Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
Dos eventos fueron muy relevantes para la ciudad en los días pasados, uno para bien y otro para mal. La buena noticia es que la segunda universidad pública del país, la Universidad de Guadalajara, eligió a su nueva Rectora General, la Mtra. Karla Planter, que encabezará esa benemérita institución a partir de abril del año que entra. El Consejo General Universitario, luego de un interesante proceso de debate, deliberación y discusión pública, designó para este cargo a la actual Rectora del Centro Universitario de Los Altos.
De acuerdo con las y los propios universitarios, el perfil de la nueva Rectora General es muy académico, con alto conocimiento de la vida interna de la Universidad y que sin duda propiciará la cohesión interna de la UdeG. Es una buena noticia para el estado que se nombre a la primera mujer Rectora en la Universidad y se mostró a lo largo de la campaña interna y de la elección, un proceso con alta legitimidad hacia adentro y hacia afuera de esta institución tan querida para las y los jaliscienses. La UdeG se suma a este proceso social donde cargos públicos de alta responsabilidad social y política son asumidos por mujeres. Enhorabuena para las y los integrantes de la Universidad de Guadalajara y lo mejor en su gestión para la nueva Rectora General, la Mtra. Karla Planter.
Por otro lado, la mala noticia es la aparición de hechos de violencia en el estadio Akron, luego del juego de reclasificación que protagonizaron los Zorros del Atlas y las Chivas del Guadalajara. Más allá de lo deportivo, donde ambas escuadras ya están eliminadas y de vacaciones, la violencia que se presentó en el estadio y en las inmediaciones del mismo, resulta reprobable y condenable.
Desde el trágico partido de Atlas contra Querétaro en el estadio de La Corregidora el 5 de marzo de 2022, donde de acuerdo a las autoridades hubo 26 lesionados, tres de ellos de gravedad, gobiernos locales de todo el país y la Federación Mexicana de Futbol (FMF) habían generado dispositivos y reglas con las cuales se decía que se erradicaría la violencia en los partidos de futbol. Luego de dos años es evidente que ciertas medidas no han funcionado y seguimos presenciando eventos de violencia inadmisibles para estos espacios. Parece que la aspiración de que los partidos de futbol varonil sean espectáculos deportivos donde las familias pueden asistir de forma segura se aleja cada vez más y lo común es presenciar violencias dentro de las canchas, en los estadios y en las inmediaciones de estos inmuebles.
En México hemos normalizado las violencias, todos los días sabemos de homicidios dolosos, de desaparición de personas, de secuestros, de carreteras tomadas, de grupos de la delincuencia organizada que cobran derecho de piso, de extorsiones en todas sus modalidades, en las familias se presentan actos de violencias contra las mujeres y los estadios de futbol se han convertido en escenarios de riesgo. Las violencias son tantas y tan crueles, que como mecanismo de defensa parece que no las escuchamos, pero modificamos nuestras rutas de traslado y de viajes, vamos sólo a ciertos lugares, salimos sólo con algunos objetos y en compañía de otras personas y en algunos casos nos encomendamos a Dios para que no les pase nada malo a nuestros seres queridos y a nosotros.
Las respuestas de las autoridades son más o menos las mismas: “estamos en ello”, “son actos aislados” “la violencia es entre ellos”, “tengo otros datos”. Y la experiencia cotidiana es que las violencias continúan. Lo acontecido en el estadio Akron es una fuerte llamada de atención para las autoridades locales y para la FMF que tienen que reformular sus estrategias para garantizar la seguridad de las y los asistentes.
Volviendo a lo primero que escribí, mis felicitaciones a la Universidad de Guadalajara.
Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com