En un contexto donde las consecuencias por el cambio climático se sienten cada vez más en los territorios, la Comunidad Climática Mexicana -con apoyo de UK Pact México, WRI México e Iniciativa Climática de México (ICM)- presentaron una herramienta digital y gratuita para transformar ideas ambientales en proyectos financiables que se consoliden y tengan un impacto tangible.
La herramienta está dirigida para autoridades locales que deseen estructurar proyectos de mitigación y adaptación del cambio climático y que, además, deseen ser un puente entre la ambición climática y la implementación de las iniciativas en los proyectos.
Por: Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo
Ante los crecientes efectos del cambio climático y las dificultades que enfrentan municipios y estados para acceder a financiamiento, la Comunidad Climática Mexicana -con apoyo de UK PACT México, WRI México e Iniciativa Climática de México (ICM)-, lanzó una herramienta digital gratuita que busca transformar ideas ambientales en proyectos robustos, viables y con impacto tangible.
Dirigida a autoridades locales, la herramienta permite estructurar iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático y busca cerrar la brecha entre la ambición climática y la implementación efectiva de proyectos en los territorios.
Se estima que entre el 7% y el 14% del Producto Interno Bruto (PIB) en países de América Latina debe destinarse a infraestructura y proyectos para enfrentar el cambio climático, de los cuales el 80% corresponde a estados y municipios, según Avelina Ruiz, subdirectora de Política Climática.
“Los estados, los municipios son la primera línea de defensa frente al cambio climático, porque es, justamente, donde se siente de manera más directa y más cotidiana los impactos del cambio climático. Las autoridades locales son quienes deben de atender inundaciones, sequías, olas de calor, daños a la infraestructura, afectaciones a la salud pública, por lo que son actores claves en la solución”, expresó Héctor Luna de UK PACT.
Sin embargo, los gobiernos locales enfrentan diversos desafíos. Además de no poder adquirir préstamos de entidades extranjeras —dependiendo así de intermediarios como la Secretaría de Hacienda o la banca de desarrollo— los fondos federales destinados al cambio climático representan menos del 1% del presupuesto nacional. Esto limita la ejecución de proyectos con impacto real.
A estos obstáculos se suma la baja capacidad técnica para estructurar proyectos bancables, la escasa recaudación fiscal local y la falta de ingresos propios, lo cual dificulta generar certidumbre jurídica y establecer alianzas público-privadas efectivas.
“Lo que buscamos es acompañar a los gobiernos estatales y municipales a formular proyectos que sean técnica y financieramente viables y que, por supuesto, generen beneficios medibles en materia de mitigación y adaptación al cambio climático”, concluyó Héctor.
La herramienta fue desarrollada a partir de un proceso participativo impulsado por la Comunidad Climática Mexicana que lanzó una convocatoria nacional para identificar proyectos que necesitaran fortalecimiento técnico y financiero. Se seleccionaron 12 iniciativas en Baja California Sur, Querétaro, Tabasco y Tamaulipas, e incluyó experiencias de municipios como La Paz, Guadalupe Victoria, Coatzacoalcos, Zapopan, Valle de Santiago, Mérida y Saltillo.
Durante más de un año, estos gobiernos trabajaron con equipos multidisciplinarios compartiendo información, desafíos y soluciones en un ejercicio de aprendizaje colectivo. El objetivo fue no sólo capacitar, sino también generar una guía útil basada en casos reales para otros gobiernos subnacionales del país.
“Creemos que vamos a contribuir o estamos contribuyendo a acelerar la obtención de recursos financieros necesarios para que se implementen los proyectos y, por supuesto, para que haya una contribución por parte de esos proyectos a las metas y a las agendas climáticas subnacionales, ya sean municipales, estatales o, incluso, nacionales”, expresó Saúl Pereyra, gerente de Acción Climática.
La herramienta está disponible gratuitamente en el sitio web de la Comunidad Climática Mexicana. Según Mónica Díaz, responsable del proyecto de Política Climática de ICM, fue diseñada para que cualquier funcionario pueda usarla de forma intuitiva. El proceso inicia con un cuestionario de autodiagnóstico que permite identificar la etapa del proyecto y las áreas a reforzar. Luego, el usuario puede navegar los contenidos sin un orden obligatorio.
El núcleo de la herramienta está conformado por 11 módulos temáticos que abordan desde la narrativa lógica del proyecto, el modelo de negocio y la inclusión social, hasta la identificación de vulnerabilidades, riesgos, alineación con políticas climáticas y participación de actores clave. Cada módulo incluye un video introductorio, una guía conceptual y una plantilla descargable.
Además, incluye un catálogo con más de 60 fuentes de financiamiento, tanto nacionales como internacionales, y ejemplos reales de proyectos financiados en México en sectores como residuos, transporte, agua e infraestructura.
“Queremos que los proyectos estén lo mejor sustentados posible… que justifiquen cómo el proyecto realmente aporta a la política de cambio climático, tanto local como nacional…en la aplicación podrán encontrar ejercicios muy sencillos para identificar cómo aportan a la reducción de emisiones o también cómo aportan a la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas desde sus propias localidades”, comentó Mónica.
Durante la presentación, Angélica Vesga, directora de Asuntos Públicos y Comunicación de WRI México, destacó que la herramienta actúa como un puente entre la planeación climática y la implementación en territorio. Subrayó la urgencia de actuar desde lo local: el financiamiento necesario para que México transite a una economía baja en carbono y resiliente asciende a más de 96 mil millones de dólares anuales.
“Crecer verde es posible… y también Es posible alinear los objetivos ambientales con los objetivos económicos a través de instrumentos y decisiones financieras. Y justamente lo que queremos hacer es contribuir a cerrar esa brecha que existe entre quienes diseñan e implementan proyectos en el territorio y quienes toman las decisiones de financiamiento”, expresó.
Vesga concluyó señalando que es necesario dirigir eficazmente los recursos disponibles hacia proyectos locales, lo que implica fortalecer alianzas público-privadas y generar confianza en los gobiernos subnacionales:
“Lo que nos permite esta herramienta es traducir una idea y un proyecto conceptual en el territorio en una carpeta técnica financiable, que genera un lenguaje común entre los que están implementando y los que están financiando”, concluyó.
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Para acceder a esta herramienta puede hacerse en el siguiente link:
