“Se lo llevó un grupo armado”. La crisis de desapariciones violentas en Jalisco

#MediosAliados

Jalisco ocupa el primer lugar nacional de personas desaparecidas con 15,382 hasta diciembre de 2024.

Las desapariciones con violencia en Jalisco han seguido un patrón sistemático que se ha recrudecido con el tiempo. Al menos 1,248 personas fueron privadas de su libertad en su hogar, trabajo o colonia por un grupo de agresores, casi siempre armados. 

Mientras las autoridades guardaron silencio o decían que eran ausencias voluntarias, permitieron una ola de desapariciones violentas que alcanzó su cresta en 2023.

Por Lauro Rodríguez / @laurorodriguez_ (X) y Jorge Ramírez / @joraplas (X) / El Suspicaz / @ElSuspicazmedio

Tía, ayúdame”, gritó un joven de 21 años que se encontraba en la puerta de su casa, en un municipio de la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco, cuando se aproximaron dos hombres armados para llevárselo. Alertada por los gritos de su sobrino, ella se asomó a la calle solo para ver cómo lo subían a la fuerza a un vehículo. Sucedió un día de septiembre de 2023, a las 14:30 y desde entonces sigue sin ser localizado.

1,248 personas en Jalisco sufrieron la misma experiencia que este joven: fueron privadas de su libertad en su casa, trabajo o colonia por un número variado de personas, casi 5 en promedio, empleando armas, golpes, amenazas o alguna otra forma de coacción, casi todas a partir de 2020 y hasta diciembre de 2024, según el resumen de hechos contenido en 8,072 reportes de personas desaparecidas con cédula de búsqueda en poder de la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco (COBUPEJ). La mayoría de estas personas continúa desaparecida: sólo 212 han sido localizadas, 84 de ellas sin vida.

Pese a lo abultado de la cifra de 1,248 personas desaparecidas con violencia, no son todas. Los reportes analizados se caracterizan porque hubo al menos un testigo de la privación de la libertad que informó de lo ocurrido para que la familia pudiera generar un reporte oficial ante la COBUPEJ con datos sobre la mecánica violenta que produjo la desaparición y, además, demandó que se emitiera una cédula de búsqueda.

Sin embargo, en el universo de más de 8 mil reportes con cédula oficial, se encontraron casos en los que no hay información sobre cómo se dio la desaparición, pues no hubo testigos que informaran a las personas reportantes y, además, la cifra de cédulas de búsqueda emitidas representa apenas el 24.35 por ciento de los 33 mil 145 casos oficiales de desapariciones y localizaciones que contenía el Registro Estatal de Personas Desaparecidas (REPD) de Jalisco hasta el 31 de diciembre de 2024.

La mayoría de las desapariciones violentas identificadas en esta investigación ocurrieron en el área metropolitana de Guadalajara, muchas a plena luz del día y con altas dosis de violencia: se realizaron, por ejemplo, detonaciones de armas de fuego en decenas de ellas.

El conjunto de casos encontrados muestra una dinámica sistemática que las autoridades no han detenido y con el paso del tiempo se recrudece, teniendo su pico de ocurrencia en el año 2023.

Datos limitados, patrones claros

La COBUPEJ administra una base de datos de personas desaparecidas y localizadas sobre las que se emitió cédulas de búsqueda. Esta base fue extraída de manera automatizada mediante web scraping el 10 de enero de 2025 y contenía 8,072 reportes al cierre de diciembre de 2024.

En ella aparecen datos básicos de cada persona reportada como desaparecida, así como el resumen de los hechos que condujeron a la privación de su libertad y que relató la persona que hizo el reporte. De esta base, se identificaron los 1,248 reportes donde se detectó el uso de violencia para generar la ausencia.

La información obtenida permite conocer ciertos aspectos de las desapariciones violentas, pero su alcance es limitado. De interés público, es posible saber edad, sexo, municipio y fecha de desaparición, así como los medios que se emplearon y la forma en que ocurrió la privación de la libertad.

Sin embargo, carece de información sobre los posibles responsables y los probables motivos que las originaron.

Las denuncias usan palabras y fórmulas predefinidas que se repiten casi sin variaciones para describir los hechos ocurridos en apenas unas líneas: “sujetos armados”, “masculinos”, “se lo llevan”, “rumbo desconocido”, son algunos ejemplos.

Existen casos en los que confirma que la información aportada por los denunciantes se limita por autocensura. Por ejemplo, una mujer expresó en el reporte que fue originado por la desaparición de su hija: “que no desea aportar más datos, por temor, ya que en ese lugar la situación es muy complicada”.

