El Petronio Álvarez no es solo un festival de música, es la Casa Grande del Pacífico, un espacio donde comunidades afrodescendientes de toda la región se reúnen para celebrar su memoria, su arte y su resistencia cultural. Aquí confluyen los peinados trenzados que guardan mapas de identidad y memoria ancestral; la gastronomía del Pacífico con sus encocados, ceviches y arroces que cuentan historias de familia y territorio; las artesanías que preservan oficios heredados de generación en generación; y las bebidas ancestrales como el viche y el arrechón, que son al mismo tiempo ritual, medicina y símbolo de resistencia.
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Más que un festival, el Petronio es un acto colectivo de afirmación cultural, donde cada plato, cada trenza, cada objeto y cada melodía se convierten en testimonios vivos de la herencia afrocolombiana y del orgullo de pertenecer al Pacífico.
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Por Guillermo Gutiérrez / @_guillermogutierrez (IG)
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