#FIL2025
En el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL), los autores Michelle Ortiz y David Herrera comparten el cómo transforman sus ideas en historias a través de diversos procesos creativos.
Por Gina M. Erosa / @ginaemerosa
Del “choque” entre el amor por la escritura, la creatividad y los sentimientos surge un nuevo universo llamado historia; ese fue el mensaje de la conversación Big Bang de las letras: jóvenes escribiendo historias, moderada por Montserrat Flores. En ella, Michelle Ortiz autora de Lo inevitable de nosotros y David Herrera, autor de Mis labios recuerdan compartieron su proceso creativo y técnicas de escritura.
El espacio fue enriquecedor para las juventudes que tienen ideas empolvadas en el fondo de su mente, pues a decir de Michelle y David hay diversas técnicas – tanto físicas como digitales – que pueden implementarse para desarrollar una historia.
Según Michelle, Lo inevitable de nosotros nació a través de distintas herramientas como la creación de tableros de Pinterest y Milanote para mapas mentales, las cuales ayudaron a visualizar su mundo. Adicionalmente, su especialidad en cine le ayudó con la construcción de personajes. “Me interesa que mis personajes y lo que los atraviesa muevan mis historias”, añadió.
David reparó en la importancia de conocer al personaje que se escribe, no desde lo superficial sino desde la comprensión de la personalidad y de sus características únicas. En la portada de Mis labios recuerdan, aparece un jardín que representa a la madre de uno de sus personajes:
“En el lugar en el que crecí había muchos jardines, a mi mamá le gustan mucho las flores. Esta idea de hablar con ellas, gritarles si crecen de forma incorrecta, todos esos detalles que veía en mi madre y otras mujeres son cosas que dan personalidad; así que le di esa característica a la mamá del personaje. Al final, el jardín se convirtió en una metáfora del amor: del que la madre sentía por sus hijos y del que el propio protagonista sentía el amor a través de ese espacio” explicó.
Mientras uno escribe, los personajes cobran vida – no en un sentido romántico o cliché, realmente terminan tomando sus propias decisiones – por lo que, David recomienda realizar una ficha con toda información que permita conocer perfectamente al personaje y así evitar que su personalidad cambie conforme avanza la historia.
En la ficha se pueden mencionar cosas que no necesariamente formen parte del libro, por ejemplo, a David le gusta preguntarse de qué manera actuarían sus personajes en distintas situaciones cotidianas.
Para la construcción de la historia autora y autor recomiendan organizarse a través de la utilización de escaletas, ya que esto mantiene el orden y brinda fluidez a la historia.
Sin un buen conflicto no existe una buena historia, aseguró Michelle, quien compartió que ella busca desarrollarlo a través de tres niveles:
El primero es el que atraviesa profundamente al personaje y afecta a la historia. En el caso de Lo inevitable de nosotros, sería que Beatriz es víctima de una maldición que le impide vivir una historia de amor con final feliz. El segundo conflicto es a nivel medio, como un acompañante del gran dolor. El último es más bien superficial, pero igualmente relevante.
Una vez que se tiene el conflicto se definen las virtudes del personaje y de la historia. ¿Qué cosas buenas le ayudan a anteponerse a los problemas? Con estos factores se podrá definir el flujo de la historia y decidir qué es lo que aporta y qué cambios habrá que realizar.
Cada proceso creativo es diferente, por lo que ambos autores recomiendan explorar para conocer el que mejor se acople a cada quien:
“es una experiencia personal que nos hace más sencillo el proceso, hay quien lo hace más estilizado y quien se acomoda más usando papel, pero todos los procesos son igual de válidos” señaló David.
A lo largo de la conversación también se habló de cómo la autocrítica severa impide que las buenas historias guardadas en un baúl salgan por miedo a la insuficiencia. David dedicó unas palabras a todas aquellas personas que desean escribir pero que les asusta no hacerlo bien:
“Si por alguna razón la vida te lleva a escribir, ten la audacia de decir ¿por qué yo no? Las personas valientes no son las que no tienen miedo, son las que se atreven a enfrentarlo.”
Michelle y David comentaron que a pesar de la distancia, ambos se juntan a escribir a través de reuniones de zoom, pues hay momentos en los que necesitan compartir fragmentos de sus escritos y la ayuda comunitaria les funciona. Adicionalmente, Michelle documentó su proceso creativo en su canal de Youtube MorraQueLee, lo que también la motivó.
Ambos autores fueron vocales en la invitación a la audiencia a atreverse a tomar la pluma y bajar sus ideas al papel, ya que algunas tendrán potencial de convertirse en novelas, otras en cuentos y otras de fusionarse para crear una historia aún más fuerte.
***
Aquí puedes ver este panel de manera íntegra:
