#Reportaje
Del total de detenciones por delitos de narcomenudeo que realizaron las policías locales en la Zona Metropolitana de Guadalajara el sexenio pasado, el 89% fueron por posesión simple. Esto significa que las autoridades determinaron que la sustancia que portaba la persona era para uso personal y no para su venta; aun así, esos casos inflan las estadísticas del combate al mercado ilícito de drogas y saturan el sistema de justicia penal.
Por Mariana Mora / @rataquerueda (X) / @caosencafeina (IG)
Análisis y visualización de datos por Héctor Piña / @YaNiPaper (X) / @hector.pina.camacho (IG)
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El 10 de marzo de 2024, Lucía estaba sentada en una banqueta de la Zona Metropolitana de Guadalajara fumando marihuana. Le quedaba muy poco al cigarro cuando vio una camioneta de la Secretaría de Seguridad de Jalisco acercarse. Se paró de inmediato, arrojó el cigarro al suelo e intentó irse, pero tres policías se bajaron del auto y la detuvieron.
El consumo de sustancias psicoactivas en espacios públicos no es un delito, sino una falta cívica a los reglamentos municipales de policía que se sanciona con multas o arrestos cortos; por ejemplo, en Guadalajara por esta infracción se puede detener a una persona por máximo 24 horas. Sin embargo, lo que sí es un delito es la posesión de alguna sustancia psicoactiva que aparezca en la Ley General de Salud.
Cuando los policías revisaron a Lucía, no tenía más marihuana con ella, pero en el bolsillo de su sudadera llevaba un blíster con once pastillas de Clonazepam, un medicamento de uso controlado. Lucía aseguró que eran para su mamá, pero los policías le pidieron la prescripción médica. No la tenía. Los policías le dijeron que estaba detenida “por la posesión del narcótico”.
Esta descripción que hicieron los policías quedó documentada en la versión pública de la causa penal 223/2024. Los datos personales de la detenida fueron omitidos, pero la llamaremos Lucía. Cinco meses después de su detención, la jueza de distrito sentenció a Lucía a tres años, seis meses y veinte días de prisión por el delito contra la salud en la modalidad de posesión simple. Esta es la pena más alta que establece la ley para este delito.
Aunque las autoridades determinaron que Lucía no iba a vender el Clonazepam, su caso es parte de las estadísticas del supuesto combate al narcomenudeo que las policías locales llevan a cabo en la entidad.
Su caso no es aislado. De acuerdo con datos entregados por la Fiscalía de Jalisco a través de transparencia, del total de personas que han sido detenidas en la Zona Metropolitana de Guadalajara entre 2018 y 2024 por delitos contra la salud, el 89% fueron por posesión simple. Esto significa que las autoridades determinaron que la sustancia que portaba la persona era para uso personal y no para su venta; aun así, esos casos son clasificados como “narcomenudeo”.
“La guerra contra las drogas es una farsa realmente” sostiene Cristina Reyes Ortiz, abogada y directora de litigio estratégico en México Unido Contra la Delincuencia, una organización que trabaja en defensa de los derechos humanos, el acceso a la justicia y la construcción de paz.
“NO SE ESTÁN PERSIGUIENDO REALMENTE A LOS GRANDES CAPOS DE LA DROGA, NO SE ESTÁN DESMANTELANDO LAS ORGANIZACIONES CRIMINALES, SINO QUE MÁS BIEN ESTAMOS INFLANDO LOS NÚMEROS DE LA PERSECUCIÓN DEL NARCOTRÁFICO CON LAS DETENCIONES POR POSESIÓN”, ANALIZA REYES EN ENTREVISTA.
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