¿Quiénes son las víctimas?

Las víctimas identificadas son mayormente hombres. De las 1,248 personas desaparecidas y localizadas, 1,117 son hombres y 131 mujeres. Esta participación porcentual de las mujeres, de 11.72%, es inferior al 29.03% que ocupan en el universo total de personas desaparecidas y localizadas en Jalisco según datos del Registro Estatal al mes de diciembre de 2024.

La edad mediana de las víctimas es de 30 años para ambos sexos y la más repetida es de 25 años. Se trata de una población mayormente joven.

El impacto mayor de las desapariciones violentas se observa entre las personas con edades entre 20 y 39 años. Mientras que en el conjunto de denuncias y reportes por desaparición incluidos en el REPD la concentración en esta edad es del 53.35%, en las desapariciones violentas es casi del 68%.

 

La geografía de la violencia

Las desapariciones violentas tienen alta concentración en los municipios metropolitanos de Guadalajara con el 76.06 por ciento, pero en 72 de los 125 municipios de Jalisco se ha registrado al menos una desaparición de este tipo.

La región de los Altos de Jalisco también tienen incidencia alta. Los municipios de Lagos de Moreno, Encarnación de Díaz y San Juan de los Lagos son lugares donde ocurren muchos eventos de este tipo en los Altos Norte. Lo mismo ocurre en Tepatitlán de Morelos, Atotonilco el Alto, San Miguel el Alto y Arandas, todos ubicados en la región Altos Sur.

Prácticamente se trata de un corredor geográfico de desapariciones violentas que inicia en la capital de Jalisco y termina en los municipios colindantes con Aguascalientes, Guanajuato y Zacatecas.

A la par, se detectaron municipios atípicos con alta incidencia general de desapariciones versus baja ocurrencia de tipo violento. Destaca Puerto Vallarta que tiene 1,165 personas desaparecidas y localizadas según el REPD con datos actualizados a diciembre de 2024, figurando en el séptimo lugar estatal en orden de incidencia, pero solo registra 8 casos del tipo violento, ocupando el lugar 17.

Una situación similar se encontró en La Barca, Jocotepec, Autlán de Navarro, Tequila y Ameca, por mencionar algunos.


Violencia a través del tiempo

Los reportes cubren un arco temporal que va de 1998 al 2024. Desde 1998 hasta el 2014, se registraron pocas denuncias por año, con cifras menores a un dígito. Comenzaron a escalar en 2015, cuando los reportes rebasan la decena, pero es a partir del 2020 que alcanzan los tres dígitos.

A partir de 2021, pese al confinamiento parcial por la pandemia de COVID19, los reportes se dispararon. Ese año hubo 197 desapariciones de este tipo y desde entonces siguieron en aumento hasta 2023, cuando tuvieron su pico máximo.

 

En promedio sucede una desaparición violenta cada 1.40 días. Sin embargo, en 70 días hubo al menos tres desapariciones violentas por cada uno.

El día con más casos fue el 29 de marzo de 2023 con 9 desapariciones; 4 de ellas simultáneas en un municipio del Área Metropolitana de Guadalajara.

Según el reporte, a un domicilio particular de Tlajomulco de Zúñiga ingresaron 4 sujetos con armas largas que preguntaron dónde estaba la droga y terminaron por llevarse por la fuerza a cuatro jóvenes emparentados entre sí que estaban en la vivienda.

La distribución de denuncias por mes de ocurrencia muestra una concentración desigual. En los extremos, agosto es el mes con mayores denuncias (124) y febrero ocupa la posición más baja, con 70.

El último cuatrimestre de 2024 mostró una caída en el número de reportes alcanzado niveles no vistos desde el 2018 o incluso 2016: septiembre 10, octubre 8, noviembre 2 y diciembre 2.

 

¿Qué sucedió con las víctimas?

De los 1,248 casos identificados, apenas 212 personas fueron localizadas, esto es, el 17%. En comparación, el porcentaje de personas localizadas es de 55.45% en el total de denuncias del REPD a diciembre de 2024.

La baja localización afecta más a los hombres que a las mujeres: solo el 15.48% de hombres ha sido encontrado, en mujeres el indicador es del 30.53%.

De las 212 personas localizadas, 84 se encontraron sin vida, el 39.90% del total. Se trata de una letalidad muy alta respecto al total de personas localizadas en Jalisco: al cierre de diciembre se reportó la localización de 17,847 personas, de las cuales 2,775 se hallaron sin vida, esto es, el 15.55%. De las 84 personas localizadas sin vida, 66 fueron hombres y 18 mujeres.

