La fundadora de Una Luz en el Camino, Jacqueline Palmeros, se presentó a las oficinas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para denunciar amenazas, y presunto abuso de autoridad contra Sebastián Palmeros, ocurrido el 12 de octubre en Iztacalco.
Texto y fotografías por Denisse Ureña / @denisseure_
Jaqueline Palmeros, madre buscadora de Monserrat Palmeros (restos localizados el 17 de enero), acudió a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana la tarde del miércoles para denunciar presunto acto de abuso de autoridad y violencia policial en contra de su hijo Sebastián Palmeros, adolescente de 15 años, suscitado el pasado 12 de octubre del presente año.
La denuncia surgió a causa de la presunta retención ilegal al estudiante de bachillerato, por parte de cuatro elementos policiales en las cercanías de la alcaldía Iztacalco, donde además, Palmeros declaró: “agresión física y psicológica en un acto que remite a prácticas de hostigamiento y uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades”.
Jaqueline Palmeros, madre buscadora y fundadora de Una Luz en el Camino asiste a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para denunciar “la agresión ocurrida el pasado 12 de octubre hacia su hijo Sebastián Palmeros por 4 policías”.
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— Somos el Medio (@Somoselmedio) October 15, 2025
De acuerdo con la fundadora del colectivo Una Luz en el Camino, los cuatro oficiales, a bordo de dos patrullas, se acercaron a someter a su hijo cuando salió por tacos. Añadió que al momento de la detención arbitraria, lo llevaron del cuello, con golpes entre los que se agregó una patada por parte de un oficial.
La madre buscadora explicó que, dada la vulnerabilidad y calidad de víctima en la que se encontraba su hijo por parte del Estado, debía ser tratado con respeto y cuidado. En respuesta, Palmeros declaró intimidación y amenazas con sembrarle drogas, por parte de la autoridad; acción que ella calificó como “amedrentamiento y revictimización” hacia los actos que se registraron en videos de cámaras de seguridad.
Tras la intervención de la madre buscadora a través de una llamada hacia el fiscal de desaparecidos, se manifestó el retiro inmediato de los oficiales. Sin embargo, en las horas posteriores, Palmeros recibió una amenaza de muerte a través de una llamada telefónica, en la que le advirtieron que esa agresión era una consecuencia de las denuncias interpuestas contra los oficiales, aún sin haber realizado tales actos.
En su declaración, Jacqueline Palmeros explicó que su hijo, además de ser víctima de la agresión policial, presenta problemas de salud, como asma y molestias estomacales, que agravaron su miedo y angustia durante el incidente.
A su vez, resaltó que, como parte de las madres buscadoras, están expuestas a constantes amenazas, vigilancia y hostigamiento por parte del gobierno, pero que estas acciones no deben ser justificadas, y mucho menos toleradas.
Señaló que, aunque se logró la identificación de las autoridades, todavía se encuentran a la espera de respuesta por los estudios de riesgo realizados tras estos hechos, mismas que esperan ser resueltas en una reunión programada con el mecanismo de protección para buscar garantías de seguridad.
