¿Cómo realizar coberturas periodísticas con enfoque de derechos de infancias y adolescencias?

Periodistas de diversos medios nacionales se reunieron en el Café Virtual de Periodismo de Infancias: retos virales y discursos de odio, un espacio convocado desde Tejiendo Redes Infancia. 

La sesión realizada vía Zoom tuvo como propósito recopilar las experiencias, dudas y propuestas de quienes cubren temas relacionados con niñas, niños y adolescentes con el fin de crear una guía temática que oriente la labor periodística en entornos digitales y frente a fenómenos que se expanden con rapidez.

Por: Alondra Angel Rodriguez/@AlondraAngelRo

¿Qué criterios deberían de tomar las y los periodistas para cubrir retos virales que suelen replicar infancias y adolescencias? ¿Cómo hacerlo sin vulnerar sus derechos? Para encontrar algunas respuestas, Tejiendo Redes Infancia realizó el Café Virtual de Periodismo de Infancias: retos virales y discursos de odioun ejercicio de pensamiento colectivo donde las intervenciones de periodistas especializados en la cobertura de infancias y adolescencias serían sistematizadas para nutrir una futura guía de recomendaciones.

Juan Martín Perez Perez, coordinador de Tejiendo Redes Infancia, subrayó que la creación de esta herramienta, no parte del vacío, sino de un largo trabajo sobre ciudadanía digital y derechos de la niñez. Sin embargo, reconoce que el conocimiento especializado no basta si no se incorpora la mirada de quienes informan el día a día.

“Es claro que conocer la agenda de derechos de infancia, trabajar con niños, niñas y adolescentes, con familias, con docentes, no es suficiente para que nosotros podamos hacer una guía dirigida a periodistas. Esto tiene que hacerse con ustedes, que son quienes la importancia de que tengamos estos espacios en dos vertientes, un formulario en línea y este diálogo”, expresó.

Durante la conversación virtual se discutieron los principales retos que enfrentan las y los periodistas en la labor informativa cuando deben equilibrar la inmediatez de las plataformas digitales con la responsabilidad ética de informar sin dañar.

La convocatoria para este encuentro surgió precisamente ante el hecho de que, en un entorno saturado de contenidos, la cobertura mediática sobre las infancias suele carecer de marcos de referencia, formación especializada y protocolos claros para evitar la revitalización.

El primer punto que abrió el diálogo fue la ausencia de materiales de orientación y marcos éticos específicos para cubrir asuntos que involucran a niñas, niños y adolescentes. 

Ante ello, Laura Cardoso, reportera de Grupo Fórmula, comentó que un instrumento como la guía que se está construyendo podría servir para estandarizar buenas prácticas en la cobertura mediática, pues para ella: el periodismo de infancia exige una sensibilidad especial y un conocimiento actualizado sobre los marcos normativos que protegen a las personas menores de edad.

Cardoso insistió en que muchos periodistas desconocen los límites legales sobre lo que se puede mostrar o uno en pantalla, especialmente en televisión, donde la exposición visual puede resultar particularmente invasiva. Su comentario abrió una reflexión compartida sobre el desconocimiento de las normas y la presión por obtener imágenes impactantes que puedan llevar a vulnerar derechos, sin intención, lo que refuerza la urgencia de contar con una guía.

Además, varios periodistas coincidieron en que la tendencia de las autoridades a criminalizar a los jóvenes, termina siendo replicada por los medios, lo que perpetúa la estigmatización y niega su condición de víctimas.

Gloria Leticia Diaz de Proceso planteó con firmeza a la necesidad de reconocer la doble condición de víctimas y victimarios en estos casos:

“Tenemos que saber cómo hablar y referirnos a estos jóvenes que, por supuesto que son víctimas, antes de ser victimarios fueron víctimas. Con mucha frecuencia, si no es que la totalidad, las autoridades revictimizan y desde los boletines de prensa, entonces una reproducción automática hace que el medio se haga parte de este proceso de vulneración”, señaló.

El periodismo, precisó, no puede limitarse a reproducir boletines oficiales, sino que debe problematizarlos, pues detrás de cada hecho, como la desigualdad, la pobreza, o la falta de oportunidades existen miles de adolescentes en situación de vulnerabilidad.

La inmediatez suele trasgredir derechos

Otro eje de diálogo fue el conflicto entre la inmediatez informativa, impuesta por las redes sociales, y el principio de verificación periodística; sobre ello, la mayoría de las y los participantes reconocieron que la presión por publicar primero puede llevar a cometer errores que afectan directamente a las infancias.

