El 15 de agosto, la Comisión de Administración y Procuración de Justicia del Poder Legislativo de Querétaro llevó a cabo el Foro en materia de identidad de género, con el objetivo de dar voz a representantes de distintos colectivos e integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+ en Querétaro. Esto, consideran colectivas y organizaciones, puede ser el primer paso para aprobar una ley que ha sido congelada por cuatro legislaturas.
Por: Gina M. Erosa / @ginaemerosa
Foto: Alex Miles
Durante el mes de mayo, el diputado Guillermo Vega estimó que la Ley de Identidad de Género podría ser aprobada en Querétaro antes del término del mes de junio. Si bien, hasta el momento el proceso no se ha concretado, han habido grandes avances desde entonces.
El pasado 15 de agosto, el titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Estado de Querétaro (DDHQ), Javier Rascado, declaró que la iniciativa –además de ser pertinente– es necesaria debido a que reconoce los derechos de las personas y prioriza la igualdad ante la ley y la no discriminación, garantizando certeza jurídica y cumpliendo con compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
La Ley de Identidad de Género de Querétaro permitiría a las personas trans y no binarias realizar modificaciones respecto al cambio de sexo en sus documentos de identidad a través de un proceso administrativo en el Registro Civil; esto facilita de sobremanera el trámite, pues la persona podrá asistir con su documentación y solicitar la rectificación de sus documentos. Es un proceso más accesible, ágil y sobre todo más amigable con la vulnerabilidad de cada quien.
Hasta el momento, Querétaro es uno de los seis estados de la República Mexicana que no cuenta con procedimientos que garanticen el reconocimiento legal de la identidad de género.

Actualmente, si una persona trans o no binaria quiere modificar sus documentos en Querétaro, tiene que exponerse a un proceso judicial a través de una demanda de amparo. La cantidad de gastos que esta opción representa –desde honorarios hasta exámenes médicos y/o psicológicos– la convierte en una opción poco accesible. Ibrahim Prado, hombre trans, mencionó esto durante el foro que:
“La Ley de Identidad de Género no es un capricho, es la garantía del derecho humano que hoy en pleno siglo XXI sigue siendo negado para mexicanos, mexicanas y mexicanes El derecho al reconocimiento de identidad es un derecho autónomo y está ligado directamente a un término base que es la dignidad humana. Su tramitación debe ser rápida y gratuita, lo que facilitará el acceso a nuestra comunidad a sus derechos: educación, trabajo y salud. Someternos a un proceso judicial para poder tramitar un acta con nuestra identidad es costoso y tardado. Un alto índice de nuestra población, al no tener trabajo, no tienen el dinero para pasar por este proceso judicial”.
Según el Artículo 6 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica, lo que significa que cualquier persona debe contar con papeles que acrediten su identidad.
La falta de documentos oficiales para la población trans puede provocar deserción escolar, pérdida de trabajo –o dificultad para encontrar uno que brinde estabilidad y cumpla con derechos laborales–, desestabilización económica y acceso limitado a servicios de salud pública. Si bien el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con un protocolo de cambio y actualización de documentos para los derechohabientes, este proceso es tardado y confuso. En México, existen tres clínicas públicas enfocadas en la comunidad trans; sin embargo, ninguna de ellas está en Querétaro.
Los derechos de la población trans y no binaria se violan cuando no les es posible acceder a documentos que acrediten su identidad, por lo que la aprobación de la Ley de Identidad de Género en Querétaro es necesaria para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
El diputado Arturo Maximiliano García Pérez mencionó que la importancia de la aprobación de esta ley beneficiará a las personas, a las autoridades y tanto a la sociedad como a la economía.
- A las personas porque otorga certeza y coherencia entre su identidad vivida y la identidad que el Estado reconoce, evitando exposición constante a discriminación y violencia –es fudamental recordar que según el Diagnóstico Nacional sobre la Discriminación hacia Personas LGBTI+ 2023 realizado por el CONAPRED, 6 de cada 10 personas trans reportan haber sufrido discriminación en trámites y servicios porque su identidad no coincidía con la establecida en sus documentos oficiales–.
- A las autoridades porque clasifica procedimientos y reduce la discrecionalidad.
- A la sociedad y a la economía porque garantiza la veracidad y actualización en los datos que cada acto jurídico contemple.
Waltter López, vocero por el Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y al Estado Laico, expresó:
“Es un hecho histórico que después de 8 años de haber presentado la primera iniciativa estemos de manera formal tocando este tema. (…) Agradezco a quienes presentaron las dos iniciativas que estamos analizando, al Dr. Javier Rascado y al diputado Arturo Maximiliano García, junto con 16 diputaciones que la firmaron, así como a las colectivas trans y no binarias, y a la Coalición Mexicana LGBTTTIQ+ que están aquí presentes, porque este es un hecho histórico”.
López ha impulsado la propuesta de la Ley de Identidad de Género desde el año 2017. Hasta ahora, dicha iniciativa se ha presentado en cuatro legislaturas distintas: la LVIII (2017), la LIX (2020), la LX (2023) y la actual, la LXI (2025). Durante el foro también mencionó: “Esta reforma no solo cambia papeles, sino que salva vidas y abre oportunidades reales de inclusión”.
A una persona cis no le afecta en nada reconocer la identidad de una persona trans o no binaria, pero la calidad de vida de una persona trans o no binaria puede dar un giro de 180°, si como sociedad y Estado no aceptamos el reconocimiento legal de su identidad de género.


