Y verás cosas peores…

La calle del Turco

Por Édgar Velasco / @Turcoviejo

En octubre de 2017, el entonces diputado local Pedro Kumamoto anunció que iba a solicitar licencia a su cargo, al que había llegado luego de competir como candidato independiente. La razón: iba a buscar un lugar en el Senado de la República. En ese entonces los esfuerzos de Kumamoto y compañía estaban cobijados por el arbolito de Wikipolítica, colectivo que vino a refrescar la escena política-electoral. Pedro y Juanita Salgado aparecieron en la boleta y perdieron porque Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo, de Movimiento Ciudadano, ganaron esa elección sólo gracias a su alianza con el Partido Acción Nacional.

La licencia de Kumamoto fue vista con malos ojos y sirvió de comidilla a sus detractores por varios días. En aquel otoño escribí —y me disculpo de antemano por la autocita:

«Buscar el brinco de la diputación local al Senado, flanqueado además por más candidaturas wiki, es estrategia. Una de tantas estrategias. Y sí, muchas de esas estrategias seguramente no nos van a gustar. O serán criticables. Y nuestro papel, creo, es precisamente eso: criticarlas, señalarlas. Pero también esperar qué resulta de ellas». 

Seis años han pasado desde entonces. No he vuelto a saber de Juanita Delgado; Clemente Castañeda ya se desmarcó de este proceso electoral; Verónica Delgadillo acaba de ir a Casa Jalisco a que le dieran la bendición; de Wikipolítica ya no queda más que el recuerdo nostálgico de lo que pudo ser y no fue, pues devino en Futuro, un partido político en forma y con presupuesto. Kumamoto ahora es regidor en Zapopan y volvió a ser noticia hace unos días cuando anunció que durante el proceso electoral jalisciense de 2024 Futuro irá en coalición junto con Morena y sus comparsas —el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista—, además de Hagamos, el partido político de la Universidad de Guadalajara —que ya han dicho que no es de la universidad *guiño-guiño*.

Tal y como ocurrió en 2017, una vez más han saltado los detractores de Kumamoto para regodearse en lo que, entiendo, ellos consideran una ¿victoria? Tal parece que para muchos es una gran noticia el anuncio de la coalición con Morena porque, parecen pensar, en el chiquero el lodo los iguala a todos. Creo que son lecturas maniqueas con un objetivo claro: restar votos desde ahora por la vía de la descalificación. 

A mí, de entrada, el anuncio me desconcertó. Aunque me queda claro que en estos días queda poco o nada del capital político que llegó a acumular Wikipolítica, jamás preví un escenario en el que Futuro hiciera alianza con Morena y sus enanos. En cambio, sí me parecía posible una alianza con Hagamos, aunque al final los votos que obtuvieran el día de la votación fueran modestos, por no decir mínimos.

Por eso, por mi desconcierto, fui a hurgar en mis recuerdos para confrontarme con el que escribió el párrafo arriba citado. Sigo estando de acuerdo y suscribo: las decisiones anunciadas por Kumamoto son estrategia. Una estrategia de tantas. Y ésta en particular entra en el cajón de esas estrategias que no me gustan. Soy de los que no están a favor de esa alianza. Si bien hay que esperar para ver qué posición va a jugar Futuro en la coalición y qué temas va a empujar y cómo pretende hacerlo, creo que el novel partido ha tirado por la borda lo poco que quedaba del impulso wiki y los platos rotos ya los empezó a pagar Pedro, como corresponde a la figura más reconocida del partido. Para ponerlo en perspectiva, me parece que hasta ahora la factura le ha salido muy barata a Hagamos: no veo una campaña para echarle en cara la alianza a Mara Robles, por ejemplo.

Ahora bien, estemos de acuerdo con ella o no, nos guste o no, habrá que ver cómo se va desarrollando dicha alianza. Como ocurre en el resto del país, en Jalisco Morena tiene un mazo de cartas que incluye a impresentables como Carlos Lomelí, José María Martínez y Antonio Pérez Garibay, por nombrar sólo a tres. La alianza con Hagamos abre la puerta a que se sume a la lista Ricardo Villanueva, que no ha descartado ir por la gubernatura. Siendo más o menos realistas, el ahora rector de la UdeG es uno de los pocos perfiles que podría poner a sudar a Pablo Lemus, habida cuenta de que ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD figuran desde hace mucho en el estado. 

Entre los ríos de tinta y megabites que se han escrito sobre el anuncio de Pedro Kumamoto, algo de lo más sensato que he leído lo publicó Guadalupe Morfín en su cuenta de La Red Social Antes Conocida como Twitter. Recomiendo que le echen un vistazo.

Y mientras todo esto sucede, hubo procesión naranja en Casa Jalisco para ir a besarle la mano a Enrique Alfaro y recibir su bendición. Para alguien que se dijo retirado de la política electoral (sic), al gobernador se le vio muy sonriente en su papel de cacique apadrinando entenados. 

Total que 2024 está cada vez más cerca y es imposible no recordar el día que el Señor le habló al profeta Ezequiel para advertirle: “Y verás cosas peores”.

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La calle del Turco
La calle del Turco
Édgar Velasco Reprobó el curso propedéutico de Patafísica y eso lo ha llevado a trabajar como reportero, editor y colaborador freelance en diferentes medios. Actualmente es coeditor de la revista Magis. Es autor de los libros Fe de erratas (Paraíso Perdido, 2018), Ciudad y otros relatos (PP, 2014) y de la plaquette Eutanasia (PP, 2013). «La calle del Turco» se ha publicado en los diarios Público-Milenio y El Diario NTR Guadalajara.

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