“No queda más que pelear”. Sindy Silva y su lucha contra el cáncer de mama

Sindy Silva está luchando contra un cáncer de mama muy extraño. Para que le dieran un diagnóstico certero, Sindy tuvo que acudir a varias clínicas, puesto que, por tener menos de 40 años, la mayoría se negó a practicarle una mastografía y un ultrasonido. Esto sólo acrecentó su tumor y el dolor. 

Este diagnóstico le afectó en muchas áreas de su vida, en la económica, en su salud mental y en lo profesional. Pero su resiliencia y fuerza la han llevado a querer hacer conciencia sobre la detección temprana y atención del cáncer de mama. 

Por Karen García / @karen_gdlt   

Sindy Silva es una mujer mexicana de 38 años, psiquiatra en el Hospital de Traumatología y Ortopedia de Lomas Verdes, preparada en psiquiatría por la Universidad de Monterrey, especializada en paidopsiquiatría en Guadalajara y en psiquiatría perinatal en Barcelona. 

También es la menor de cuatro hermanos, una mujer que disfruta de la compañía de su pareja, sus amistades, su familia y sus sobrinos. Apasionada por el deporte, el senderismo, el montañismo, pero sobre todo la escalada. Con ilusión esperaba celebrar su boda con su prometido en noviembre, sin embargo, la vida le dió una noticia que no esperaba: fue diagnosticada con cáncer de mama poco común.

En entrevista para ZonaDocs, Sindy cuenta su historia. 

“Todo empezó un 27 de septiembre. Yo estaba de vacaciones con mi hermana en Barcelona y noté una bolita pequeña, como de 1 cm de diámetro en la mama derecha y con dolor, mucho dolor.”, comenta Sindy.

“Ahora en retrospectiva yo digo, pues es que me estaba preparando para la boda, pero pues no. Yo creo que mi cuerpo y mi mente se estaban preparando para el cáncer de mama. Fue una noticia muy devastadora.”, expresa Sindy, pues lleva una vida saludable. 

Al regresar de las vacaciones con su hermana, solicitó hacerse un ultrasonido y la mastografía directa para saber qué era la tumoración en su mama. Sin embargo, sus colegas médicxs le señalaban que el dolor que sentía era un signo “benéfico” para saber que no se trataba sobre cáncer. 

“Todos me decían, “Es que el cáncer no duele. Entonces, pues que te duela es bueno.”, recorda, no obstante, Sindy insistió en hacerse los estudios.

La mastografía, al estar indicada para mujeres mayores de 40 años y en menores de edad, solo en caso de tener antecedentes de cáncer de mama, -criterios que Sindy no cumplía-, le fue negada de forma reiterada en cada una de las clínicas a las que acudió. Esto solo provocó que su diagnóstico se retrasara, al tiempo que su tumoración solo aumentaba de tamaño. 

Así como llegó a la Fundación Cáncer de Mama (FUCAM). Los radiólogos le decían que probablemente tenía un fibroadenoma y una mastitis, debido al dolor. Pero, tras varios meses de estudios, diagnósticos y revisiones, el 21 de enero obtuvo los resultados. 

“Desde el 27 de septiembre al 21 de enero, con cada mastografía y luego con la biopsia aumentó más de tamaño. O sea, ya en el segundo ultrasonido ya iba en 4 cm. El 21 de enero me dan la noticia devastadora para todos.”, explica con un nudo en la garganta. 

“Me vuelven a hacer la mastografía, me dan los resultados y sale directo el BI-RADS 5, que es un 95% de probabilidad que sea cáncer de mama.”.

Tras el diagnóstico, el padre de una de sus mejores amigas, quien es oncólogo, la atendió en el Instituto de Cancerología (INCAN). Ahí, le dijeron que el cáncer es triple negativo, por lo que, no responde a tratamientos hormonales ni a radiación, solamente a quimioterapia, por lo que es “totalmente invasivo e infiltrativo”. 