4 de cada 10 personas localizadas tras ser desaparecidas con violencia fueron asesinadas. Crédito: Generada por IA (DallE de OpenIA).

La mayoría de las personas fueron desaparecidas en eventos violentos focalizados en una sola persona de la que se emitió una cédula de búsqueda, aunque en 162 la privación de la libertad implicó más de una víctima, generalmente familiares y amigos.

El desglose indica que en al menos 60 hechos desaparecieron a al menos 2 personas y de ambas se emitió una cédula; en 11 se registró la desaparición de 3 personas por cada uno, y en 2 eventos desaparecieron a 4 por cada uno de ellos.

Aunque de 1,087 hechos sólo hay cédula de una víctima, hay casos en los que se describe una desaparición múltiple, pero sin especificar si del resto de personas desaparecidas hay o no un reporte o denuncia oficial ante las autoridades.

Por ejemplo, el 5 de enero de 2022, varias personas armadas ingresaron a una vivienda en Tlajomulco de Zúñiga y se llevaron por la fuerza a un joven y a su padre, pero también privaron de la libertad a dos hombres que estaban con ellos. Se tiene cédula oficial de los dos primeros, pero no de los restantes.

Entre los casos identificados en esta investigación, también se encontraron al menos dos personas que sufrieron cada una dos eventos de privación de la libertad por sujetos armados en diferentes momentos.

Se trata de un hombre de 33 años que desapareció en diciembre del 2019 y fue localizado en fecha desconocida (dato ausente de la base). 10 meses después volvió a desaparecer, esta vez se localizó sin vida.

El segundo caso es de una mujer de 22 años que desapareció en 2020 y fue localizada poco tiempo después. Casi dos años más tarde fue desaparecida nuevamente, esta vez por 7 hombres armados que ingresaron a su domicilio; se localizó luego, pero sin vida.

A la par, se nota una reducción en las localizaciones en los años recientes. De las personas desaparecidas en 2020, se ha localizado al 27.8%; en cambio, de 2024 solo el 16.6%.

 

La mecánica de la desaparición violenta

Uno de los patrones encontrados en las desapariciones violentas identificadas fue que en su mayoría se trató de actos donde participaron varios sujetos que portaban armas.

Pero no en todas se incluye un número de participantes: se menciona un “grupo armado”, “sujetos armados” o “varios masculinos”.

De los 1,248 casos, en 487 reportes se da un número más preciso, desde un agresor (2 reportes) hasta 31 (1 reporte). Estos conteos son según la descripción de quien realizó el reporte o lo observado posteriormente en cámaras de seguridad donde las hubo. 

Con base en estos datos, se encontró que hubo casi 5 personas armadas en promedio en los reportes analizados.

Si bien se encontró una recurrencia a que sean hombres las personas agresoras, en 48 casos se detectó la presencia de mujeres.

En 3 reportes se dice que hubo 4 mujeres en el grupo de agresores, en 15 se mencionan 2, y en 29 se menciona 1. En 7 reportes no se indicó el número de hombres participantes, pero sí se indica la participación de una mujer en cada uno de ellos.

También se pudieron detectar referencias a la posible participación de elementos de corporaciones policíacas en conjunto con grupos armados, ya que se hace referencia a la presencia de patrullas, placas, uniformes o expresiones en donde se menciona que las personas agresoras pertenecen, por ejemplo, a la Fiscalía.

Los grupos armados suelen ingresar por la fuerza a la vivienda, con armas que en ocasiones accionan. Crédito: Generada por IA (DallE de OpenIA).

El elemento articulador y conductor de la violencia desplegada por los individuos que participaron en casi todas las desapariciones identificadas son las armas de fuego: en 663 reportes se indicó su presencia en los hechos que condujeron a la privación de la libertad (generalmente una combinación de armas cortas y largas).

La mayoría de las desapariciones ocurrieron en el domicilio particular de las víctimas, a unos metros de distancia de la vivienda o en la colonia de residencia. Se detectó una irrupción violenta en la vivienda.

En el proceso de la desaparición de una o varias personas con este modo de operación, se identificó que a menudo otros integrantes de la familia que están presentes son blanco de agresiones físicas o verbales e incluso del robo de sus pertenencias.

En una ocasión, una menor de 4 años quedó sola en su domicilio tras la desaparición de sus padres y de otro menor de 15 años, que al parecer era su hermanastro. La policía logró rescatarla tras el reporte de sus vecinos que la escucharon llorar.

