¿Podría impulsar la igualdad de género atender los sentimientos de los hombres?

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Los talleres de Eduardo Liendro enseñan a los hombres a expresar sus sentimientos; dichos talleres se han vuelto tremendamente populares… entre las mujeres.

Por Ena Aguilar Peláez, Global Press Mexico

OAXACA DE JUÁREZ, MÉXICO — En las montañas de Oaxaca, bajo la palapa de la terraza de un hotel, nueve hombres se sientan sobre tapetes de colores en el suelo. El grupo es parte de un taller diseñado para ayudar a que los varones expresen sus emociones de manera saludable, un ejercicio cuyo propósito es mejorar sus capacidades de resolución y comunicación en los diferentes ámbitos de su vida.

Con el objetivo de asistir bimestralmente a los cursos, Carlos Mata ha viajado siete horas en autobús desde su casa en la costa del estado de Oaxaca durante los últimos dos años. Hoy quiere expresar la pérdida de su abuela, fallecida dos días antes, pero aún, hablar de su duelo no es algo fácil para él.

Los integrantes en este grupo de hombres, trabajan en estaciones de radio comunitarias enlazadas por Ojo de Agua Comunicación, una organización oaxaqueña que defiende los derechos de las comunidades indígenas y capacita al personal de las estaciones para producir audio y video. Por solicitud de una colega quien sentía que ella y otras mujeres de las estaciones de radio comunitarias no recibían trato igualitario ni respetuoso por parte de sus colegas masculinos, se invitó a los varones a asistir al taller.

Estos cursos se diseñaron para crear un espacio seguro en el que los hombres puedan expresarse sin sentirse juzgados y sin la carga de tener que apegarse a las normas sociales que les exige un deber ser, que frecuentemente desalienta la vulnerabilidad masculina.

Eduardo Liendro, antropólogo social quien dirige el taller, hace 30 años fue parte del Colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias, una agrupación sin fines de lucro, que ofrecía talleres y sesiones de capacitación para manejar comportamientos masculinos que afectan a las mujeres.

Desde aquel entonces, Liendro percibía que la única manera de lograr la igualdad de género radicaba en trabajar con los hombres para crear conciencia de las relaciones masculinas aprendidas culturalmente. Después de clausurar la organización en 2006 por considerar que esta había perdido el foco, Liendro comenzó a trabajar por su cuenta dirigiendo talleres donde los hombres pueden expresar sus emociones en un espacio libre de juicios. Para muchos de ellos, esto ha resultado en mejores relaciones personales y de trabajo.

Conforme se han ido extendiendo estos talleres por todo México, un número creciente de mujeres los solicitan para sus colegas masculinos. Liendro agradece la demanda, pero no cuenta con los recursos para satisfacerla. Él dice que, en comparación con las subvenciones disponibles para los talleres de igualdad de género para mujeres, los fondos para talleres de masculinidades todavía son muy escasos.

Actualmente su trabajo depende de las pocas organizaciones que tienen la voluntad y los recursos para crear talleres dirigidos a trabajar con las emociones de los hombres. Liendro no puede expandir sus talleres y responder a la cada vez mayor demanda. En septiembre de 2022, ONU Mujeres, una entidad de la Organización de las Naciones Unidas que promueve la justicia de género, informó que al ritmo actual de avance, podría tomar cerca de 300 años alcanzar la total igualdad de género.

Liendro cree que esto podría lograrse antes, si se incluyeran a más hombres en el trabajo para lograr la igualdad.

Mata, representante legal de la estación de radio comunitaria de San Pedro Tututepec, en el sudoeste de Oaxaca, desearía haber encontrado antes los talleres de Liendro.

“Cuando vivía con mi novia, me volví arrogante e incluso verbalmente violento cuando ella me compartía sus emociones”, dice Mata. “Hoy sé que si hubiera tomado estos cursos antes, mi relación no habría terminado, habría entendido que ella no cuestionaba mis acciones, sino que simplemente compartía las suyas”.

Mata dice que tuvo ideas suicidas tras la ruptura de su relación y que no pudo hablar sobre lo que sentía, lo que aumentó la presión sobre sus relaciones de trabajo.

“Cuando culturalmente a los hombres solo se les permite demostrar ira y no otras emociones, se crea un tipo de hipertrofia emocional”, explica Quetzalcóatl Hernández, coordinador del doctorado en investigación psicológica de la Universidad Iberoamericana Puebla, creando una confusión mental entre lo que un hombre experimenta emocionalmente y lo que culturalmente se le permite expresar. El primer paso para cerrar esa brecha, dice Hernández, radica en reconocer que existe esa desconexión.

