Comercio ilegal de peces marlín y dorado pone en riesgo la pesca deportiva

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Por Rocío Casas / Repemar / Causa Natura

Baja California Sur, al noroeste de México, es un destino para la pesca deportiva gracias a la abundancia de especies marinas. Sin embargo, esta actividad se ve afectada por el comercio clandestino del pez marlín y el pez dorado, especies reservadas para la pesca deportiva.

Guadalupe Saldaña, senadora del Partido Acción Nacional (PAN) por Baja California Sur, sostuvo que la pesca deportiva es una fuente importante de empleo y turismo; pero su comercialización sin una regulación adecuada puede poner en riesgo la economía local y la sostenibilidad de las especies marinas.

La Secretaría de Finanzas del Gobierno de Baja California Sur recaudó 65 millones de pesos anuales en promedio entre 2021 y 2023 por la venta de permisos de pesca deportiva, de acuerdo con el informe anual del Fondo para la Protección de los Recursos Marinos (Fonmar) Baja California Sur, que se encarga de administrar ese recurso. Hacia octubre del 2023 se habían expedido 146 mil 692 permisos de pesca deportiva.

Gonzalo Alameda, organizador del Torneo de Pesca Bisbee’s, uno de los más grandes del mundo, destacó que en México, especialmente en Baja California Sur, existen especies migratorias como el pez marlín y dorado que, si bien suelen ser abundantes durante ciertas temporadas, pueden enfrentar riesgos debido a la sobreexplotación.

Las especies fueron reservadas para la pesca deportiva en artículo 68 de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS) debido a que el objetivo de esta pesca es capturar especies de tamaños grandes para la recreación y el deporte; para lograrlo se necesita mantener virgen estas poblaciones y garantizar la disponibilidad de organismos grandes en el futuro, explicó el pescador deportivo Hideki Yoshida.

“Las capturas en la pesca deportiva han disminuido en un 80% y las tallas mucho más; cada vez son menores. En los años 90’s la talla mínima para un torneo de pesca de marlín en Los Cabos era de 300 libras. Los marlines ganadores superaban casi las 600 libras. Actualmente, en los torneos en Los Cabos, sólo sale un marlín superando 300 libras, siempre menores a 400”, señaló Marco Puppo, diputado federal de Baja California Sur por el partido Acción Nacional en su intervención para presentar una serie de reformas para proteger la pesca deportiva ante la Cámara de Diputados.

La Carta Nacional Pesquera de 2023 indica que en Baja California Sur y Sinaloa las capturas de dorado son de más de 45 mil individuos anuales con cerca de 40 mil viajes de pesca al año en promedio, lo cual muestra una disminución con respecto al 2009 cuando se registraron 96 mil individuos al año.

Actualmente, no hay estudios oficiales sobre el estatus de las poblaciones reservadas a la pesca deportiva, pero para Hideki Yoshida es notorio que hay una disminución en las tallas de estas especies, lo cual es un indicador de que hay una posible sobreexplotación.

“Es evidente que hay una pesca comercial sobre todo del dorado, pero no hay estudios oficiales sobre el estatus de las poblaciones. Nos damos cuenta de los focos rojos del estatus poblacional en las tallas y últimamente hemos visto que tanto en marlin y dorado, principalmente, las tallas se han reducido. Entonces eso nos lleva a pues prácticamente plantear el escenario de sobreexplotación. Quiere decir que algo está mal. Y la flota de pesca deportiva a nivel nacional no se compara para nada con la flota comercial”, señaló.

Explicó que hay un punto de inflexión entre la pesca comercial y la deportiva, ya que tienen objetivos diferentes, la primera es maximizar la captura de biomasa mientras la segunda es capturar especies de gran tamaño. A pesar de esto, no son antagónicas, sino que el verdadero problema radica en aquellos que practican la actividad de manera incorrecta en ambos ámbitos.

Capturar y comercializar productos de la pesca deportiva

Foto ilustrativa de barcos industriales dedicados a la pesca comercial. Fuente: Alberto Cota

Aunque hay excepciones, para Alberto Guillén, director operativo de la Red de Observadores Ciudadanos (ROC), hay personas en todos los sectores de la pesca que comercializan con las especies reservadas a la pesca deportiva, esto de acuerdo a su experiencia haciendo vigilancia en la bahía de La Paz.

“¿Quienes comercializan la pesca deportiva? Son todos los sectores que la pescan. Empezando por quienes adquieren licencias para pesca deportiva; quienes hacen pesca deportiva sin permisos también; pescadores comerciales que muchas veces lo ven como una oportunidad, ya sea porque hacen una pesca dirigida hacia esa especie o si es incidental y de alguna manera eso les conviene ingresar un poco más de dinero a su bolsillo, pues también lo comercializan”, comentó.

Este problema se origina en que no hay una trazabilidad de los productos que permita ver la procedencia y el manejo de especies marinas, de acuerdo con Mariana Aziz, directora de campañas de transparencia de Oceana México, y esto produce que se desconozca exactamente en qué porcentaje aporta cada sector a esta comercialización.

