En un contexto donde el avance inmobiliario transforma el territorio en mercancía y la defensa ambiental se convierte en una actividad de alto riesgo, la doctora Raquel Gutiérrez Nájera enfrenta hoy un proceso de criminalización que pone en jaque no solo su libertad, sino una de las defensas jurídicas más sólidas del patrimonio natural en Jalisco. Con más de 35 años de trayectoria y como fundadora del Instituto de Derecho Ambiental (IDEA), su caso ha encendido las alertas de colectivos, comunidades y organizaciones que ven en esta persecución un mensaje directo contra quienes defienden la vida, el agua, los bosques y el derecho a un futuro digno.
Por Tonantzin Moya / @huitlacochi
En Jalisco, donde las presiones inmobiliarias avanzan como si la tierra fuera un recurso infinito y prescindible, la defensa del territorio se ha vuelto una actividad de alto riesgo. No solo para las comunidades; también para quienes las acompañan jurídicamente. Tal como denunciaron colectivos ambientalistas y el Instituto de Derecho Ambiental, la doctora Raquel Gutiérrez Nájera enfrenta un proceso de criminalización y persecución judicial que amenaza con desarticular una de las defensas jurídicas más importantes de la región, pese a ser pionera del derecho ambiental en México y referente ético para decenas de comunidades.
Imagen: Colectivos en torno a la Dra. Raquel Gutiérrez. Fuente: IDEA
La Dra. Raquel lleva más de 35 años defendiendo el territorio, la vida, la dignidad y el arraigo. No es una metáfora: es una genealogía entera de luchas en Jalisco. Desde 1988 ha abierto camino en un campo jurídico que entonces ni siquiera existía institucionalmente, y que ella consolidó con la fundación del Instituto de Derecho Ambiental (IDEA) en 1997. Su trabajo ha sido clave para que este estado —tan golpeado por la negligencia ambiental, la contaminación industrial y la voracidad inmobiliaria— tenga hoy un marco jurídico mínimamente defendible.
Hoy es ella quien debería estar protegida por el Estado. Pero el Estado, una vez más, dirige su fuerza contra quien estorba al modelo de desarrollo que ha devastado los territorios y desplazado a los pueblos.
Una trayectoria que incomoda: cuando defender el territorio desafía a los intereses económicos
La doctora Gutiérrez Nájera ha acompañado algunos de los casos más emblemáticos de defensa ambiental en Jalisco:
- Las medidas cautelares de la CIDH para proteger a las personas de El Salto y Juanacatlán expuestas a la contaminación del río Santiago.
- La defensa del Pueblo de Arcediano, desplazado arbitrariamente por un proyecto de presa que jamás se concluyó y que ella logró detener por falta de manifestación de impacto ambiental.
- La defensa de la comunidad de El Refugio, en Tala, contra la empresa Caabsa Eagle, uno de los casos más importantes sobre la corrupción en el tema del manejo y la gestión de residuos.
- La articulación de la Red Metropolitana en Defensa de los Parques, Áreas Verdes, Cerros, Arroyos, Lagos, Barrancas y Bosques del Área Metropolitana de Guadalajara , que hoy sostiene y vincula luchas fundamentales para la ciudad y sus bienes comunes.

Su trabajo no solo ha documentado afectaciones; ha frenado proyectos multimillonarios, ha obligado al Estado a cumplir la ley y ha protegido territorios que hoy, gracias a ella, siguen en pie. Eso la ha convertido, inevitablemente, en una presencia incómoda para el cartel inmobiliario, como lo nombran abiertamente los colectivos que la acompañan.
El origen del hostigamiento: procesos judiciales usados como castigo
La reciente criminalización surge del amparo que la Dra. Raquel presentó en 2018 junto con una asociación de colonos contra el desarrollo inmobiliario Reserva Las Cañadas, por violar el Plan Parcial de Desarrollo Urbano ZPN-09 “El Nixticuil” y exceder la densidad permitida.
Obtuvieron una suspensión para detener movimientos de tierra y protección de flora y fauna. Pero desde entonces, el proceso ha estado plagado de irregularidades. La abogada defensora, Sandra Milán, lo dijo con claridad: estos actos constituyen un desvío de poder, una práctica conocida globalmente como SLAPP (Strategic Lawsuit Against Public Participation), litigios usados para amedrentar y castigar a quienes defienden causas públicas.
