Presa Necaxa: donde los pescadores siembran árboles y limpian el agua para disminuir la contaminación

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Por Patricia Ramírez / @CausaNatura

Hay árboles en los alrededores de la presa Necaxa que hace más de 20 años fueron sembrados por los pescadores de la localidad de Patoltecoya, en Puebla. Se trata del mismo tiempo que llevan recolectando la basura en este cuerpo de agua desde la cabecera municipal de Huauchinango. 

Los impactos de la contaminación derivaron en la Recomendación 126/2024 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de agosto pasado en la que se exhortó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a los municipios de Huauchinango y Juan Galindo de Puebla a reparar los daños ambientales por las descargas de aguas residuales en la presa Necaxa. 

“Ahorita por la temporada de lluvias llegan los residuos del ayuntamiento de Huauchinango, es el que más nos perjudica y, por ejemplo, los que viven en las orillas de los arroyos son los que nos tiran basura y llegan al agua”, señala Ángel Vargas, representante legal de los pescadores de Patoltecoya.

Al tratarse de una presa, la captura de carpas y mojarras se vende al minoreo o consumo personal, así que los socios de la cooperativa pesquera también se dedican a otros trabajos como la agricultura, albañilería, comercio, entre otras. 

Actualmente, 45 pescadores trabajan voluntariamente en las jornadas de conservación que consisten, principalmente, en la reforestación y mantenimiento de fresnos, álamos, ocotes y encinos, así como la recolección de basura por categoría, que incluye transformar los residuos orgánicos en fertilizantes.

Su vinculación principal ha sido con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), de la que reciben árboles, pero muchas veces no son óptimos ya que los pescadores requieren arbustos con una altura mínima de 60 centímetros para crecer y muchas veces esto no se cumple.

Por lo que consideran que falta el apoyo gubernamental para que estos esfuerzos se traduzcan en mejores resultados. 

“Las autoridades municipales solamente envían el camión para que se lleve la basura, pero es lo único que les corresponde, aunque a veces se les tiene que obligar a mandarnos un camión para recolectar”, explica Vargas.

Pescador en la orilla de la Presa Necaxa. Foto: Pescadores de Patoltecoya.

Años de contaminación

A casi un año de la Recomendación 126/2024 de la CNDH, el pasado 6 de junio el gobierno de Puebla compartió en un comunicado que la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento participó en una mesa de trabajo para dar atención a la presa Necaxa.

“En la mesa de trabajo, el director general de la CEASPUE, Lauro Sánchez López, informó que desde esta instancia coadyuvarán con los ayuntamientos para el saneamiento de agua en sus demarcaciones, a través de proyectos de infraestructura hídrica que abonen a mejores servicios y eviten el brote de enfermedades”, indica el comunicado.

Sin embargo, la CNDH enlistó en la Recomendación 126/2024 acciones como involucrar a diversos sectores; inventariar los puntos de descarga residuales e identificar los que cuentan con un título de concesión vigente para diferenciarlos de los clandestinos; así como impartir un curso especializado en derechos humanos al personal que trabaja en la zona. Acciones que hasta el momento siguen pendientes.

Por su parte, un grupo de investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) acudió en mayo pasado para evaluar el sistema de represas que se conforma por Necaxa, Nexapa y Tenango. Esta fue la segunda vez que acudieron después de una visita en septiembre pasado para recolectar muestras de agua, sedimentos y lirio.

Este trabajo se realiza con el propósito de elaborar un plan de manejo que mejore la calidad del agua y aproveche la maleza acuática.

Mesa de trabajo realizada por Conagua y municipios de Puebla para atender la Recomendación 126/2024 de la CNDH. Foto: Gobierno de Puebla.

Contra la contaminación 

Aunque el problema de contaminación en la presa Necaxa se ha denunciado anteriormente, sólo los pescadores de Patoltecoya han sido constantes en su trabajo desde hace dos décadas. Varios de los árboles que sembraron primero ya alcanzan más de 20 metros de altura.

“Cuando sembramos árboles, la neblina se acomoda, llueve más y hay calidad en el oxígeno”, responde Vargas cuando se le pregunta por la motivación de hacer este trabajo.

Entre las acciones que más han tenido respuesta recientemente está el aviturismo, que consiste en recorridos para observar aves que llegan a la presa, como patos, garzas y águilas. Los pescadores insisten en que su principal problema es la basura durante las temporadas de lluvia, por lo que realizar estos recorridos de aviturismo obliga a que la zona se mantenga limpia. 

“Pero necesitamos el apoyo de las autoridades, ojalá les llegara nuestra voz para que nos apoyen en el problema”, insiste Vargas.

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Este artículo fue publicado originalmente en
Causa Natura Media.

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