En ese sentido Gloria Leticia Diaz advirtió que cada vez más redacciones toman las tendencias en redes sociales, como pauta informativa, sin verificar si lo que circula es real o no: “Podríamos ir educando a nuestros propios medios, tus propios editores, a los compañeros de la redacción de que no puedes estar subiendo información sin verificar, mucho menos cuando estamos hablando infancias”.

Las y los participantes coincidieron en que la capacitación continúa es indispensable para consolidar un periodismo de infancia con enfoque de derechos humanos.

Alejandra Gallardo de UNIDE México destacó que el cambio debe implicar a todos los niveles de proceso informativo desde reporteros hasta camarógrafos y editores.

“La importancia de poder llevar en este tema del enfoque de derechos no solo a periodistas y reporteros sino a personas que desarrollan su labor en el periodismo, periodistas, fotógrafos, editores, no solo es llegar al punto, sino la forma de abordar las noticias”, expresó Gallardo.

Por su parte, Alondra Angel Rodríguez de ZonaDocs, enfatizó que la empatía y la escucha activa deben ser principios rectores del trabajo periodístico: 

“siendo de esta manera se puede tener una mejor contextualización de un hecho, entender todos los factores que están alrededor de una historia, identificar si lo que está sucediendo está conectado con otras problemáticas, que es lo que está más allá del hecho”.

Además, alertó sobre la mirada adultocentrica que domina gran parte de las coberturas informativas, donde se asume que las infancias no tienen ni voz ni agencia:

“Esta carga adultocéntrica que le metemos sin querer o de una manera ya normalizada a la nota queriendo minimizar o rebajar a las infancias cuando son seres humanos eh completamente iguales con capacidad de decisión e intereses”.

Recomendaciones y pautas éticas

A partir de esta reflexión colectiva, se realizaron una serie de recomendaciones que buscan orientar a quienes enfrentan este tipo de cobertura en su labor periodística

  1. Verificar la información desde múltiples fuentes y consultar voces especializadas y organizaciones de sociedad civil: la verificación es una práctica que debe sostenerse, incluso, cuando la información proviene de fuentes oficiales. En temas de infancia, las fuentes institucionales suelen ofrecer perspectivas limitadas a sus entradas de la seguridad pública; por ello, se insistió diversificar las voces y acudir a organizaciones con experiencia en derechos de infancias.
  2. Reflexionar sobre el propósito y el impacto de cada nota: Antes de publicar periodistas deben evaluar si la nota aporta o no al debate público, o si puede causar daño a las personas involucradas. Este ejercicio previene la reproducción de contenidos sensacionalistas o revictimizantes.
  3. Incluir la voz y mirada de infancias y evitar el adultocentrismo: Incorporar las opiniones o percepciones de infancia y adolescencia permite construir narrativas más justas y alejadas de miradas paternalistas. Las infancias deben ser reconocidas como sujetos de derecho, no sólo como destinatarios de protección.
  4. Fortalecer la capacitación constante en derechos humanos y transformar la práctica desde adentro de las redacciones: La formación en derechos humanos y ética periodística debe tenerse a todo el equipo de trabajo, pues en una redacción todas las personas deben compartir aprendizajes, crear protocolos y sensibilizar a editores y directivos para cambiar la cultura informativa.
  5. Promover la empatía como herramienta profesional: Escuchar activamente, comprender el dolor y la vulnerabilidad de las personas entrevistadas, así como respetar su dignidad para fortalecer la calidad de la información. 
  6. Construir, redes de apoyo y aprendizaje entre periodistas: Compartir dudas, experiencias, materiales y buenas prácticas, dentro de grupos o chats especializados. Hacer esto fortalece la cobertura y evita la repetición de errores, además de servir como espacios de contención emocional y reflexión ética.
  7. Cuidar la salud emocional en el ejercicio periodístico: reconocer los impactos psicológicos del trabajo periodístico y buscar apoyo cuando sea necesario

Al concluir las y los periodistas mencionaron lo enriquecedor de este tipo de espacios de diálogo donde se da un intercambio de recursos y de buenas prácticas, lo cual para la labor periodística es fundamental, pues permite mantener el compromiso de continuar construyendo colectivamente una guía temática para transformar las prácticas periodísticas en México en torno a cómo se informa de infancias y adolescencias.

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Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

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