Y hay hechos que lo evidencian:
- El amparo estuvo años sin resolverse.
- La sentencia se emitió justo un día antes de la audiencia inicial de lectura de cargos contra la Dra. Raquel.
- Se dictó sentencia solo para la asociación de colonos, dejando a la doctora en estado de indefensión.
- Se impidió a la defensa formular preguntas aclaratorias.
- Se cancelaron y reprogramaron audiencias para favorecer los tiempos de las “víctimas”.
Cuando el aparato judicial se convierte en instrumento de intimidación, se envía un mensaje devastador: defender el territorio puede costarte la libertad.
“Cuando se defiende el territorio, se defiende la vida”: la dimensión ética que hoy está en riesgo
En entrevista, la doctora Gutiérrez Nájera recordó algo que las comunidades saben desde siempre:
“Cuando se defiende el territorio, se defiende la vida, la identidad, la dignidad y el arraigo. El territorio no solo es un espacio físico: te da alimento, te da agua, te da emoción del paisaje y reconecta tu espíritu con lo sagrado.”
El territorio, para miles de familias en Jalisco, no es un concepto jurídico ni una línea en un mapa: es memoria, origen y futuro. Lo que está en disputa no son las hectáreas, sino la posibilidad misma de que nuestras ciudades tengan ecosistemas vivos capaces de sostenernos frente al cambio climático.
Criminalizar a quienes defienden estos bienes comunes es, en los hechos, criminalizar la posibilidad de un futuro digno y definido por quienes lo habitan.
La voz de los colectivos: “Si a ella la callan, ¿quién podrá salvarnos?”
Uno de los testimonios más contundentes lo dio Arturo Mendoza, del colectivo Únete Huentitán:
“Nosotros llevamos más de 13 años defendiendo la barranca. Le hemos plantado cara al cartel inmobiliario y a las autoridades que protegen esos intereses. Gracias a la doctora Raquel hoy nuestro amparo sigue vivo.
Si a ella la criminalizan, como dice el Chapulín, ¿quién podrá salvarnos? ¿qué va a pasar con nuestros territorios? ¿Quién nos va a defender? Los colectivos estamos al frente y no lo vamos a permitir.”
La defensa del territorio en Jalisco no es una lucha aislada: es una red de resistencias que se sostienen mutuamente. Cuando el Estado hostiga a la abogada que acompaña estas luchas, amenaza a toda la red.
Un llamado urgente: defender a los defensores
La criminalización de personas defensoras —y sobre todo, de quienes ejercen la defensa jurídica— no es un hecho menor. Es un indicador grave del deterioro democrático. En un contexto donde Jalisco presume modernidad mientras expulsa comunidades, incendia bosques y flexibiliza reglamentos a favor de grandes desarrollos, lo que hoy ocurre con la Dra. Raquel Gutiérrez Nájera debe preocuparnos a todas y todos.
Porque si quienes defienden el agua, los bosques, los parques, las barrancas y los pueblos no están a salvo, tampoco lo estamos quienes vivimos gracias a esos bienes comunes.
Hoy, más que nunca, es necesario decirlo con toda claridad:
No más criminalización.
No más hostigamiento judicial.
Proteger el territorio no es un delito; es un acto de amor y de responsabilidad.
En palabras de Minerva Pérez Rodríguez, consejera estatal de cambio climático y representante del colectivo Por la Primavera:
“Hacemos un llamado firme a las autoridades competentes: actúen con honestidad, con legalidad y con compromiso en la protección de los derechos humanos y del patrimonio ambiental de Jalisco. Exigimos garantías para todas las personas que, como ella, trabajan en favor del bien común. La doctora Raquel no está sola. Aquí estamos organizaciones, comunidades y ciudadanos que reconocemos su trayectoria, valoramos su valentía y acompañamos su lucha. Mientras haya territorios vivos y pueblos de pie, su defensa seguirá siendo también nuestra defensa.”




Me gustaría participar en lo a programas de defensa ambiental
Me sumo al posicionamiento! Ánimo!!
Libertad de expresión, en defensa del medio ambiente y el territorio