“Afortunadamente en el INCAN me recibió el jefe de cáncer de mama, el Dr. Bagalón, que es uno de los mejores oncólogos de mama en Latinoamérica. Entonces me sentí muy segura. El hospital también es muy confiable, muy bonito, todo muy organizado, estructurado.”, expresa Sindy. 

Gracias a este diagnóstico y la atención, Sindy está recibiendo quimioterapia e inmunoterapia. Ahora el dolor ha disminuido. 

“Fue como mágico. Luego luego que me estaban administrando intravenoso en la inmunoterapia, empecé a sentir muchos piquetes en el tumor, en la lesión. Yo me imaginaba como una guerra entre las células buenas y las células malas.”, explica. 

El apoyo familiar y de sus amigos ha sido vital

En su lucha contra el cáncer, su familia y pareja han sido su red de acompañamiento y apoyo para afrontar los retos que conlleva esta enfermedad. 

“Mi hermana vive en Barcelona, yo la considero como mi alma gemela. Entonces, el que estuviera aquí conmigo amortiguó mucho el peso de lo afectivo y la compañía. Ella también es muy servicial, muy cuidadora, muy protectora. Eso también mejoró mucho mi estado de ánimo, me dio más seguridad.”, cuenta Sindy. 

Como muestra de amor y apoyo, su hermana le regaló una peluca, adelantándose a lo que podría esperarse tras el tratamiento, sin embargo, Sindy celebra que aún no la ha necesitado: 

“Afortunadamente mi cabello es natural. Ya llevo la quimioterapia, la inmunoterapia y no se me ha caído. Entonces también eso es, pues ya, algo muy muy bueno.”.

¿Cómo ha llevado su salud mental?

La llegada del cáncer a su vida trajo consigo afectaciones a su salud mental, producto del estrés emocional y la ansiedad que aparece de vez en vez durante sus días.

“Con el diagnóstico, yo tenía muchos pensamientos catastróficos.”, señala, ya que era constantemente invadida por la incertidumbre de no saber si el tratamiento funcionaría, así como, por preocupaciones sobre su salud física y mental, y por el tema económico. 

“Empecé a hacer cartas de despedida para todos. Fue así como: no, ya, mejor me despido. Que son las respuestas pues al miedo.”, confiesa, pero fue también el amor a sus seres queridos lo que la hizo decir  no queda más que pelear”. 

Durante este proceso, Sindy menciona que en las madrugadas se levanta a escribir todo lo que siente, pues uno de sus mayores miedos es perder sus memorias, -provocado por el deterioro neurocognitivo que le pudiera causar la quimioterapia y la inmunoterapia-. 

“Todo lo que se me viene a la mente tengo que escribirlo”. 

Así tuvo la idea de hacer un libro que pudiera contener su experiencia. 

“El cáncer, a pesar de lo malo que suene, creo que me ha traído muchas cosas buenas en muchos aspectos. El acercarme más a familiares, a reconciliarme. El saber que hay mucha gente que está detrás de mí, que me apoya, que me quiere. Acercarme también más a la religión, a lo espiritual. La quimioterapia es devastadora y, sin embargo, ahorita me siento muy bien físicamente mentalmente”, celebra.

“He tenido una vida muy bonita en todos los aspectos y siempre había dicho, el día que ya me toque irme de este mundo, voy a estar feliz, voy a estar contenta porque he vivido al máximo, me he superado en muchos aspectos porque eh pues he conseguido afortunadamente todo lo que he querido. Pero con el cáncer sí fue así de, no, o sea, yo quiero seguir aportando, eh seguir viviendo.”, cuenta Sindy. 

Sindy dice haber nacido con fuerza y resiliencia, pues cuando su madre estaba embarazada, sufrió una caída, provocando que naciera prematura y tuviera que ser atendida en un hospital de monjas. Pero, al ser tan estrictas, no le permitían entrar a su mamá. 

“Nada más me veían por un vidrio a través de los cuneros y mi mamá me daba la lactancia, pero nada más dejaba la leche y las monjas me la daban en vasito o en biberón.”, narra Sindy. Ella cree que esto marcó su vida, pues desde niña era distante y desapegada de los demás.

