¿Dónde está mi hija y por qué no la buscan como deberían?

#HastaEncontrarles

Jessica Alejandra Servín Martínez viajó de la ciudad de León a Puebla con el objetivo de brindarle un mejor futuro a su hijo; sin embargo, el 21 de enero de 2024 dejó de tener comunicación con su madre. Los últimos registros que se tienen de ellas quedaron en su cuenta de TikTok, las autoridades de Puebla no han arrojado datos contundentes sobre su búsqueda.

Su madre, Teresa Alejandra, exige que sigan las pistas que les ha dado y que llamen a dar declaración a quienes habitan en el edificio que se le vio última vez en la zona de Angelópolis en la capital poblana.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

Como cualquier joven, Jessica Alejandra Servín Martínez fue registrando en su cuenta de TikTok los lugares que fue conociendo en Puebla. Un departamento en la zona conocida como Angelópolis, un restaurante más en el centro de la capital poblana.

Hasta ahí todo tranquilo, pues esos contenidos eran compartidos a su madre, Teresa Alejandra, quien desde León, Guanajuato, monitoreaba que su hija estuviera bien, no sólo mediante ver sus tiktoks, sino también a través de llamadas y videollamadas.

Jessica Alejandra decidió irse a vivir a Puebla desde junio de 2023. La razón era una promesa de trabajo en una comercializadora de carne. Era una oferta que pensó sería importante, pues quería independizarse para vivir con su hijo, pues tras su separación estaba viviendo en casa de su madre en León, pero ella quería su propio espacio.

Con ese sueño viajó a Puebla, su madre la veía contenta, pues estaba ahorrando dinero y comprando cosas para después vender a su regreso a León. Sin embargo, también tenía periodos de nostalgia, pues extrañaba a su hijo y a su familia.

Su madre no sabía bien dónde vivía en Puebla, primero tuvo asilo en casa de una compañera de trabajo. Después se fue a vivir a una pensión, pero a través de lo que le contaba y de sus tiktoks, su familia, pudo saber en qué lugar vivía.

A Jessica le gusta hacer ejercicio; en este foto se aprecia el lunar que tiene en su rostro.

Con el tiempo, Jessica Alejandra comenzó a ser más hermética con la información que daba a su familia. Las señales de alarma para su familia se prendieron cuando no viajó para las fiestas navideñas, pero aún más cuando no fue al cumpleaños de su hijo. Sus ausencias eran justificadas por falta de permisos en su trabajo.

Su desaparición ocurrió el 21 de enero de 2024, pues desde esa fecha ya no se comunicó con su familia y ya no subió nada a sus redes sociales. Su últimos videos fueron desde un departamento ubicado en la zona de Angelópolis y un restaurante, luego de eso nada.

Al notar esto, Teresa Alejandra viajó inmediatamente a Puebla para reportar su desaparición. En la Fiscalía de Puebla, inicialmente, la intentaron disuadir de que presentara la denuncia en Guanajuato, pero ella estaba segura que su hija había sido desaparecido en Puebla.

Después, le dijeron que si ponía la denuncia en Puebla tendría que mudarse a ese estado para dar seguimiento, y además tendría que ser paciente porque tenían muchos casos. Teresa Alejandra, pese a todo, insistió y puso su denuncia.

Esos primeros días, luego de la desaparición de Jessica Alejandra, comenzó a buscar su propia investigación. El método que usó fue el seguir la pista de lo que su hija subía en sus redes sociales, principalmente TikTok. Revisando los videos pudo ubicar zonas, edificios y lugares donde estuvo su hija, todo eso se lo compartió a las autoridades.

“Yo le entregué todo esto a las autoridades, los mensajes que le mandó, lo que subió a su TikTok, pero ellos no me han reportado absolutamente nada, solamente yo estuve mandando información. Me decían que era difícil porque no teníamos una dirección exacta donde ubicarla y buscarla”, explica Teresa Alejandra.

Con ayuda de su familia de un ingeniero en sistemas lograron ubicar lugares y, con ellos, la ubicación de donde vivía Jessica Alejandra, pese a ello las autoridades poblanas insistían en que buscarla era difícil.

