#AlianzaDeMedios
CAPÍTULO 3: Maternidad en prisión
Las historias de las Mujeres Privadas de su Libertad son el reflejo de cómo la violencia, la discriminación y las desigualdades en la impartición de justicia siguen siendo una deuda en Oaxaca.
Por: Paulina Ríos y Diana Manzo / Una producción de Página3 e Istmopress
En México, cada 10 de mayo se celebra el Día de las Madres. Es una fecha que se instauró en 1922 para exaltar y promover los cuidados maternales, más que festejar a la madre.
En 2016 se publicó la Ley Nacional de Ejecución Penal, la cual por primera vez incorpora los derechos de las mujeres privadas de la libertad que son madres, y de sus hijas e hijos.
En tanto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido sentencias, jurisprudencia y material orientativo para la incorporación de la perspectiva de género y del interés superior de la niñez en estos centros.
Actualmente, en el Centro de Reinserción Social femenil Tanivet –ubicado en Tlacolula, Oaxaca-, están tres madres que viven con sus hijas e hijos menores de edad, cada una de ellas con su historia y su penitencia. Las tres experimentan sentimientos y emociones de una crianza en prisión.
Conocer de viva voz sus historias tiene el único propósito de lograr una sociedad más empática e incluyente, en un estado donde los resultados del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2024, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), da una calificación de 6.50 a Oaxaca.
Una de las historias que escucharemos es la de Anayeli, madre de Jair Emanuel, de un año y medio de edad, quien platica cómo es pasar en prisión un 10 de mayo desde hace 10 años en Tanivet, donde actualmente hay 203 mujeres privadas de su libertad.
***
Este trabajo fue publicado originalmente en Página3 e Istmopress que forman parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.


