Enfoque terapéutico y pacificación

En Pie de Paz

Por Guillermo Raúl Zepeda Lecuona, Miembro del Centro de Estudios para la Paz del Instituto de Justicia Alternativa de Jalisco

Resulta abrumador vivir en una sociedad inmersa en una espiral de violencia e impunidad. El sentimiento de vulnerabilidad frente al crimen nos ha robado la calma. Se debe actuar en los componentes de la impunidad, prevenir y reducir la violencia, y atender las insuficiencias y deficiencias de la investigación criminal, para incrementar la probabilidad de captura y reducir la impunidad, por lo que se disuaden las conductas delictivas.

Pareciera que los métodos alternos de solución de conflictos (MASC) y la justicia restaurativa o terapéutica tendrían poco que hacer en esta agenda de política criminal. Sin embargo, existen medidas de política que han dado muy buenos resultados.

Por ejemplo, en la justicia cívica, se pueden atender oportunamente los conflictos comunitarios y vecinales en una etapa incipiente. Un dato muy contundente que dio a conocer hace unos años Bernardo León (académico y ex comisionado de seguridad ciudadana en Morelia) es que en esa ciudad y en León Guanajuato, el 84 por ciento de las víctimas de homicidio intencional (¡el 84 por ciento!), durante el año previo a su asesinato, habían tenido un asunto abierto en la justicia cívica, es decir, habían dado señales de que estaban en un circuito incipiente de violencia o de ilegalidad, y no se abordó a tiempo. 

Al menos 70 por ciento de las infracciones de justicia cívica están relacionados con bebidas embriagantes o drogas, o con escalamiento de violencias entre vecinos o conciudadanos. Cada vez con mayor frecuencia se está incorporando el enfoque terapéutico con mucho éxito.

Por ejemplo, en vez de imponer una multa a los infractores (que suele no ser pagada y se quedan las personas en los separos), se les puede cambiar la multa por acudir de manera voluntaria a recibir atención gratuita en alcohólicos anónimos o en alguna terapia de deshabituación a adicciones; o bien, según el diagnóstico que se realice en los centros de mediación o en los juzgados municipales, se les ofrezca a los usuarios la opción de terapia cognitivo conductual, de control de impulsos o de nuevas masculinidades. Estos procedimientos deben ser aceptados de manera voluntaria y aplicados de manera gratuita. Se pueden salvar muchas vidas y reducir la vulnerabilidad tanto de las víctimas como de los ofensores.

Como me refirió algún directivo policiaco:

“tenemos 1,700 ordenes de restricción y pulsos de vida en el municipio, derivados de acciones de violencia de género. Se empodera y resguarda a las víctimas, pero no estamos haciendo nada hacia los probables agresores, algunos se inhibirán con la vigilancia policial, pero tarde o temprano reiniciarán sus patrones de agresión con una nueva pareja”.

ellos también pueden aplicarse con éxito estos auxilios terapéuticos.

Las medidas y el enfoque terapéuticos tuvieron su origen en la materia penal, pero se han extrapolado con éxito a materias también de alto contenido emocional como la mediación y enjuiciamiento en materias familiar y comunitaria. En el IJA se canalizaron durante en 2024, 47 casos a recibir, adicionalmente a la solución de su conflicto, esta atención a los usuarios, realizada generosa y eficazmente por las organizaciones Pro-sociedad y ROLE.

También este enfoque que va más allá de la justicia ciudadana (atender y reducir la victimización) y hacerlo con visión de seguridad humana (reducir la vulnerabilidad de las personas, antes de que sean victimizadas), se ha aplicado en diversos ámbitos del sistema penal. Se han creado patronatos, fondos o fideicomisos (como el Ficosec de Chihuahua), que reúnen recursos, por ejemplo, para prevenir el delito y se concursan los fondos entre organizaciones de la sociedad civil dedicadas a trabajar con niños en situación vulnerable, capacitación para el trabajo, entre otros. También se han utilizado estas atenciones en la reinserción de personas privadas de la libertad y de las unidades de medidas cautelares (muy exitoso en Morelos), de la mediación para usuarios y sus familias. 

De esta forma, el enfoque terapéutico puede resultar fundamental y muy efectivo para generar mejores condiciones de salud mental, prevenir el escalamiento de conductas violentas y reducir los factores de riesgo y vulnerabilidad de las personas; restableciendo la paz en nuestra sociedad.

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"Es una columna que busca colocar en el debate público la relevancia de la cultura y la educación para la paz. Esta columna es escrita en colaboración con las y los integrantes del Centro de Estudios para la Paz (Cepaz) del Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco”.

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