“La falta de trazabilidad dificulta determinar si proviene de pesca incidental, si se comercializa como parte de la pesca deportiva, o si es importado de otros países donde su pesca es comercial”, señaló.

La pesca incidental es la fuente principal de donde proviene este producto que es comercializado irregularmente, coincidieron los especialistas entrevistados para este artículo y es donde más atención debería de haber por parte de Conapesca.

Durante la captura de túnidos como el atún, bonito y pez espada, a menudo se atrapa también dorado de manera incidental. Sin embargo esta captura está limitada, de acuerdo a la LGPAS en su artículo 66, y “no podrá exceder el volumen de pesca que determine la Conapesca para cada pesquería… Los excedentes de los volúmenes de captura incidental que determine dicha autoridad, serán considerados como pesca realizada sin concesión o permiso”. 

Si bien en la península de Baja California se permite un 10% de pesca incidental de dorado respecto a la captura total, no hay certeza de si se respeta esta cuota o si se alimenta el comercio ilegal de especies reservadas para la pesca deportiva señaló, Aziz.

“Se supone que cuando arriba la embarcación declara cuántas toneladas tiene de cada producto que captura y se permite un porcentaje de pesca incidental. Si la autoridad recabara, analizara y procesara esta información podría decir, ‘oye, están llegando 50 toneladas de dorado’, eso ya no me suena tanto a pesca incidental y se ponga ahí un foco rojo e inspeccionan. El problema es que ahorita no se analizan los avisos de arribo y no hay un análisis de esta información. Con eso la autoridad diría, ‘no hace sentido que se estén arribando muchas toneladas de una especie que está reservada a la pesca deportiva’, pero mientras no haya este análisis, no haya trazabilidad y no haya inspección, está llegando a nuestras mesas”, dijo Aziz.

Sin embargo, existen otras fuentes de irregularidades. Por ejemplo, el dorado y el marlín también es comercializado por quienes tienen permisos para realizar pesca deportiva lo cual es ilegal, indicó Guillen, ya que de acuerdo con la  LGPAS, el producto extraído de la pesca deportiva debe ser para consumo doméstico y lucrar con ella es considerada una infracción según el artículo 132 e implica una sanción administrativa (amonestación; multa; arresto administrativo; decomiso de embarcación, vehículos, artes de pesca y/o productos relacionados con las infracciones cometidas; suspensión o revocación de los permisos; concesiones y autorizaciones).

Ante esto, Gonzalo Alameda señaló que como coordinadores de torneos implementan acciones para evitar la sobreexplotación de las especies objetivo y se esfuerzan en cuidar la especie incluso a través de imponer más reglas de las que establece la ley.

“Estamos implementando clínicas de pesca deportiva para la conservación y preservación de los recursos, o sea, nosotros aportamos y decimos que la pesca deportiva de juveniles infantiles hay que liberarlos, manejamos los límites de captura en Cabo San Lucas, aunque se permita un marlín por pescador, ya se generó una cultura de una pieza por embarcación, o sea estamos tratando de cuidar la especie”, explicó.

Otra forma a través de la cual es posible que esté llegando este producto al mercado, es por la importación desde países como Costa Rica, donde su pesca tiene fines comerciales, según Aziz.

¿Dónde se comercializa?

Marketplace, una sección de compra-venta de Facebook, arroja una amplia oferta de productos derivados de pez marlin principalmente. “Paté de marlín, $90”, “marlín en escabeche, $150”, “kilo de marlín ahumado, $140”, se lee entre las publicaciones de venta de usuarios de La Paz.

Alberto Guillén reconoció que el dorado es un producto de alta demanda que no sólo se comercializa en redes sociales, sino que también está presente en puestos informales y hasta restaurantes exclusivos de La Paz.

En 2023 la organización Oceana publicó el informe Gato por Liebre: El fraude del Pescado Congelado sobre sustitución de especies. De las 59 muestras de pescado tomadas en diversos restaurantes de La Paz, se identificó que en tres restaurantes ofrecían cabrilla, perico y  jurel y en su lugar servían pez dorado.

Sin embargo, en Mulegé, Loreto y Los Cabos se identificaron cuatro muestras de dorado en restaurantes donde se ofrecía pez dorado y no era sustituido, sino que  correspondía con la especie y el platillo se ofrecía por un precio promedio de 250 pesos.

En el caso del pez marlín, se detectaron seis casos en La Paz y en Los Cabos donde se ofrecía la especie en el menú del restaurante, pero fue sustituido, principalmente, por atún de aleta amarilla.

Cadena de corrupción

Fotografía ilustrativa de un pescador con un dorado capturado legalmente en un torneo de pesca deportiva. Fuente: Archivo Fonmar Baja California Sur

De acuerdo con Guillén, este comercio ilegal de especies marinas destinadas a la pesca deportiva involucra una red de actores que operan al margen de las regulaciones pesqueras y perpetúan esta actividad ilegal.

Algunos pescadores comerciales, ya sea operando con licencias y permisos legales o en la sombra de la ilegalidad, participan activamente en la comercialización clandestina de productos provenientes de la pesca deportiva, señaló Guillén. Con la captura de estas especies de forma incidental durante su actividad principal, encuentran en su venta una oportunidad para obtener ganancias adicionales. 

