En México, el acceso a tarjetas de crédito como NU, Plata o Fondeadora se ha convertido en una de las alternativas para miles de jóvenes que buscan la independencia financiera. Sin embargo, las facilidades que éstas ofrecen, de la mano de la falta de educación financiera, ha llevado a un problema de sobreendeudamiento que va al alza entre la población juvenil mexicana.
Por: Alondra Angel Rodriguez /@AlondraAngelRo
“Me aprobaron la tarjeta en menos de 10 minutos y no me revisaron ni me pidieron ningún documento previo Al principio todo bien, pero luego me di cuenta de que estaba pagando mucho más que lo que yo creía de intereses”, comentó Giselle, joven de 20 años quien solicitó la tarjeta de crédito NU que es anunciada por artistas e influencers que nunca reparan en los riesgos de los altos intereses detrás de aquellos préstamos fáciles e inmediatos.
La de Giselle, lamentablemente, no es la única, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, 3 de cada 10 mexicanos con algún crédito mencionan tener atrasos en los pagos. De éstos, el 28.6% tienen entre 18 y 29 años de edad.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el sistema financiero mexicano enfrenta desafíos importantes en términos de inclusión, educación financiera, competencia, supervisión efectiva, pues mayoritariamente está integrado por instituciones financieras que más que de instituciones bancarias dependen de tiendas departamentales o de autoservicio o, incluso, de plataformas digitales (por ejemplo, Didi o Rappi) que ofrecen sin mayores requisitos créditos y/o préstamos inmediatos.
Las letras pequeñas de esos contratos digitales suelen contener porcentajes altos de interés de los que no se enteran las personas hasta que deben hacer sus primeros pagos, como pasó con Giselle.
La historia de este tipo de créditos data de 2009, cuando para lograr una mayor inclusión financiera y llegar a los sectores más vulnerables de la población, se crearon las Sociedades Financieras Populares (SOFIPO), un vehículo útil para promover los servicios financieros digitales, pues a través de éstas se pueden recibir depósitos, expedir y operar tarjetas de débito y tarjetas recargables, así mismo pueden ser unidades receptoras en pago de servicios o hasta realizar la compra-venta de divisas.
Años más tarde, en 2018, por medio de la Ley Fintech, se crearon también las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocidas como Fintech. Mismas que se clasificaron en dos tipos: las de financiamiento colectivo y las de fondos de pago electrónico.
Según un informe de Tec Check (2024), las Fintech de financiamiento colectivo son plataformas digitales que permiten que personas presten dinero a otras, quienes prestan obtienen un alto rendimiento y pueden participar en las ganancias o pérdidas del proceso.
Por otro lado, las instituciones de fondos de pago electrónico se encargan de emitir y mover el dinero digital. Por medio de ellas, las personas pueden hacer pagos, recibir depósitos y administrar su dinero desde una cuenta electrónica. Un ejemplo de éstas son todas aquellas que se promueven en redes sociodigitales.
Actualmente no se ha podido encontrar un órgano regulador en éstas, por lo que se han establecido como Sociedades Financieras Populares (SOFIPO) para poder operar en México. Lo anterior representa un problema, ya que no se les puede supervisar, lo que en consecuencia puede tener implicaciones de seguridad para las personas consumidoras.
Además, no hay un órgano o autoridad especializada para defender al o el cliente en caso de algún problema:
“La probabilidad de que una Fintech esté operando sin registro es alta, si consideramos que México está en el top 10 de países con mayor número de Fintech de acuerdo con el informe FinTech Global Vision 2023. En dicho informe se destaca que en el país operan 844 firmas, de las cuales 516 son locales y el resto provienen del extranjero”, expresó el informe de Tec Check.
Desafortunadamente, la gran mayoría de la población que tramita este tipo de tarjetas desconoce esta información, las SOFIPO no autorizadas son las tarjetas que son solicitadas más comúnmente por jóvenes en México, esto porque son las que les piden menos requisitos que otras que sí están reguladas.
“El problema no es solo que las tarjetas sean fáciles de obtener, sino que no se nos enseña cómo usarlas correctamente, desconocemos bastante del tema. A mí nunca me explicaron en la escuela lo que significan los intereses o el impacto de los pagos mínimos. Pensaba que sólo necesitaba pagar lo que me pedían al mes y ya”, expresó Diego, joven de 23 años.