 Con el cáncer, su resiliencia y su fuerza regresaron. Por lo que, a pesar del pronóstico de la enfermedad, la compañía de su familia, los mensajes de amor de sus amistades y el tratamiento psicológico que está llevando, han hecho de este proceso uno menos pesado.

De esta manera, ha decidido documentar su lucha con el cáncer a través de su canal en YouTube, buscando hacer conciencia acerca del cáncer contra el que está luchando. “Quiero concientizar que estemos al pendiente de nuestro cuerpo ante cualquier síntoma”, expresó.

En este andar ha conocido muchas mujeres con cáncer de mama, varias de ellas han vivido una parte de su historia: esperar en la incertidumbre por un diagnóstico tardío. Mientras que otras más, han tenido que luchar contra el cáncer en más de una ocasión.

 “He conocido a mujeres que ya tienen 12 años con el diagnóstico, incluso muchas con metástasis, que les decían, “No, tú ya nada más tienes un mes de vida. No, tú tres meses.” Y pues aquí siguen, están luchando.”, señala. 

“Hay mucha esperanza, afortunadamente, la medicina ya está muy avanzada. Aquí también lo lamentable es que no sea al alcance de todo el público.”. Y es que menciona que aquellos medicamentos que  “salvan la vida” y cambian el pronóstico de cáncer, lamentablemente, están disponibles solo para cierto estatus socioeconómico.  

“Yo creo que tenemos que concientizar y es injusto que solo ciertas personas se puedan salvar y otras no.”, cuestiona Sindy. 

Un mensaje de esperanza

Sindy Silva invitó a mujeres y personas que, como ella, están luchando contra el cáncer, a buscar redes de apoyo, a seguir luchando y no quedarse paralizadxs. 

“Tenemos que seguir luchando por esta vida que es maravillosa. Tenemos mucho que aportar en todos los aspectos. Y no tener miedo, el cáncer ya no es una sentencia de muerte.”.

Desde su experiencia, aconseja una buena alimentación, así como ejercicio durante el tratamiento, pues explica: “se elevan los neurotransmisores y mejora nuestro sistema inmunitario”.

No tenerle miedo al cáncer, dice es otra de las claves “el cáncer es para combatirlo en todos los aspectos y salir victoriosos. Que esto nos convierta en mejores personas, en mejores profesionistas, mejores parejas, mejores hermanos, mejores hijos.”, invita Sindy. 

Mientras que a las personas, familiares y amistades que acompañan a sus seres queridos en este proceso les convocó a estar presentes, a escucharles y a no dejarles en la soledad. 

“Mi papá decía, “Es que nosotros antes vivíamos para el futuro y ahora pues solo vivimos para el presente.” Y sí, o sea, el cáncer te hace pensar eso.”, concluye Sindy.

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Puedes seguir la lucha de Sindy Silva en su canal de Youtube
“Sindy Silva Martinez”.

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Karen Garcia
Karen Garcia
Fotógrafa y periodista en proceso. Fiel creyente de que el amor y la ternura son revolucionarios. Quiero contar historias que defiendan los derechos humanos y tengan un impacto en la estructura de la sociedad.

3 COMENTARIOS

  1. Acompaño a mi amiga en sus alegrías, su lucha y su esfuerzo, nos tiene de respaldo a mi y a muchísimas personas que ha tocado con su presencia en nuestras vidas. La amamos Sindy Silva.

  2. Sindi tú puedes, sigue adelante. Dios te protege. Todo saldrá super bien, con fe y Fortaleza. Con mucha fé, Lorena Valverde Meléndez. Un abrazo 🤗

    • Sindy: Te acompaño, no desde las palabras, ni desde el contacto físico de un abrazo, te acompaño desde la verdadera empatía, porque nos entiende mejor alguien que ha pasado por el mismo camino… y de todo corazón (ya tuve oportunidad de decírtelo en persona), aquí estoy y estaré para ti cuando lo necesites. CARO

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