“Se supone que ellos tienen un margen de pesca incidental para reportarla, pero muchas veces no es incidental, sino que es la pesca objetivo. Y como decimos aquí, de pesca incidental están llenos los mercados. Entonces, los pescadores comerciales a menudo se enfocan en ese producto quizá porque no reciben todo el beneficio económico de su pesquería habitual. Esto puede ser porque son explotados por intermediarios que no les proporcionan un precio justo. Como resultado, pueden verse obligados a buscar otras opciones para obtener ganancias, incluso comercializando productos de manera clandestina”, comentó.

Por otro lado, mencionó que algunos pescadores deportivos, tanto aquellos que operan dentro de los límites legales con permisos en regla como los que operan al margen de la ley, se suman a este comercio ilícito. Utilizan diversos canales, desde ventas internas entre conocidos hasta pescaderías, mercados y plataformas en línea, para comercializar los productos capturados ilegalmente. 

“Inclusive cuando llega uno a hacer preguntas al dueño del restaurante dice, ‘no, pero yo lo compré y tengo factura’. Y dices, ¿cómo puede existir una factura de una especie que es exclusiva? Entonces, quiere decir que hay una cadena de corrupción desde que ese pez subió al barco, el que fuere, hasta que llegó a ese restaurante porque lo convirtieron en legal. Llegó a alguna bodega donde se facturó y lo tuvieron que convertir en legal para que se comercializara. Cuando un inspector quisiera hacer una inspección en ese restaurante, en esa bodega, si existe factura, pues ya, hasta ahí acabó la actuación del inspector. Habiendo factura, el producto está amparado, pero no quiere decir que haya sido correcto”, explicó.

Desde el sector restaurantero, Julia Lorena Hinojosa Oliva, consejera de la Cámara de Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en La Paz, aseguró que muchos restaurantes han adoptado una postura de responsabilidad y ética al no comercializar productos como el Dorado y el Marlín.

Explicó que desde mediados de 2022, Canirac ha trabajado en estrecha colaboración con Conapesca para concientizar a sus miembros sobre la importancia de no adquirir ni vender especies prohibidas. Enfatizó que ningún menú de restaurante perteneciente a la cámara maneja especies reservadas para la pesca deportiva ni se le ha sancionado por esto.

“Desde el 2022 que se nos hizo conocimiento de estas prohibiciones, si bien no se ha ejecutado ninguna multa, hemos trabajado al respecto para no cometer errores y no caer en una situación que pueda afectar al empresario por malas prácticas, por comprar productos que están prohibidos. Por eso, ya en nuestras cartas menú, no vas a encontrar ningún producto que haga señalamiento sobre estos dos productos que son el pez marlín y el dorado”, aseguró.

Buenas prácticas

Actualmente, hay dos herramientas que ayudan a evitar la comercialización ilegal de los productos pesqueros reservados para la pesca deportiva.

Se trata de dos reformas, aprobadas en diciembre por la Cámara de Diputados, a los artículos 68 y 132 de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables presentadas por el diputado Marco Puppo que tienen como objetivo prohibir la comercialización de especies exclusivas para la pesca deportiva, que está pendiente de ser aprobada en el Senado para que sea publicada en el Diario Oficial de la Federación y entre en vigor.

La reforma agregó la prohibición de la comercialización de las especies destinadas a la pesca deportiva, incluyendo a las que se obtienen de la pesca incidental y se prohíbe simular actos de pesca incidental con el propósito de lucrar con los productos obtenidos de las capturas.

Una tercera, aún en espera de concretarse, es un proyecto de Norma de Trazabilidad impulsada desde la organización civil Oceana que establece las bases para implementar un sistema de trazabilidad de productos pesqueros y acuícolas, involucrando a todos los participantes de la cadena de valor, sin embargo Conapesca tiene estancada la iniciativa desde el año 2021.

Esta iniciativa permitiría verificar la procedencia legal de los productos del mar de manera que los que provengan de la pesca deportiva ni siquiera llegarían al mercado por no contar con los permisos necesarios.

“Cualquier producto sin permiso, que se capturó en veda, que no es una especie permitida para el comercio no podría llegar a los consumidores. Un producto en la pesca deportiva no va a tener número de permiso comercial, entonces la idea es que naturalmente estos productos se excluyeran del mercado al no juntar con los requisitos de comercialización”, explicó Aziz.

También es necesario que se mejore la vigilancia y dirigida a pescadores deportivos que recurran a la ilegalidad, según Yoshida, mediante la revisión de sus bitácoras, puntos de control y sanciones reales.

Explicó que la comprensión de los objetivos de la pesca comercial y deportiva es crucial para tomar decisiones informadas sobre la conservación y el manejo sostenible de los recursos pesqueros.

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Este artículo cuenta con información e infografía de la periodista Daniela Reyes. 

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Este reportaje contó con el apoyo de la Red de Periodismo del Mar para su realización y fue publicado originalmente en Causa Natura Media.

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