“Justicia y dignidad”: trabajadoras sexuales marchan por sus derechos laborales

La Brigada Callejera es un colectivo que reúne a trabajadoras sexuales de la Ciudad de México. Durante este primero de mayo, el Día del Trabajo, salieron a marchar para exigir reconocimiento y denunciar las discriminaciones que viven diariamente.

Texto y fotos por Sofia Pontiroli / @sofia.pontiroli.foto (IG)

En el marco del Día del Trabajo, varios colectivos de la Ciudad de México salieron a marchar para reivindicar los derechos de las y los trabajadores. La marcha inició aproximadamente a las 10 de la mañana, en la esquina de Corregidora y Eje 1 Norte, para después terminar en el zócalo de la capital. 

Los diferentes colectivos se organizaron en varios grupos, y marcharon de manera pacífica a través de la ciudad. Algunos de los manifestantes decidieron mantenerse en las afueras de la movilización, para cuidar a los colectivos y bloquear el paso a motocicletas y bicis.

El colectivo de trabajadoras sexuales Brigada Callejera salió a marchar para exigir justicia, más derechos laborales y mejor servicio médico por parte de las instituciones públicas.  

Manifestantes salen a marchar en el marco del Día del Trabajo en Ciudad de México.

El colectivo Brigada Callejera

Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” A.C. fue creada en 1993, y es una organización civil sin fines de lucro, cuyos integrantes son trabajadoras sexuales y trabajadoras sexuales transgénero, además de sobrevivientes de tratas de personas, mujeres migrantes y otras mujeres que quieren apoyar el movimiento.

Su objetivo es defender los derechos humanos de los grupos vulnerables mencionados anteriormente, a través de diferentes iniciativas, enfocadas principalmente en la prevención del VIH, SIDA e ITS. Finalmente, se organizan para realizar movilizaciones comunitarias contra la trata de personas y explotación sexual. 

Un grupo de manifestantes cuida a los colectivos.

Elvira Madrid Romero, quién lleva 35 años en la lucha social para las trabajadoras sexuales, fundó el colectivo y actualmente es la presidenta. En entrevista a ZonaDocs, habló de cómo nació el proyecto, denunció la negligencia del Estado hacía las trabajadoras, y dio a conocer cómo el IMSS en la Ciudad de México mató a su compañero Jaime por negligencia médica. Él también fue uno de los fundadores del colectivo.

Elvira pronunciándose durante la marcha.

Los años de pandemia y la negligencia del Estado hacia las trabajadoras sexuales

Jaime y Elvira fueron estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la carrera de Sociología. Se acercaron al tema del trabajo sexual por razones acádemicas, y decidieron seguir apoyando a la causa, fundando el colectivo.

Durante muchos años llevaron a cabo actividades de cuidado hacía la comunidad, como el mercadeo social de condones dirigido a grupos específicos de la población, además de acompañamiento legal y emocional para las compañeras. En los últimos años, han sufrido muchas pérdidas, entre ellas la de Jaime, que murió de COVID por no ser atendido apropiadamente en el Hospital General de la Ciudad de México. 

Manifestantes denuncian el asesinato de Jaime.

“Durante la pandemia, muchas de las compañeras fueron engañadas y violentadas. El gobierno les prometió que iban a recibir un apoyo del seguro popular durante 6 meses, y solo dieron al 15% de ellas una tarjeta de 1000 pesos para utilizarse en gastos médicos”. 

En esos años, Jaime y Elvira, junto con otros compañeros del colectivo, estuvieron apoyando mucho a las compañeras. Lograron crear un comedor popular para ellas, además de organizar un albergue en donde pudieron quedarse:

“Cuando llegó el COVID, a muchas compañeras las sacaron de los hoteles en donde vivían, y se quedaron en la calle. Decidimos hacer un campamento con plástico, cartón, y así pudimos construir un refugio para ellas”. 

Lo que pasó durante la pandemia a las trabajadoras sexuales de la Ciudad de México es solo un ejemplo de cómo son violentadas a diario. Elvira afirma que recientemente han recibido muchas denuncias por parte de compañeras, en la Ciudad y otros estados, que están siendo violentadas por la delincuencia organizada, que quiere cobrarles derecho de piso para ejercer su trabajo. 

“En la zona de la Merced, algunos líderes de vendedores ambulantes les quitaron su lugar de trabajo. Además de eso, sufren discriminación y amenazas a diario, golpes y extorsiones”, afirma Elvira, con ojos vidriosos.

“Hace poco nos contactaron compañeras de Guadalajara, para denunciar que en el Parque Morelos la delincuencia organizada les quiere cobrar dinero, y si no pagan, las tablean o las matan”. 

Durante varios años, gracias a las luchas y manifestaciones que llevaron a cabo trabajadoras sexuales y colectivos, se ha logrado obtener ciertos derechos que deberían proteger a las compañeras; sin embargo, todavía hay mucho por trabajar. 

“Hace 37 años, si los borrachos orinaban en la calle les cobraban 50 pesos. A las compañeras, sólo por ejercer su trabajo les cobraban una multa de 500 pesos, que en ese entonces era mucho dinero. Ahora ya no las pueden multar, porque tras la Sentencia 112/2013 se reconoce al trabajo sexual como una actividad laboral no asalariada protegida por la Constitución”. 