De los 1,248 reportes analizados, en 161 se refirió que la víctima y/o algún familiar fue golpeada durante la privación de la libertad, a veces con las mismas armas de fuego (usando la empuñadura de la pistola o el rifle), otras empleando objetos contundentes (palos, bates de béisbol, martillos) y, en la mayoría, se da por entendido que fueron patadas y puñetazos.

Además, en 82 reportes se indica que se accionaron armas de fuego: se señala que fueron disparos al aire, otras veces agresiones contra las viviendas donde residían las víctimas y otras más, directamente contra las víctimas.

Desde el lucro al reclutamiento, control de territorio y hasta conflictos personales

Las pistas encontradas en los 1,248 casos revisados de desapariciones violentas llevan a trasfondos relacionados directamente con el crimen organizado, pero también a particulares.

Uno de los motivos más frecuentes tiene que ver con el mercado de las drogas ilegales. Los responsables de las desapariciones buscaban a personas que presuntamente las tenían en su poder, se dedicaban a venderlas y/o las consumían.

Más de 50 reportes contienen indicios en este sentido. El interés también era por la presunta posesión de dinero y armas. En los reportes se habla de “droga”, “cristal”, “mota”, “mercancía” o “jale”, como también se le nombra; o bien, se señala que la agresión iba dirigida contra “chapulines”, término para designar a vendedores desleales, independientes o rivales.

En los reportes documentados también se pueden encontrar desapariciones ligadas al robo y venta de combustibles o robo generalizado de pertenencias; a la comercialización forzada de ciertas marcas de cigarrillos y a la operación ilegal de máquinas tragamonedas (conocidas como “maquinitas”) diseminadas en tiendas de abarrotes de la zona metropolitana de Guadalajara.

Los indicios en los reportes revisados señalan directamente, en algunos casos, a presuntas células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como posibles perpetradores.

En el mismo sentido del control territorial, se detectaron desapariciones de personas presuntamente ligadas a células criminales de grupos contrarios, principalmente en territorios en disputa como los límites con Michoacán. En 2022 se notó un incremento en los casos en esta zona que coincidió con la disputa entre el grupo conocido como ‘Pájaros Sierra’ y el CJNG.

Mazamitla fue uno de los municipios donde se notó esta dinámica al pasar de 3 denuncias por desaparición en 2021 a 18 en 2022, según los datos del REPD.

Otros motivos encontrados van desde posible reclutamiento forzado al desaparecer a cuadrillas completas de trabajadores, por ejemplo, también se dan por informantes forzados, víctimas equivocadas, víctimas sustitutas, trata de personas, violencia vicaria, conflictos familiares o vecinales, percances viales y desapariciones por tratar de evitar la desaparición de algún familiar.

No son voluntarias

En la pasada administración estatal de Jalisco (2018-2024) se recrudeció la violencia como medio para desaparecer personas. De los 1,248 casos identificados, 1,096, es decir, el 87.82 por ciento ocurrieron en el periodo de diciembre de 2018 a diciembre de 2024, cuando gobernó Enrique Alfaro Ramírez.

Mientras este millar de jaliscienses era extraído por la fuerza de su domicilio, lugar de trabajo o vehículo, Alfaro Ramírez desestimó la crisis al afirmar que la mayoría de las personas desaparecidas se van de forma voluntaria. Incluso reafirmó su postura en su último informe de seguridad el 4 de noviembre de 2024, cuando dijo que el 75 por ciento no son víctimas de delito.

“En este año (2024) hemos visto muchos casos de denuncias por desaparición que generan una marcha, dos marchas o tres marchas, ataques, señalamientos y luego la persona desaparecida resulta que se había ido por su voluntad. Si no entendemos esto, insisto, si no tenemos claro el diagnóstico, nos vamos a equivocar siempre en la receta”, dijo al hablar de desapariciones.

Pese a discursos como el anterior, los datos analizados en esta investigación muestran una realidad distinta donde la violencia en las desapariciones no es un hecho aislado, sino una constante en Jalisco.

Mientras la mayoría de las víctimas sigue sin ser localizadas, la tendencia al alza de esta crisis evidencia que el problema no solo persiste, sino que se agrava como muestran los 1,248 casos documentados hasta 2024.

 

***
Consulta y descarga el reporte completo:

https://drive.google.com/file/d/1won-6KTV026qUdDTZHe-vIymTqF256uP/view?usp=sharing

Comparte

ZonaDocs
ZonaDocs
Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer