#Doqumenta2025
El documental “Rebeladas” (2023), dirigido por Tabatta Salinas y Andrea Gautier, recupera la historia del Colectivo Cine Mujer, activo por más de una década, cuya obra denunció desigualdades de género en México.
Concebido desde principios de los 2000 y desarrollado a partir de 2015, el proyecto estuvo presente en la Selección Oficial de la decimotercera edición de DOQUMENTA dentro del programa Espacios de Rebeldía. La película busca visibilizar su legado y rendir tributo tanto a las pioneras del grupo como a las nuevas generaciones de mujeres que continúan organizándose y creando redes en distintos espacios.
Por Vanessa Briseño / @nevervb
Fotos cortesía: @rebeladas_documental (IG)
Con el propósito de recuperar el legado del Colectivo Cine Mujer, activo entre 1975 y 1987, reconocido por utilizar el cine como herramienta política para visibilizar las desigualdades de género presentes en la sociedad mexicana de la época, el documental “Rebeladas” (2023), dirigido por Tabatta Salinas y Andrea Gautier, narra su historia a través de entrevistas con sus integrantes. La película reconstruye su trayectoria y contrasta las problemáticas que abordaban en sus obras con la realidad que enfrentan hoy las mujeres en México. Esta producción se integró a la Selección Oficial de la decimotercera edición de DOQUMENTA, Festival de Narrativas y Cine de No Ficción realizado en Querétaro.
Tabatta Salinas contó en entrevista con ZonaDocs que la idea de Rebeladas nació a principios de los 2000, cuando su co-directora, Andrea Gautier, llegó a México desde España para realizar una maestría y conoció la historia del Colectivo Cine Mujer a través de Márgara Millán. Desde entonces, ambas mantuvieron el deseo de documentar la trayectoria de este grupo pionero, pero fue hasta 2015 cuando decidieron concretar el proyecto y, un año después, comenzaron a desarrollar el guión y reunir el material.
De acuerdo con Tabatta, la motivación principal fue rescatar una historia prácticamente ausente en la formación académica de cine en México y visibilizar el legado de las integrantes del colectivo, cuyas películas denunciaban las desigualdades de género de su época, de las cuales muchas siguen vigentes:
“No se conocía (la historia) hasta hace unos años cuando salió la película, cuando les empezaron a hacer retrospectivas (al colectivo) en FICUNAM y en el Festival de Valdivia”.
El proceso incluyó un acercamiento gradual a las protagonistas quienes, con el tiempo, compartieron generosamente sus recuerdos. Ese contacto prolongado permitió que se estableciera una relación más cercana, construyendo vínculos significativos. Señaló que la admiración que sienten hacia ellas “como mujeres, como feministas y como cineastas” fue algo que se buscó plasmar en la pieza.

Aunado a eso, Tabatta explicó que uno de los primeros retos fue reunir a las integrantes del Colectivo Cine Mujer, ya que se encontraban dispersas y con agendas muy distintas. A esto se sumó la dificultad de localizar sus películas, muchas de ellas almacenadas en bodegas de la Filmoteca o del entonces CUEC, lo que implicó un proceso largo y minucioso.
También enfrentaron la complejidad de trabajar a distancia en una coproducción con España, donde la diferencia horaria afectaba la dinámica de trabajo. Además, la pandemia interrumpió acuerdos para digitalizar material, lo que provocó retrasos importantes.
Otro desafío clave fue la construcción del guión, que requería entrelazar las voces de múltiples protagonistas y el contenido de diversas películas sin perder coherencia ni ritmo. Tabatta agregó que tuvieron que seleccionar cuidadosamente las historias para que la narración recorriera distintas emociones, desde la nostalgia y la alegría hasta los temas más duros que retrató el colectivo en su momento, como la violencia contra las mujeres, el aborto, el trabajo doméstico, las luchas populares y el abuso sexual. Aunque se trataban de problemáticas documentadas entre las décadas de 1970 y 1980, subrayó que estas “dolorosamente siguen vigentes”.
Superando los desafíos que surgieron en el camino y con un sólido trabajo audiovisual, “Rebeladas” se hizo presente en DOQUMENTA 2025. Tabatta comentó que su participación fue aún más especial porque coincidió con el homenaje a Guadalupe Sánchez, integrante del Colectivo Cine Mujer, quien cumplió 50 años de trayectoria y es reconocida como la primera animadora en México.
Así mismo, en su decimotercera edición, el Festival de Narrativas y Cine de No Ficción, con el Archivo Guadalupe Sánchez de la Universidad Autónoma de Querétaro, reunió a María Novaro como parte del jurado, lo que permitió que las tres cineastas compartieran por primera vez una proyección y un conversatorio en un contexto tan significativo:
“Fue maravilloso ser parte de este homenaje a Guadalupe Sánchez, estar con estas dos hermosas y talentosas mujeres”.
Destacó la respuesta del público queretano y el agradecimiento hacia el festival por propiciar este encuentro, así como la oportunidad de tejer nuevas redes y amistades con personas interesadas en seguir viendo y creando cine en comunidad.
En esa línea, comentó que uno de sus principales deseos es que las personas que vean “Rebeladas” reconozcan la relevancia del trabajo del Colectivo Cine Mujer, un legado que permaneció oculto durante décadas debido a la invisibilización sistemática del aporte de las mujeres en el arte, la ciencia, el trabajo cotidiano y el doméstico.
Espera que quienes vean el documental perciban la importancia de este grupo en la historia del cine mexicano y mundial, y que al menos un aspecto de los temas que aborda logre tocarles y generar reflexión. También desea que inspire a las mujeres, especialmente a las más jóvenes, “a seguir juntas en esta lucha tan importante desde nuestra trinchera”.

Como cierre, Tabatta recalcó su admiración por las integrantes del Colectivo Cine Mujer, no solo como cineastas sino también como feministas, quienes “siguen rebeladas, cada quien desde su lugar” y mantienen, a décadas de distancia, la fuerza y el compromiso que caracteriza su legado.
Expresó también su reconocimiento hacia las nuevas generaciones de mujeres que se organizan, tejen redes y participan en distintos colectivos, pues su trabajo fue igualmente inspirador para la realización del documental. La directora dedicó la película tanto a las pioneras del colectivo como a todas las mujeres que, desde las calles o desde sus hogares, continúan luchando por un mundo más justo:
“Esta película está dedicada a las chicas del colectivo Cine Mujer, pero también para todas las chicas que salen a las calles todos los días o que desde su casa están luchando”, finalizó
Si deseas conocer más acerca del documental “Rebeladas” así como estar pendiente de nuevas actualizaciones en cuanto a futuras proyecciones, puedes visitar su perfil de Instagram @rebeladas_documental