“Dijeron que iba a ser muy difícil porque no había una dirección a donde irla a buscar… porque no había de dónde partir sí, entonces, nosotros familia, empezamos a buscar todo lo que nos parecían evidencias para nosotros. Con eso empezamos a exigir que buscaran en tal o cual lado, pero ahí vinieron las discrepancias”.

Esas diferencias eran tanto con su policía investigador, Lázaro Palacios, y su ministerio público, Mely Cano; el primero porque no sigue las pistas que le dan o no las agota plenamente; con la funcionaria porque ella constantemente dice: “que no le han dicho nada, que no tiene información”.

La información que publicaba Jessica en sus redes sociales ha sido clave en su búsqueda.

A Teresa Alejandra también le molesta que, a la fecha, no tengan acceso las sábana de llamadas o los datos de georreferenciación del teléfono celular de su hija, pues sabe que aunque lleva tiempo la solicitud, vía una autoridad judicial, ha pasado ya un mes y no se tiene acceso a esa información vital para localizarla.

Pese a ello, la madre buscadora considera que hay un dato relevante que no se ha agotado a plenitud, pues en uno de los últimos mensajes en redes de su hija se le pudo ver en un departamento ubicado en una torre en la zona de Angelópolis, un lugar de alta plusvalía en la capital poblana.

“Les pedía que fueran a ese departamento, el policía investigador me dijo que ya fue al lugar donde mi hija tomó la foto y el video, ese es un edificio… unos departamentos, pero me dijo que la administradora del lugar lo dejó subir hasta el departamento que aparece foto, y que estuvo ahí desde el mismo ángulo de donde aparece hija, pero luego me dijo que le dijeron que la persona propietaria no iba tan seguido, entonces, le digo, que si es como un fraccionamiento privado, como no van a llevar un registro de ese día en específico… pero que no es así porque el dueño de la casa o el inquilino autoriza y así los dejan pasar, pero a mí se me hace extraño porque en algunos fraccionamientos te piden obligatoriamente tu credencial”, puntualiza Teresa Alejandra.

Esa actitud de su policía investigador le molestó porque para ella, éste debería de hacer todo lo posible para obligar al dueño del departamento a declarar sobre lo que pasó ese día, pero también a las personas que pudieron haber estado ahí.

“Él me dijo que no pueden mandarlo a citar, del otro lugar que le compartí me dijo que aún no iban, pero que lo harían pronto… tampoco ha buscado a la chica que aparece en el video de mi hija, creo que deberían de hacer algo más con la información que le hemos dado”.

De donde Teresa Alejandra ha sentido más apoyo ha sido de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Puebla, ahí le han apoyado con la emisión de una ficha de búsqueda y con labores de localización.

“Realmente es muy triste que uno tengan que estar encima de las autoridades, que uno esté haciendo el trabajo de ellos… nosotros mandamos el mapa todos esos lugares que investigamos… yo ya le dije del otro lugar donde ella estuvo que es como un antro y todo lo de esos departamentos, pero no hay nada claro”.

Sus exigencias es que sigan todas las pistas para localizar a Jessica Alejandra con vida y de la manera más rápida posible, pues le parece muy deliberado que le digan que no la pueden buscar:

“Yo sólo quiero que la busquen porque esto que estamos viviendo es muy duro, pero tenemos fe de que la vamos a encontrar… para que así pueda cumplir el sueño que tenía junto a su hijo”.

Actualmente, en Puebla existen 3 mil 393 personas desaparecidas; de éstas, 2 mil 066 son hombres, mil 323 mujeres y de cuatro personas no se tiene su género. En este año, las personas que han sido desaparecidas son 89, 49 hombres y 40 mujeres. 

Como señas particulares, Jessica Alejandra Servín Martínez, tiene un lunar de cuatro centímetros en la mejilla izquierda y un tatuaje con la leyenda “Humberto Siriaco” de color negro en la espalda de 25 centímetros. Otro tatuaje con la leyenda “Humberto” y un corazón en la mano derecha; uno más con la palabra “Adonai” ubicada en el pecho, y otro con el nombre “Matías” en la mano derecha.

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Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

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