“No me iré de Jalisco sin mi hijo”: madre de joven víctima de reclutamiento forzado denuncia amenazas e inacción gubernamental

 Beatriz Uscanga busca a su hijo Sebastián Menéndez Hernández -de 18 años-, quien fue desaparecido el 4 de septiembre de 2025 en la Central Camionera de Tlaquepaque, luego de viajar desde Querétaro por una supuesta oferta de trabajo.

Su madre considera que su hijo ha sido víctima de reclutamiento forzado; por ello, ha exigido a las autoridades de Jalisco una búsqueda inmediata y exhaustiva; sin embargo, en Fiscalía de Jalisco le dijeron que había que “esperar seis meses para ver si lo regresaban vivo o muerto”.

Por sus acciones y denuncias públicas esta madre buscadora ha recibo múltiples amenazas, pero insiste en que no se irá de Jalisco sin Sebastián.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

Beatriz Uscanga, madre de Sebastián Menéndez Hernández -joven de 18 años, quien fue desaparecido el 4 de septiembre de 2025 en la Central Camionera de Tlaquepaque-, denuncia negligencia por parte de la Fiscalía de Jalisco y afirma que ha recibido amenazas por hacer pública su búsqueda, pero es clara: “No me iré sin Sebastián; vine por mi hijo y me lo voy a llevar”, expresó durante una entrevista mientras participaba en una jornada de búsqueda que Madres Buscadoras de Jalisco realizaba en el municipio de Arandas.

Según relata, su hijo viajó -a través de la plataforma BlaBlaCar- desde Querétaro a Guadalajara tras recibir una oferta de trabajo de una persona que lo habría contactado directamente, no por redes sociales. La última vez que habló con su hijo fue a las 8:45 de la mañana del 4 de septiembre, cuando Sebastián le dijo que tomaría un Uber que “le habían enviado” para acudir a la supuesta entrevista de trabajo.

Al oir esto y sabedora de lo que estaba pasando en la Central Camionera de Tlaquepaque, su madre le pidió que pidiera ayuda… que buscara a la Guardia Nacional; sin embargo, Sebastián le dijo que el UBER que le mandaron ya había llegado y que le marcaría una vez que estuviera en el lugar a donde lo llevarían. Minutos después, su teléfono fue apagado y su última ubicación se registró en la zona de Lomas de Montechelo, en Zapopan, rumbo a la salida a Zacatecas.

“Yo sé muy bien de esa ubicación porque por medio del celular mi hijo y yo compartíamos ubicación, pero después de marcar en Montechelo, ya no supe nada”, precisa Beatriz, quien recorrió desde Veracruz más de 900 kilómetros para buscar a su hijo.

Esto significa que para localizar a Sebastián se tienen claros dos puntos de búsqueda; el primero, la Central Camionera de Tlaquepaque, último lugar en que su hijo se comunicó con su madre. El segundo es en Lomas de Montechelo, lugar en donde el celular de Sebastián se utilizó por última vez, esto conforme al análisis de la sábana de llamadas que le fue otorgado a Beatriz como parte de las indagatorias de búsqueda.

En ambos sitios, precisa Beatriz, se han hecho búsquedas, pero no se ha logrado tener información sólida para dar con el paradero de su hijo.

De acuerdo a la ViceFiscalía Especial en Personas Desaparecidas de Jalisco y al Ayuntamiento de Tlaquepaque se tiene un registro de 67 personas que fueron desaparecidas en la Central Camionera o en sus alrededores; sin embargo, colectivos como Madres Buscadoras de Jalisco o Guerreros Buscadores de Jalisco señalan que, en realidad, son más de 110 jóvenes los que ahí han sido desaparecidos para luego ser reclutados forzadamente por el crimen organizado.

Operativos e investigaciones deficientes

A casi dos meses de la desaparición de Sebastián, su madres Beatriz Uscanga asegura que las autoridades no han avanzado en la investigación y que, incluso, se han burlado de su caso: “Me dicen que hay que esperar de tres a seis meses a que lo suelten, vivo o muerto”, lo dice con la impotencia de quien no entiende el por qué tratan con tal desdén a las familias que tienen un desaparecido.

También denuncia que en la Central Camionera de Tlaquepaque “no sirve de nada” la presencia de la Guardia Nacional o los operativos de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, pues los módulos donde suelen operar los reclutadores, como aquellos en los que se encuentran las empresas Futura y Primera Plus, carecen de vigilancia y cámaras activas.