Liendro comparte que en sus talleres los varones se permiten reflexionar y compartir sus experiencias, alegrías, frustraciones y dolor, así como las maneras en que ellos controlan, dominan o ejercen la violencia. Con ello se rompe con los silencios y pactos que han aprendido desde la niñez.

Según las investigaciones de Simetría A.C., organismo no lucrativo con sede en la Ciudad de México, el cual promueve la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres, es necesario involucrar a los hombres en toda tarea para prevenir la violencia de género. Sin embargo, “la falta de recursos para programas donde se incluyan a los hombres es una de las principales barreras que enfrentan las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en México, y es además la razón principal en la falta de evaluaciones para lograr esta clase de intervenciones”.

(Ena Aguilar Peláez/Global Press Journal)

El Informe de Simetría para 2021, que se basó en entrevistas con ocho OSC que trabajan en pro de los derechos de las mujeres y por prevenir la violencia de género en México, recomendó que los recursos gubernamentales “se dediquen no solamente a apoyar a las supervivientes, sino también a la prevención, una etapa en la que también deben incluirse hombres y niños”.

Cada año, el Congreso Mexicano aprueba en el presupuesto federal lo que se conoce como el Anexo 13: “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, pero Global Press Journal no encontró registros públicos con información desglosada del gasto federal en programas orientados a la educación y concientización masculina.

Para Liendro, no se invierten recursos en las causas que van a la raíz de la desigualdad de género.

Global Press Journal no obtuvo respuesta a sus solicitudes para entrevistar al Grupo de Trabajo de Presupuesto con Perspectiva de Género, establecido por el Congreso Mexicano con ese fin.

Paola Morales, quien solicitó el taller para sus colegas varones, dice que contar con un lugar donde los hombres puedan expresar sus vulnerabilidades, como el ofrecido por los talleres de Liendro, constituye un paso importante hacia la igualdad de género.

“Mientras los hombres no sean conscientes de que están incurriendo en comportamientos dominantes, nunca alcanzaremos orgánicamente la igualdad y las mujeres siempre estaremos luchando por conseguirla”, afirma Morales.

Luz Estrada, quien trabaja en producción en la estación de radio comunitaria, dice que ha mejorado su lugar de trabajo desde que sus colegas masculinos asisten a los talleres de Liendro.

“Antes no me sentía segura en mi trabajo, mis compañeros no me pedían mi opinión y tampoco daban un lugar a mi trabajo”, dice Estrada. “Después de que mis compañeros asistieron a los talleres de masculinidades, comencé a notar la diferencia, ahora se muestran respetuosos, compartimos tareas y decisiones de manera justa”.

Gabriel Andrade, quien está por terminar una pasantía en Ojo de Agua Comunicación mientras estudia psicología en la universidad, dice que el taller ha sido transformador.

“Generalmente compartir mis sentimientos en espacios con hombres era complicado, y hoy, mirarme después de un año tomando los talleres y saber que lo estoy haciendo sin ningún problema, que hablo abiertamente sin sentirme observado ni juzgado, ha tenido un impacto transformador en mí”, dice Andrade. “Desde que tomo los talleres resuelvo las cosas escuchando y haciendo preguntas para poder dialogar desde un punto de vista más compasivo y no desde el enojo”.

Liendro está en pláticas con una organización regional (que no quiere mencionar porque el proceso está en sus primeras etapas y aún no cuenta con fondos) para diseñar una escuela de capacitación con y para hombres indígenas. Mientras tanto, él tiene más talleres por impartir y sueña con un tiempo en el que pueda planear todo el año para cumplir con las solicitudes que recibe.

“Todos los hombres deberían de contar con espacios de reflexión –en las escuelas, el trabajo, los centros de salud– con el fin de poder profundizar sobre sus reacciones aprendidas y tener una mayor conciencia que les permita asumir la responsabilidad y el compromiso de cambiar”, asegura Liendro, quien al final cita al filósofo francés Jean-Paul Sartre: “Solo nos convertimos en lo que somos mediante el radical y profundamente arraigado rechazo, de lo que otros han hecho de nosotros”.

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Esta historia fue publicada originalmente por Global Press Journal. 

Ena Aguilar Peláez es una reportera de Global Press Journal con sede en México.

Global Press Journal es una premiada publicación internacional de noticias con más de 40 oficinas de noticias independientes en África, Asia y América Latina.

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