Esta sentencia determina que el trabajo sexual, cuando se ejerce de manera voluntaria, es una forma legítima de trabajo que debe gozar de las protecciones legales correspondientes. Se estableció que las personas que se dedican al trabajo sexual tienen derecho a obtener credenciales como trabajadores no asalariados y a no ser criminalizadas por su labor. Sin embargo, como afirma Elvira, a partir de esa sentencia la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo no ha querido otorgar las licencias. 

“Estuve tirada 3 meses en cama por todas las injusticias que había y que hay. Pero no nos queda de otra, vamos a seguir luchando por nuestros derechos”. 

Los testimonios de las manifestantes

Monica es una mujer trans y lleva 35 años siendo trabajadora sexual en la Ciudad de México. Salió a marchar hoy para denunciar las agresiones que recibió a lo largo de toda su vida, y recibieron sus compañeras, solamente por ejercer su derecho al trabajo.

“Desgraciadamente nosotras desde muy jóvenes hemos sido discriminadas por las autoridades, a la fecha no se terminan las humillaciones y las discriminaciones”, afirma Monica. En 2021, el propietario de su casa empezó a hostigarla y tratar de correrla, aunque ella nunca causó ningún problema en el departamento, y siempre pagó en tiempo y forma su renta. El hostigamiento llegó a un punto extremo cuando esta persona intentó dispararle.

“Hago responsable a Luis Mejía Hernández, a su hijo y a su esposa si me pasa algo. Ya basta de tanta discriminación hacia nosotras: así como yo hay muchas compañeras que siempre están en pie de lucha”.

El intento de asesinato no es lo único que tuvo que sufrir Monica. Durante su entrevista, cuenta una infinidad de problemas que ella como sus compañeras tienen que enfrentar, discriminaciones tan graves que no les permiten vivir de una forma tranquila, en ningún momento.

“En los hospitales no nos hacen caso, siempre se tardan demasiado tiempo en atendernos. Si denunciamos algo a las autoridades, no le dan seguimiento. En la calle, siempre hay policías o gente homofóbica que nos agreden verbalmente o físicamente. Nos extorsionan y roban en todo momento, y esto no nos permite ahorrar para conseguir una vivienda digna. Ha pasado muchas veces que dejan a las compañeras desnudas en las carreteras, lejos de la ciudad. A varias las han matado”.

Monica tiene un problema con los bronquios, y lleva casi 5 meses esperando atención médica apropiada. Además, denunció a Luis Mejía ante las autoridades, y le dijeron que no podían hacer nada, ya que no la había asesinado. Tanto para Monica como para todas las trabajadoras sexuales en la Ciudad, muchas de las que salieron a marchar hoy, es imposible vivir de una manera digna con el trabajo que hacen, y definitivamente el Estado no ayuda a protegerlas.

“A pesar de que ya es una ley, no se respeta ni se reconoce el trabajo sexual. La Secretaría del Trabajo se ha encargado de quitarnos la licencia que nos debería otorgar, pero yo no la voy a dejar de exigir hasta obtenerla”.

La situación de las trabajadoras sexuales en la Ciudad de México

Según la “Segunda Encuesta de Trabajo Sexual, Derechos y No Discriminación” realizada por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) en 2023:​

78.7% de las personas que ejercen el trabajo sexual han sufrido violencia o discriminación por parte de policías.
69.2% han enfrentado violencia por parte de clientes.
51.9% han sido agredidas por transeúntes.
30.7% han experimentado violencia por parte de jueces cívicos.
28.3% han sido discriminadas por personal de hospitales.

Además, el informe destaca que más del 80% de las personas que ejercen el trabajo sexual no denuncian estos actos de violencia por temor a represalias o a ser revictimizadas.

Claudia es una mujer cisgénero, ella también trabajadora sexual, y nos habló de cómo el Estado vulnera los derechos de las mujeres trans hasta cuando están muertas.

“Hoy marchamos por nuestros derechos laborales, para que nos den una vivienda digna, y denunciamos la trata de niñas. Hay muchas personas que están siendo prostituidas y son menores de edad”.

Claudia menciona como el estado les ha fallado en muchas ocasiones: el sector salud no las atiende y nos les da medicamentos, la población y el Estado las discriminan constantemente, y juzgan de manera negativa el trabajo que realizan. Afirma que muchas veces son las mismas mujeres que, en vez de apoyarlas, ejercen esa discriminación.

“Vivimos tantas cosas a diario, sobre todo mis compañeras trans. La semana pasada mataron a una, y el Estado ni siquiera investigó para saber su nombre. Nuestra abogada pudo rescatarla y decidimos velarla, no queremos que se vaya en calidad de desconocida. Todas las chicas que nos dedicamos a esto somos familia, y nos apoyamos”.

La importancia de la marcha por el Día del Trabajo

En el marco del primero de mayo, las trabajadoras sexuales encuentran un espacio en donde poder manifestarse, exigir sus derechos y denunciar las violencias que viven.

“Lo único que le pediría al gobierno, a Clara Brugada, a Claudia Sheinbaum, es que nos escuche, que nos volteen a ver, a todas las chicas trans y a la comunidad”, concluye Monica.

Elvira, en los últimos momentos de la entrevista, afirma: “Ya nos han quitado todo, nuestro derecho a trabajar, a vivir, a nuestras compañeras, a nuestras muertas. A las trabajadoras sexuales no las matan, las asesinan, hay que nombrar las cosas como son. Si hay algo que tenemos claro, es que vamos a seguir luchando para cambiar este sistema de muerte que hay en México”.

*

Comparte

ZonaDocs
ZonaDocs
Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer