#FIL2025
En la FIL Guadalajara 2025 se presentó el Antimanual de maternidad de Andrea Fuentes, un ensayo visual ilustrado por Julia Reyes que busca desmontar los mandatos tradicionales sobre la maternidad.
Acompañada por las escritoras Bernardita Bravo y Helen Vilar, la autora abrió un diálogo sobre la complejidad, la contradicción y que es maternar, destacando cómo el libro invita a repensar esta experiencia desde la honestidad, la colectividad y la libertad.
Por: Farah Medina / @_dtfarahm_
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025 fue presentado el “Antimanual de maternidad”, un ensayo visual creado por Andrea Fuentes junto con la ilustradora Julia Reyes, y publicado por Elefanta Editorial.
Acompañaron a la autora las escritoras Bernardita Bravo y Helen Vilar, quienes ofrecieron una lectura profunda sobre el sentido emocional y literario de este antimanual que busca desmontar “los mandatos en torno a la maternidad”.
La presentación de este libro comenzó con la intervención de la chilena Bernardita Bravo, quien calificó el libro como una propuesta que reconfigura el imaginario materno desde sus capas más íntimas. Retomando a Ursula K. Le Guin abrió con la idea de que “cada vez que una mujer cuenta su historia, los mapas se reconfiguran”.
Y añadió:
“Las madres hicieron un pacto de confidencialidad con ellas mismas, guardándose bastante o todo (…) lo que se cuenta y lo que se calla sigue estando normado, sutil y despiadadamente”.
Bravo destacó que el antimanual abre la puerta a mirar la maternidad desde la honestidad, la contradicción y la complejidad, “No hay una sola etiqueta. Hay mucho que excavar, por debelar, por extraer”. También subrayó el trabajo visual del libro, “Las ilustraciones de Julia Reyes refuerzan esta condición de cuerpos que se muestran y se ocultan (…) cuerpos que acogen la palabra en su follaje”.
Por otro lado, la escritora Helen Vilar, quien también elogió las ilustraciones de dicho manual, habló sobre cómo, este representó una oportunidad para poder hablar de forma abierta a cuestionar la maternidad y sobre todo, hablarla con su madre y comprender a su abuela, a quién dice fue “una mujer que gestó tres vidas y nunca le habían preguntado qué significaba ser madre”.
Y citó la respuesta de la abuela, ante la existencia del Antimanual que a ella le habían pedido presentar: “No hay manuales para la maternidad, como no hay manuales para ser persona”.
Concibe, a través de dicho Antimanual, una nueva realidad, “Aquí la realidad está como un trozo de carne cruda, con toda su belleza y con todo su dolor”. Sobre la edición y las ilustraciones, señaló: “Julia Reyes es una genia, crea un sistema poético de imágenes extremadamente sencillo y subversivo”. Al ser un libro, con un diseño que hace posible la interacción, más allá de la lectura y pode hojearlo, Helen, también alabó este detalle, “Las palabras en distintos colores te obligan a buscar correspondencias, amistades entre los textos”.
Andrea Fuentes, la autora, abrió su participación con la lectura de un pasaje de su libro, “Maternar no es una acción determinada por la condición biológica y ontológica”.
Explicó que el proyecto nació como un ejercicio para articular sus experiencias, lecturas y reflexiones bajo la premisa de que lo personal es político, “Quería reunir mis miradas, mis lecturas, mi pensamiento (…) abrir posibilidades, no hacer postulados”.
Insistió en que el libro invita a pensar la maternidad como una experiencia colectiva, en la que el cuerpo se cuida, no importa si se es madre o no. También explicó que el Antimanual surgió como una forma de romper con las narrativas hegemónicas de lo que llama, “mandato materno”:
“Te regalan manuales para todo,cómo cambiar pañales, (…) cuál cobijita comprar, pero nadie te dice que la maternidad también es estar despeinada, encabronada, de mal humor”.
Sobre su colaboración con la ilustradora Julia Reyes, bastante halaga durante la presentación, mencionó como era una parte vital para poder completar esta visión: “Mi libro no podía no estar ilustrado, el lenguaje gráfico es un discurso central”.
Durante la presentación, Andrea continúo compartió fragmentos del libro. Uno de los más aplaudidos fue:
“No sea una madre perfecta, resistase a la falsa idea de perfección. No pida tampoco una madre perfecta sea o no sea madre. Lo perfecto solo es un grado definido por alguien más, una exigencia que implica su misión. Disienta de ella, cuídese de cualquier prescripción. Aléjese velozmente de lo que le ponga camisa de fuerza. Olvídese de los adjetivos, mala, buena, soltera. Vuélvase sujeta, jefa de familia, cantante, apagafuegos. Y no esconda sus sentimientos, compártalos.”
Otro fragmento crucial fue el que aborda la libertad de elección, ser madre o no, “Reconozca, reviva, reclame su derecho a elegir. Sea madre si quiere, no sea madre si no quiere. Más aún, defienda con todo el derecho a no ser madre”.
Y uno de los más duros, que evidencian la violencia estructural en México, fue aquél que hace un recuento sobre las madres víctimas de violencia sexual: “En México cada día 32 niñas de entre 10 y 14 años se convierten en madres víctimas de la violencia sexual. ¿Qué maternidad posible cabe ahí?”
El Antimanual de Maternidad deja claro que la maternidad, lejos de ser un camino recto, es una experiencia diversa, política y profundamente humana. Entre lecturas, anécdotas, teoría feminista y las imágenes de Julia Reyes, la presentación se convirtió en un espacio para hablar de lo que por generaciones ha sido silenciado.
O como dijo Bernardita Bravo, “Este libro llama a la unión de soledades que se acompañan”. Y como recordaría la abuela de Helen: “No hay manuales para la maternidad. Como no los hay para ser persona”.
