“Ha pasado un año, pero el caso sigue igual y mi hijo sigue sin regresar” 

#HastaEncontrarles

Mario Alberto Luna García fue desaparecido la madrugada del 29 de mayo de 2022 en la Colonia Miguel de la Madrid en Tequila, Jalisco. A casi un año de su desaparición, su madre Angélica García Ruíz y su hermana, Alejandra Luna, señalan que la carpeta de investigación de Mario “se ha movido” tres veces de municipio y ninguna de las autoridades han trabajado en el caso de su hermano. 

Por Aletse Torres Flores / @aletse1799

La noche del 28 de mayo de 2022, Mario Alberto Luna festejaba el cumpleaños número cinco de su única hija. Al finalizar de partir el pastel y abrir los regalos, alrededor de las 11:00 de la noche salió y le comentó a su hermana que “volvería más tarde”. 

A la mañana siguiente, Mario había quedado “de pasar” por unos trabajadores para irse a los campos de Mezcal, pero nunca pasó por ellos ni se comunicó con nadie. 

Lo último que supieron fue que el joven se reunió con un amigo en “Las Banquitas”, espacio recreativo ubicado en la Colonia Miguel de la Madrid en Tequila, Jalisco. No obstante, se retiró del lugar la madrugada del 29 de mayo y no supieron más de su paradero. 

Todo el domingo lo buscaron en los campos de Mezcal, en las calles, en la plaza del municipio y en las redes sociales difundieron su foto, pero no lo encontraron. Por lo mismo, el lunes por la mañana realizaron la denuncia en la Fiscalía Regional Distrito Diez Tequila, con la esperanza de que las autoridades les apoyaran. 

Angélica García, madre de Mario, comentó que tuvo que viajar a Guadalajara por indicaciones de las autoridades de Tequila para hacer la denuncia en la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de Jalisco y le otorgaran una carpeta de investigación al caso de su hijo:

“Yo fui hasta allá porque me dijeron que se debía hacer en la Fiscalía del estado de Jalisco todo el procedimiento. Pero cuando llegué, me dijeron que no, que era en Tequila donde debía de hacerlo”. 

Luego, la familia localizó la última ubicación del GPS de la camioneta y se encontraba en una finca en San Isidro Mazatepec y,  por esta evidencia, el caso fue trasladado a la Fiscalía Regional V Distrito en Chapala, Jalisco. 

Su hermana Alejandra Luna puntualizó que se dirigieron al domicilio, pero no les dejaron pasar hasta donde marcaba la ubicación. La familia supuso que la camioneta se encontraba en la bodega de la finca y le solicitó a las autoridades acudir lo antes posible. 

“Quince días se tardaron en ir a inspeccionar y pues claro, ya no había nada” sentenció Alejandra, quien piensa que si las autoridades hubieran actuado más rápido a sus peticiones, hubieran encontrado alguna pista del paradero de su hermano.    

Después de eso, el caso regresó a la Fiscalía de Tequila y lo “único que han hecho las autoridades fue revelar la sábana de llamadas del teléfono de Mario”. 

Solamente le han llamado tres veces de la Fiscalía y Comisión de Búsqueda de Jalisco para preguntarle si Mario “sigue en calidad de desaparecido”, situación que le ha parecido insensible y poco empático de parte de los mandatarios. 

“A veces ni me contestan, hasta la llamada veinte me levantan el teléfono porque saben que soy yo. Solo les llamo para saber si saben algo de mi hijo” denunció la madre. 

Además reconoció que le han ofrecido apoyarla con atención médica y psicológica; sin embargo, debe trasladarse a la capital para poder recibirla. Para ella “es lo mismo que nada”, debido a que los traslados son complicados y termina gastando más dinero:

“La verdad es que me sale más caro irme hasta allá cada que me digan y pues como no me ofrecen otra cosa, no la tomo”. 

En más de una ocasión, ha preguntado si podría recibir el apoyo en su municipio, pero la respuesta ha sido negativa por parte de la Comisión de Búsqueda, ya que no cuentan con una sede en la región. 

Buscar en solitario

Por otro lado, la familia Luna no ha encontrado algún colectivo de personas que busquen en Tequila, lo que les ha llevado a realizar la búsqueda en solitario y con el apoyo a distancia de los colectivos Guadalajara. 

“Yo me quiero unir a un colectivo, pero el problema es que solo puedo ir los fines de semana por el transporte y por que se complica” comentó Alejandra. 

Ha pasado casi un año desde la desaparición de su hijo y Angélica aseguró que si ella no lo busca por voluntad propia, nadie más lo va a hacer, puesto que todos los avances del caso han sido por el trabajo que ha realizado su familia. 

Los fines de semana, pegan volantes con el rostro de Mario en diversos puntos del municipio y siempre cuidando que sean espacios que no frecuente su hija, quien aún desconoce qué fue lo que le sucedió a su padre. 

En una ocasión, pegaron una lona en un espacio “más visible”, pero fue retirada por personas no reconocidas y optaron por solo pegar volantes pequeños por su seguridad. 

“No sabemos quien la quitó, porque nos dieron permiso las personas de lugar y nomás un día ya no estaba. Mejor ya no la pusimos” declaró Alejandra. 

Ambas coinciden que vivir en la región les ha complicado darle mayor visibilidad al caso de su hijo, puesto que no en todos lados pueden pegar las fichas o no saben en dónde pueden difundirlas. 

Por lo mismo, han viajado a Guadalajara para ser entrevistadas en un canal de televisión y la ficha de búsqueda fuera transmitida por lo menos “un minuto” y más personas lo vieran a Mario.

Igualmente, marcharon por primera vez el 10 de mayo con diversos colectivos de la capital para poder gritar el nombre de su “tesoro”, con la esperanza de que alguien lo reconociera:

“Nosotros no somos mucho de ir y estar marchando. Pero queremos que mi hermano este con su familia, con su hija. Lo único que nos importa es volverlo a ver” manifestó su hermana, Alejandra. 

La única exigencia de la familia, es que las instituciones encargadas del caso de Mario realicen su trabajo y ayuden al joven a regresar a su hogar:“Yo creo que uno pide lo mínimo, que hagan su trabajo” sentenció la madre. 

Su madre describe a Mario como un joven delgado, castaño y sonriente. En enero de este año, cumplió 26 años y su hija está a punto de cumplir seis años. Le gusta mucho hablar y bromear con su familia. Es mezcalero y se pasa la mayoría del tiempo en el campo trabajando. Siempre le veían con una sonrisa en el rostro. 

Todos los días su familia espera su regreso y por lo mismo, se han dedicado durante todo el año a realizar el trabajo de las autoridades: buscarlo hasta encontrarlo.

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Aletse Torres
Aletse Torres
Vivo de café, amo los gatos, no creo en las etiquetas. Desde niña quise ser periodista por Spiderman, me invento unas fotos, cubro cualquier tema con pasión, respeto y verdad.

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