En Pie de Paz
Por Ma. Teresa Prieto Quezada y José Claudio Carrillo Navarro *
La violencia escolar sigue siendo una problemática persistente y multifacética que afecta de manera significativa el entorno educativo y la paz en las escuelas. El 2 de mayo pasado se celebró Día Internacional contra el Acoso Escolar, este día es un recordatorio que busca promover el respeto, empatía y dialogo para fomentar la paz sin violencia en las escuelas.
El acoso escolar sigue desbordado en las escuelas del país. El ultimo informe de la UNESCO (2024) señala que la violencia escolar ha alcanzado niveles alarmantes y afecta tanto a estudiantes como a docentes en todo el mundo.
La UNESCO publicó en 2024, que mil millones de niños y jóvenes enfrentan agresiones físicas, psicológicas y sexuales cada año y afecta a niñas (os) y jóvenes entre los 2 y los 17 años, en las escuelas y los espacios de aprendizaje en línea, que no suelen ser refugios seguros. La mitad de los adolescentes del mundo sufre violencia en la escuela, esta misma organización señala que el bullying y su aliado el ciberbullying, están haciendo estragos en España, México y Estados Unidos, que los tres países más afectados del mundo.
Según el informe de UNICEF (2018): “el acoso y las peleas físicas entre compañeros interrumpen la educación de 150 millones de jóvenes de entre 13 y 15 años”.
En México, el 24% de los estudiantes de nivel secundaria y bachillerato han sido víctimas de bullying, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE:2023), lo cual se relaciona con desigualdades socioeconómicas, la desintegración familiar, la falta de recursos en las escuelas, y gustos culturales, principalmente.
La fundación “Bullying sin fronteras” (2024), señala que, se encuentran más de 200 razones para ser acosado o maltratado en las escuelas, desde el aspecto físico, la forma de vestir, de hablar, por alguna discapacidad, condición social, religión o gustos musicales, si es delgado(a) o robusto(a), si es inteligente o no lo es, si pertenece algún colectivo LGTB, por tener un alto rendimiento escolar o no, etc.
Por otro lado, vivimos en un contexto en el que lo ‘real’ y lo ‘virtual’ se encuentra inevitablemente entrelazados, violentando a colectivos, promoviendo ideologías machistas y racistas o incluso incitando a la violencia y el odio. Un fenómeno cada vez más común es el acoso a través de redes sociales que se ha convertido en Tierra de nadie. Se vive crisis de convivencia y paz escolar, con escasas horas de apoyo en salud mental escolar, muchas veces con un solo profesional para atender a cientos de estudiantes.
Requerimos políticas de largo plazo que no sean programas efímeros, coyunturales, sino de largo aliento, que sean integradas a los espacios escolares y crear diagnósticos que evalúen el clima de sus instituciones de manera permanente.
Es importante contar con un atlas de la violencia escolar por municipios, regiones, estados y del país que sea un referente empírico para establecer estrategias oportunas.
Otra de las propuestas que estamos planteando, es que se integre en las currículas de todos los niveles educativos, de manera transversal, el análisis de los temas de paz, convivencia y prevención de la violencia, ya que estas situaciones, no pueden aparecer solamente como un contenido temático, sino que tienen que permear un cambio de actitud en profesores, alumnos, directivos. Debemos de crear programas para sensibilizar y dar herramientas a los padres de familia para que hagan lo que les corresponde.
Algunas alternativas que proponemos en la construcción de paz y prevención de violencias en las escuelas son las siguientes:
1.-Capacitar a docentes, directivos y padres de familia sobre que es el acoso escolar como identificarlo, prevenirlo y cómo actuar.
2.- Establecer procedimientos específicos para la atención y seguimiento de casos. (sobre todo a los más vulnerables).
3.- Escuchar a los estudiantes y brindar protección en espacios seguros donde los estudiantes puedan expresar lo que viven, piensan y sienten.
4.- Adaptar estrategias al contexto, considerar la realidad individual, de casa sujeto, escuela y comunidad.
5.- Trabajar con las familias, para que estén informados y que sean aliados en la prevención y la contención.
6.- Fomentar el respeto, la empatía y el dialogo como ejes centrales de la construcción de paz y convivencia, donde se promueva la inteligencia emocional en el aula.
En conclusión, es importante pensar la escuela como un espacio de esperanza en formación de porvenires, desde donde se deben fomentes valores de solidaridad, convivencia y paz que garantice al individuo el respeto a su dignidad y derechos humanos.
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Profesores investigadores del CUCEA. Coordinadores de Área temática: Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas COMIE.


