La calle del Turco
Por Édgar Velasco / @Turcoviejo
Hace unos días fueron dados a conocer los resultados del Módulo sobre Lectura (Molec), instrumento con el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mide los hábitos lectores del país. El ejercicio se realiza anualmente desde 2015 y en términos generales en estos diez años ha servido para constatar lo que se sabe sin tanta encuesta: los y las mexicanas leemos menos de lo que deberíamos pero más de lo que se suele pensar.
Ahora bien, el ejercicio de este año ha llamado la atención por dos cosas en particular: una, se amplió el rango de edad de las personas consultadas, así como su alcance, y por primera vez se documenta la lectura de redes sociales. En cuanto al segundo punto, la lectura de redes sociales despertó suspicacia porque elevaba considerablemente los porcentajes de lectura. Por ejemplo, El Universal tituló su nota “INEGI cambia metodología y las cifras positivas de lectura se disparan” y en el cuerpo del texto apunta que se están considerando las redes sociales como material de lectura. Basta asomarse al comunicado de prensa del Inegi para constatar que esta información es falsa: al igual que los ejercicios anteriores, el Molec 2025 considera cinco materiales de lectura (o materiales Molec) para la medición: libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, donde se engloban foros y blogs. Los porcentajes que mide el ejercicio del instituto están centrados en estos cinco materiales y, aunque se registra, la lectura de redes sociales —“Facebook, Whatsapp, X, entre otras”, dice el documento, aunque no es específico de cuáles otras: ¿están contando TikTok aunque sea primordialmente de video? ¿Las personas dicen “leer” TikTok?—, no está catalogada como material de lectura.
A mí me parece pertinente que se documente este consumo, de hecho creo que ya se habían tardado en hacerlo, pero me parece preocupante que, con ánimo clickbaitero, se diga que ahora “se está midiendo” la lectura de redes sociales. Seguramente va a pasar, pero al menos lo que yo alcanzo a entender, en este momento no es el caso. En este momento sólo se está documentando. En ese sentido, el Molec 2025 registra que 83.5 millones de personas lee redes sociales, de las cuales 83.8 por ciento lee, además, uno de los cinco materiales Molec. El dato revela lo que ya se sabía, pero ahora lo muestra con números: la gente está tomando como información de primera mano el contenido que le aparece en redes sociales, por lo que el tema pedagógico cobra todavía más importancia: es urgente que se eduque a las personas, de todas las edades, a distinguir la información falsa, que tanto abunda y circula en estos ámbitos libremente sin mayor filtro ni verificación.
Por otra parte, sí creo que es por lo menos tramposa la decisión de aumentar el rango de edad de las personas encuestadas. Hasta el año pasado, el levantamiento de información se realizaba entre mayores de 18 años, mientras que para la edición 2025 el rango se amplió hasta los 12. Esto, además de que afecta las comparativas respecto de ejercicios anteriores, sin duda incide en el resultado: las y los menores tienen que leer sí o sí sus materiales escolares. El Molec 2025 —tanto la versión completa como el comunicado de prensa— no da información sobre los motivos detrás de la decisión, sólo que con ello se amplía la representatividad.
Hacer la comparativa con años anteriores se vuelve un ejercicio complicado toda vez que los rangos de edad no consideran que antes de este año la edad inicial de la muestra era 18 años. Ahora el primer rango cubre de 12 a 24 años, que coincide con la etapa escolar desde educación básica (secundaria), media y hasta superior. Así, no es casualidad entonces que ocho de cada diez personas de 12 años y más hayan leído al menos uno de los cinco materiales Molec. ¿De qué tamaño es el salto? Es difícil establecerlo con precisión porque incluso cambió la forma en la que se enuncia en el informe: en 2024 se informaba que 69.6 por ciento de los encuestados (de 18 años y más) habían leído al menos uno de los materiales de lectura; en el documento de 2025 no se habla de porcentaje, sino que el dato se redondea: 8 de cada 10 (el 80 por ciento) dijo haber leído al menos uno de los cinco materiales Molec. En consecuencia, 2 de cada 10 no leyeron ninguno de los materiales, es decir, ese 2 por ciento sólo leyó lo que le apareció en sus redes sociales.
Según el Molec 2025, el libro sigue llevando mano para la lectura: 62.5 por ciento “leyó libros” (en promedio 4.2 libros), mientras que 45.7 por ciento leyó páginas de internet, foros o blogs. Siguen las revistas (29.6 por ciento) y más atrás están los periódicos (24.8) y las historietas, cómics y mangas (20.9).
En lo referente a los libros, las mujeres son mejores lectoras de literatura y libros de autoayuda, superación personal o religiosos; los hombres leen libros “específicos de laguna materia o profesión” y libros de autoayuda, superación personal o religiosos.
¿Y quienes no leen? El 34.6 por ciento de esa población dijo que no lo hace por falta de interés, motivación o gusto por la lectura. Otro 32.4 por ciento dijo no tener tiempo y 16.4 por ciento argumentó motivos de salud.
¿Ese 67 por ciento de verdad no tienen gusto por la lectura ni tiempo o está leyendo de formas no convencionales y quienes nos dedicamos a la palabra escrita no estamos sabiendo cómo llegar a esa población? Aquí cobra relevancia el registro de la lectura de redes sociales: no es que la gente no lea, estoy convencido que en estos tiempos se lee más que nunca, pero los formatos convencionales, como los que mide el Molec, ya están perdiendo alcance y, reitero lo que mencionaba arriba, no estamos educando suficiente a las personas en el consumo de información que reciben desde las redes sociales.
Como personas que nos dedicamos a la palabra escrita es una reflexión que deberíamos tener siempre presente.
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El comunicado de prensa del Molec 2025 lo pueden ver aquí.
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El documento completo del Molec 2025 lo pueden consultar aquí.


