seguros, safe havens para apapacho y acompañamiento ante situaciones tan vulnerantes, confusas y dolorosas que vivimos como personas de la comunidad en nuestros contextos cercanos, sobretodo en un país que está dentro de la lista de países más homofóbicos de Latinoamérica. Sin embargo, esto lo hacen desde una incidencia política no muy hablada, la de los cuidados.

Desde el inicio, León buscaba no solo un espacio seguro, si no un lugar de apapacho; el nombre ‘Ternura Cuir’ verdaderamente le hace justicia a tal propósito. Comparte que entre él, Firda y Jack rebotaron mucho cómo ponerle al grupo. Salió justo la propuesta de ‘Apapacho Cuir’, sin embargo, León se rehusó dado que ya existe otro lugar con un nombre parecido y que además percibe elitista. Querían que la dinámica en la colectiva fuera horizontal e incluyente. Y es que la incidencia desde los cuidados, tiende a considerarse en segundo plano tanto por los movimientos sociales, como por los procesos de tipificación y legalidades. 

No hay estadísticas que midan los cuidados o las sensaciones de seguridad o de familia, pero sí se sabe que el 36% de los asesinatos LGBTQI+ son realizados por personas cercanas: amistades, familia, pareja, mentor… 

Lo que también existe es todo un ‘Manifiesto de los cuidados’, que habla de los parentescos radicales y la búsqueda de cuidados y afectos, fuera de la forma binaria y heterocisnormada, como resistencia. Nuria vive la teoría en la práctica. 

“Tengo mi mamá trans que siempre está al pendiente de mí y me ayuda mucho a crecer en esta nueva etapa de mi vida; aprendo a moverme en este mundo que es un poco ajeno a mí y un poco hostil, y pues mi mamá trans ya pasó por eso hace 20 años.”

Hil Malatino escribe ‘Cuidados trans’, donde afirma que “necesitamos atención con el fin de sanar de experiencias físicas y emocionales transformadoras.” Sobre todo cuando existimos en conflicto con las instituciones y las estructuras familiares. “Lxs chicxs de ternura y del Ballroom, son mi familia”, confirma Davalorie. 

No sólo creamos, tomamos

No hay datos concretos, pero haciendo una búsqueda en google maps sobre espacios culturales (museos, plazas públicas, centros culturales, cafeterías) y de entretenimiento (antros, bares) delimitándonos dentro del triángulo de Bernardo Quintana, la 57 y la Autopista México-Querétaro, hay alrededor de 175 lugares culturales y 120 bares y antros reconocidos; un total de 295 espacios. De los cuales, según páginas de turismo LGBTQI+ (que terminan siendo en su vasta mayoria turismo G), 17 lugares, es decir el 5.7%, son espacios abierta y deliberadamente para la comunidad. 

Como mencioné anteriormente, Ternura Cuir no tiene una sede propia. Se ha dedicado a usar y pedir espacios culturales ya existentes. Esto implica no solamente un proceso de crear espacios, sino uno también muy importante de tomar espacios. Espacios como el La CCC, el CAE, el parque de Carretas, Kokoro, El Restauratorio Ink, la Morada Cultural…

Nuria considera que hay muchos proyectos culturales que se dirigen a la comunidad pero realmente no la incluyen en el proceso o en los espacios. Habla de cómo las personas cuir al crear y tomar espacios, retomamos nuestras voces; así nos entendemos en otros contextos, aparte de hacer que estos otros contextos nos entiendan también. Calisto también confirmó “les hace falta vernos más”, me comenta con decisión, al preguntarle por qué ocupar espacios.

Fausto, como artista visual, trabajó mucho tiempo en la calle, en el espacio público, haciendo performance y acciones. Hoy en día vive a través de travestismo “ahora lo que intento es que el travestismo no solo sea en lugares especificos, si no el lugares cotidianos. No quiero salir a la calle sin mis aretes, sin mis uñas, sin ropa con la que me sienta cómoda” De esta forma, salir con nuestras disidencias en la piel y en las telas que portamos, nos ayuda a generar una especie de asimilación. “Tiene que empezar a haber una asimilación de la diferencia, entonces si me ves en la calle y me ves distintx, ese es el propósito. Que no tengamos que escondernos, porque aparte todo esto que construimos” agrega Fausto señalando a sus prendas y accesorios, “puede ser bellísimo, y puede ser tremenda y absolutamente divertido.” 

MAPA de lugares LGBTQI+ en Querétaro

 

Ternura Cuir no solo da a la comunidad talleres artísticos, o picnics domingueros al aire libre. Da toda una red de apoyo con el puro hecho de juntarse y reconocerse. A León le gustaría crecer el grupo para eventualmente tener una sede y hasta poder tener fondos para apoyar a la comunidad trans* y demás disidencias. Ya que, claro, las operaciones, binders y procesos legales son muy caros. 

Sin embargo, por ahora seguirán ocupando espacios prestados y tomados, para, con las demás personas que atienden a los llamados de apapacho, seguir creando espacios seguros, de acompañamiento de y para la comunidad. Esto, con platiquitas y arte sin la falta de amistades, y familias elegidas.

Mesa de trabajo del miércoles 7 de septiembre, taller de fanzines. FOTO. Alex Miles.

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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Querétaro, del cual ZonaDocs fungió como socio formador.

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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