Lo anterior resulta más que preocupante por la creciente demanda de tarjetas y fondos de manera electrónica por las y los jóvenes en México, que en un intento por informarse recurren a portales en línea, recomendaciones o consejos en internet.
“Yo hasta la fecha no sé cómo es que funcionan las tarjetas de crédito. Evito endeudarme o hacer compras que sé que tal vez no puedo pagar, pero sé de mucha gente de mi edad que está super endeudada por la misma razón porque desconocemos muchísimo del tema y no sólo los jóvenes, también la gente adulta”, expresó Esmeralda, joven de 24 años.
El contenido financiero en redes sociales popularizado por los llamados “finfluencers” (influencers de finanzas) ha sido una forma atractiva para que las y los jóvenes se acerquen a temas económicos. Sin embargo, el World Economic Forum (2024) advirtió que este tipo de contenidos pueden estar altamente influenciados por los algoritmos que priorizan lo llamativo sobre la calidad, lo que puede derivar a contenido superficial, poco estructurado y, desde luego, engañoso.
“Cuando entré a la universidad si llegué a buscar en Tiktok cual tarjeta tipo NU, Fondeadora o Clip era la mejor, hablaban maravillas de ellas y pues yo quería tener una tarjeta para poder comprar cosas en internet, pero no supe manejarla bien, debo yo creo que como unos 10 mil pesos de intereses y mis papás tuvieron que ayudarme”, expresó Giselle.
La falta de regulación tanto de este tipo de contenidos y la profesionalidad dudosa de las personas que quienes ofrecen los consejos representan un riesgo, especialmente, en las redes sociodigitales, espacio que suele ser uno de los primeros destinos para las generaciones más jóvenes a la hora de buscar cómo o dónde invertir.
Al respecto, Tech Check expresó que los nuevos expertos digitales en temas financieros se deben a dos razones:
“la falta de educación financiera, un problema que afecta a todas las generaciones y la percepción generalizada de que el asesoramiento financiero profesional es costoso y está reservado para una élite adinerada”.
Por lo anterior, es realmente importante informarnos en los portales adecuados para conocer más respecto a temas financieros que nos competen, sobre todo si la educación financiera nunca fue tema de conversación familiar, escolar o si hay bastante desconocimiento sobre el uso de tarjetas de crédito.
“Me gustaría haber sabido mucho más antes de haber tramitado alguna tarjeta y solicitar un préstamo, porque independientemente de que te guste o no este tipo de mecanismos económicos son necesarios hoy en día”, expresó Esmeralda.
Mientras tanto, miles de jóvenes en México continúan atrapados en deudas que se podrían haber evitado con mayor información, pero también con regulaciones más estrictas a las organizaciones que proporcionan los créditos.
“Yo estoy seguro de que no soy el único al que mi situación le ayudó a darse cuenta de lo poco que sabían respecto a temas financieros. Amigos y familiares se pusieron más listos después de eso para que no les sucediera”, expresó Diego
Por tanto, es necesario destacar que la solución respecto al problema de créditos fáciles no sólo se remite ni debe recaer únicamente en los consumidores, sino que es un problema de las instituciones financieras y del Estado también, pues les deja operar a sabiendas de las condiciones desfavorables para su clientela.
Consejos que salvan de deudas
Instituciones como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), ofrecen de manera gratuita cursos en línea para mejorar nuestra educación financiera, algunos de estos son: Escuadrón Billete, Educación Financiera para Todos o Educa tu Cartera, programas creados para fomentar la educación financiera, sobre todo, en niñas, niños, adolescencias y en personas adultas.
Otras como instancias como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) ofrecen algunos consejos prácticos:
- Paga a tiempo: En caso de no hacerlo la tienda comercial o el banco te cobrarán intereses.
- Verifica que te hagan válida la promoción al momento de pagar: Cerciórate de que la cantidad es la correcta y coincide con la copia que te entrega el establecimiento.
- Liquida tu adeudo: Puedes liquidar antes del plazo establecido.
“Hoy ya se un poco más como realizar mis pagos, checar intereses, precios totales y me asesoro mucho con mis papás, porque me da miedo que esto me vuelva a pasar, no quisiera arriesgarme y si algo bueno puedo sacar de lo que me pasó es que me ayudó a poner en orden mis finanzas”, concluyó Giselle.