En Pie de Paz
Por Ma. Teresa Prieto Quezada *
La paz brilló por su ausencia en la nueva Estrategia Nacional de Seguridad presentada el 8 de octubre de este año, por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en México, Omar García Harfuch.
A diferencia la propuesta que trató de implementar el expresidente López Obrador, que consideró como uno de sus ejes la construcción de la paz, esta nueva estrategia se enfoca en ejes relacionados a la operación coordinada de las instancias que intervienen en procesos de seguridad:
- Atención a las causas.
- Consolidación de la Guardia Nacional.
- Fortalecimiento de inteligencia e investigación.
- Coordinación absoluta en el Gabinete de Seguridad y con las entidades federativas.
Ya sea como concepto, valor o política pública específica, la paz es esencial para disminuir la violencia, no necesariamente una es antónima a la otra. Al respecto, durante la presentación, se mencionó como un objetivo importante la ausencia o presencia de delitos como los homicidios y la extorsión, que es una tendencia a políticas técnicas enmarcadas por acciones de inteligencia que tienen el fin de reflejarse en indicadores o metas cuantitativas. En la que se perciba por parte de la ciudadanía, un gobierno que enfrenta directamente a los grupos generadores de violencia, como los cárteles de drogas que operan en México.
Sin embargo, tal como he expuesto en diversos artículos académicos, construir la paz o formar y educar para la paz requiere la consolidación de lazos en la cotidianidad, vivir con respeto a sí mismo y al otro y donde los valores de la equidad, inclusión, corresponsabilidad sean practicados diariamente y promover la mediación al conflicto, específicamente en sus ejes: pleno respeto y promoción de los derechos humanos, regeneración ética de la sociedad, emprender la construcción de la paz y seguridad pública.
El Índice de Paz Global del Instituto para la Economía y la Paz, que se alimenta de indicadores cuantitativos y cualitativos como el nivel de seguridad social, el alcance de los conflictos nacionales e internacionales y el grado de militarización, ubica a México en el lugar 138 de 163 países.
El teórico recientemente fallecido Johan Galtung establecía que, precisamente, un conflicto puede resolverse con el uso de la fuerza, es decir violentamente, o también evitándola por lo que el conflicto es inherente a la vida y es algo positivo. Tratar de resolverla mediante labores de inteligencia y coordinación, aparenta ser una forma no violenta de resolver los conflictos que se reflejarán en el descenso de la incidencia delictiva, pero operativamente podría implicar el uso de la fuerza, por lo que la actual estrategia que pretende evaluar su éxito en aspectos cuantitativos, se quedará corta para la construcción de paz.
Por lo tanto, un proceso de construcción de paz implica conflictos y desacuerdos entre los grupos que generan la violencia y los que busquen la pacificación, de hecho, las estrategias de cada impulsor de la paz pueden ser contradictorias, por lo que los acuerdos sin violencia son básicos.
En relación a esto Pérez (2025) manifiesta que “La paz, desde la perspectiva del gobierno federal, es sinónimo de orden y tranquilidad, una definición que, si bien no es incorrecta, es limitada si se quiere aspirar a construir una cultura de paz” Esta postura nos habla de una paz negativa que se define como la ausencia de violencia directa, de conflictos armados, a través del militarismo y de las fuerzas del orden gubernamental. Sin considerar las causas profundas de la misma,
En conclusión, la Política de pacificación plantada en la Estrategia Nacional de Seguridad, hasta el momento, no se encuentra orientada hacia la construcción de paz en espacios de diálogo, solidaridad, tolerancia, empatía, sino de un fuerte incremento en las fuerzas del orden para hacer frente a la violencia, este posicionamiento contrasta con la paz positiva, que se centra en la presencia de justicia social, equidad y desarrollo para todas y todos.
Referencia
Pérez-Pérez, G., & Román Espinal, Z. (2024). La Cultura de Paz en el abismo. Revista De Cultura De Paz, 8, 109–133. https://doi.org/10.58508/cultpaz.v8.206
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Investigadora de la Universidad de Guadalajara. Perteneciente al SNI y a la Academia Mexicana de la Ciencia AMC. Coordinadora del Doctorado en Gestión de Paz y Prevención de las Violencias. CUCEA.


