Él regresará, estoy segura

Maroma

Por María de Jesús Ramírez Magallón, esposa de Ricardo Lagunes.

Cuando la poesía es vida, recuerdo dos cosas: al niño pijama de rayas y a Garrick, el cómico de Inglaterra. 

Yo zapateo riendo para decirle a la niña colibrí que su abuelo me llamaba Chuparrosa cuando era niña. Pregunta qué dijeron mis abuelos cuando supieron que yo sería madre: papá Chuy la bendijo a ella y a sus descendientes; mamá Socorro le hizo tortillitas; mamá Cheta le trajo monedas de la venta de sus becerros y papá Salvador le dijo “baila conmigo Chuparrosita”… y yo zapateo como el librero que le mandaba mensajes de amor a su amada, del otro lado de la alambrada. 

Nuestra alambrada imaginaria dice confianza, certeza, amor, reconciliación, vida digna, ancestros que pagaron el precio para que nosotras vivamos. Un padre al que adoro con toda mi alma, un esposo del que me siento orgullosa.

Y elegimos vivir, al alto precio que nos toca tomar la vida, para que nadie más muera en nuestra tierra: la matria que llevo representada en el vientre. 

A los perpetradores les deseo vida plena, y les extiendo las bendiciones que recibí de los ancestros que me dieron vida. Les comparto la dicha de tener un abuelo con abuelos del Sefarad que se reinventó muchas veces. Les comparto la humildad de mi abuela que creció solita desde niña. Les comparto la abundancia que me dejó mi abuela que heredó dotes matrimoniales (ganado) de sus abuelas (lo gasté para comer, hace 30 años, sólo me queda el recuerdo de mis vacas). Les comparto la dignidad de mi abuelo, niño nahua que abría su corazón al mundo.

Todo lo bueno lloverá en nuestra tierra. Mucha luz y toda la sabiduría de Ricardo caerá sobre mi tierra. Mucho gozo caerá sobre todos. 

En nuestra fértil tierra crecerá el espíritu del hombre que elegí compañero de vida. En nuestra tierra no habrá más muertes materno-infantiles, ni niños jugando a matar, ni niñas agredidas, ni hombres contrariados para demostrar quién es más fuerte. En nuestra tierra se abrirán puertas y ventanas al mundo. Y todas las maravillas que yo veo en los ancestros de nuestra Jaliscolimachoacán les bendecirán en cada respiro.

Y llegará el día en el que cada uno abramos la puerta al diálogo y llegará el día en donde asumamos que bebemos del mismo credo, aunque algunos prefieran ponerle alas a sus santos. Y cada ancestro que yo haya encontrado le dará fuerza, vida y bendiciones al forastero que trajo una bandera de paz a nuestras vidas. 

El niño pijama de rayas tenía un padre que lo hacía reír y Garrick lloraba riendo. Les deseo todo lo bueno de la vida, porque la vida es bella.

Él regresará, estoy segura.

***

Texto publicado en las redes personales de María de Jesús Ramírez Magallón, se reproduce con su autorización.

**

Ricardo Lagunes Gasca y Antonio Díaz Valencia fueron desaparecidos el domingo 15 de enero, la última vez que se les vio fue en el puente de la comunidad de Coahuayana, Michoacán, después de mantener una asamblea en dicha localidad. Viajaban a bordo de una camioneta marca Honda, propiedad de Ricardo Lagunes, la cual fue encontrada -con impactos de bala- en la comunidad de Cerro de Ortega entre los límites de Colima y Michoacán.

Comparte

Maroma
Maroma
Maroma es un observatorio de la niñez y la juventud. Somos un grupo interdisciplinario de personas involucradas en los sectores académicos, comunitarios, públicos y privados con fines de gestión y bienestar para la niñez y juventud que busca incidir en políticas públicas y movimientos sociales con un enfoque de innovación social.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer