En Pie de Paz
“No hay paz sin justicia”
Eleanor Roosevelt
Por Verónica Hurtado Lopéz
El Derecho y la Paz, son dos vocablos relacionados entre sí que hoy por hoy, buscan desde una amplia conceptualización y una serie de acciones, la convivencia armónica en la sociedad y la resolución pacífica de conflictos; generando con ello una relación continua entre ambos la cual puede resumirse de la siguiente manera:
– El derecho busca establecer un marco jurídico para la convivencia armónica y la resolución pacífica de conflictos, lo más justo y equitativa posible.
– La paz individual y colectiva, es un objetivo fundamental del derecho, a través del cual se busca crear entornos posibles en los que, las personas puedan vivir sin temor a la violencia o la opresión del estado y/o de particulares.
– El derecho puede llegar a ser el mecanismo por excelencia para promover la paz; toda vez que establece normas jurídicas que regulan la conducta de los seres humanos en la sociedad. Actualmente promueve la resolución pacífica de conflictos a través del diálogo, la no violencia y mecanismos de solución de controversias.
El mecanismo jurídico da cuenta de instrumentos desde el Derecho que promueven la paz como pueden ser; la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de Ginebra, el Estatuto de Roma, la Justicia Transicional a través de Comisiones de la Verdad para la Justicia y Reparación a Víctimas de violaciones a los Derechos Humanos.
La promoción de la Paz en el devenir del tiempo ha enfrentado una serie de desafíos tales como: Impunidad y falta de justicia, desigualdad y pobreza, violencia, corrupción y falta de transparencia; Ante tales desafíos, se identifican estrategias posibles y factibles para promover la Paz, tales como: Educación para la paz y los derechos humanos, Fomento de la participación ciudadana y la sociedad civil, apoyo a la justicia transicional y la reconciliación, promoción de la cooperación internacional y el diálogo.
Realizar lo anterior puede ser posible; si todo lo dicho permite de forma clara y concisa, identificar Derechos y Obligaciones para la Paz y ello se puede establecer de forma transparente y dinámica en una Ley Nacional para la Paz.
Es importante aclarar que la sola existencia de una “Ley Nacional para la Paz”, no produce paz por su sola existencia; toda vez que la Paz se construye minuto a minuto personal y socialmente; en el día a día, más sin embargo una Ley Nacional puede establecer bases y acciones para que sea posible de forma eficaz.
Una ley de Cultura de Paz en México debe recuperar y plasmar iniciativas que busquen promover la paz, la no violencia pero sobre todo la resolución pacífica de conflictos en nuestro país, de tal forma que deberá dar cuenta a través de su estructura normativa de cuatro objetivos principales:
- Promover la Paz y la No Violencia
- Prevenir la Violencia
- Fomentar la Resolución Pacífica de Conflictos
- Implementar la Educación para la Paz
Establecido lo anterior, a través de esta ley podrían entonces identificarse los beneficios de vivir la Cultura de Paz, pero sobre todo dar cuenta de ellos, generando indicadores medibles, como podrían ser; la mejora de la calidad de vida, el fomento al desarrollo personal y emocional, promoción de relaciones positivas, contribuciones a la generación de entornos seguros y estables, el impulso a la resolución pacífica de conflictos y la estimulación permanente para la creatividad e innovación para la paz
Implementar una ley de tal magnitud no es sencillo, pero es posible si se establece un plan de acción claro y concreto, se acciona recurso y presupuesto y se involucra a todos los sectores de la sociedad por lo que monitorear y evaluar el progreso de la implementación de la ley es fundamental.
Como reflexiones finales de este artículo se pueden resaltar las siguientes; La creación de una Ley de Cultura de Paz es un paso importante para la paz en el país pero no es suficiente, es necesario implementar la ley de tal forma que sea eficaz y sostenible por lo que es importante reconocer que la cultura de paz es un proceso a largo plazo que requiere la participación de todos los sectores de la sociedad y para ello, la educación para la paz es fundamental.
¡Por una Ley de Cultura de Paz posible, factible, legítima y para Tod@s!
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Profesora Investigadora y Coordinadora de la Carrera de Abogado de la Universidad de Guadalajara. Centro de Estudios de Paz del Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco.