La madre buscadora afirma que ha realizado por su cuenta recorridos y búsquedas en la zona: “Hay más de 230 cámaras dentro de la central, excepto en esos dos módulos. Yo hice la investigación sola”, comenta mientras señala que a su hijo le habían comprado un boleto de Futura, pero que éste por alguna razón decidió no usarlo, pero sí viajó a Jalisco en unBlaBlaCar: “Creo que al final lo hizo así por algún tipo de amenaza”, precisa.

Aunque lo ha solicitado en múltiples ocasiones, las autoridades estatales no le han proporcionado acceso a los videos del C5, alegando que ya fueron borrados videos.

Operativo de búsqueda el interior de la Nueva Central Camionera de Tlaquepaque (Foto: Cortesía).

También ha exigido que se siga el rastro del supuesto amigo que invitó a Sebastián a trasladarse a Jalisco. Amistad a la que nadie en Querétaro, estado donde residía su hijo, conocía relamente, pero que intuye fue quien le convenció de venir a Jalisco:

“El famoso trabajo que le consiguieron, nunca fue por un videojuego, tampoco fue por en medio de redes sociales. Mi hijo tuvo que haber sido convencido por un reclutador. Alguien se hizo su amigo allá en Querétaro, un amigo que sus amigos no conocen. Fue algo muy sigiloso, demasiado sigiloso”, señala.

Y desde luego que toda esta información la ha dado en la Fiscalía de Jalisco, institución en la que no confía porque al contarle lo que pasó recibió desprecio e, incluso, burlas:

“Insisten en que él se vino por su propia voluntad, pero qué falta de empatía tienen realmente… porque una madre no merece tener un hijo desaparecido, ni un hijo merece ser arrancado de su madre. Me parece que decirme que no hubo reclutamiento forzado que porque ya es mayor de edad o insinuar que hay que esperar que aparezca con vida o muerte es una forma vil y cruel de tratar a quien tiene tanto dolor”.

Ante tal maltrato vivido en la Fiscalía, Beatriz intentó buscar al gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, a quien buscó ver o interceptar en Palacio de Gobierno; sin embargo, ni siquiera logró acercarse a la oficina del mandatario, pues le fue negado el acceso y la mandaron a la oficina de Atención Ciudadana donde el funcionario a cargo sin importarle nada, le dijo: “En Veracruz también hay delincuencia, a que viene a quejarse a Jalisco. Yo le dije que mi hijo no desapareció en Veracruz, desapareció aquí”.

Para Beatriz tal maltrato sólo le reafirmó que a las autoridades jaliscienses las y los desaparecidos, así como sus familias no les importan: “Ahora lo que les importa y les tiene preocupados es el mentado Mundial… para eso sí hay atención, pero no para los desaparecidos”, concluye con gran molestia. 

Pega de la fichas de búsqueda de Sebastián (Foto: Cortesía).

Amenazas que no detendrán su lucha

Además de la anterior inacción institucional, Beatriz ha enfrentado hostigamiento y amenazas por visibilizar la desaparición y el reclutamiento forzado de su hijo: “Me llaman para decirme que cómo quiero regresar a Veracruz: si en pedazos o por la mitad. Incluso, un día me hicieron ir hasta la Glorieta de los Desaparecidos diciéndome que ahí me entregarían a mi hijo, pero todo fue un engaño, todo fue para meterme miedo”, puntualiza.

Pero a pesar del miedo de estar en la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco mientras alguien le observaba a la distancia, sostiene que no abandonará la búsqueda, ni dejará de insistir a las autoridades que hagan su trabajo.

Por lo pronto, tras las amenazas e intentos de amedrantamiento, Beatriz ya cuenta con medidas de protección como el famoso “Pulso de Vida”, dispositivo electrónico de monitoreo y de conexión directa con las autoridades en caso de que algún riesgo se pueda materializar.

No obstanto, para Beatriz, la prioridad es clara: “Quiero que me devuelvan a mi hijo, nada más. Sebastián tiene 18 años, es un niño. No me voy a ir sin él”.

Las amenazas a la vida e integridad física de Beatriz son relevantes, pues en lo que va de 2025, dos familiares de personas desaparecidas han sido asesinadas en el estado: Teresa González Murillo (27 de marzo de 2025) y María del Carmen Morales (23 de abril de 2025), ambas integrantes de los colectivos Luz de Esperanza y Guerreros Buscadores de Jalisco, respectivamente.

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Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

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