La historia perdida de Juana Bautista Danza

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Por Juan Yves Palomar / @juanyvespalomar

¿Por qué la historia de Jalisco no menciona a la última reina de su capital prehispánica? ¿Quienes eran sus dioses tutelares? ¿Quienes fueron los primeros constructores de Tonallan? ¿Cuáles fueron sus matemáticos más importantes? ¿Quiénes sus filósofos y poetas más influyentes? ¿Con qué culturas está emparentada nuestra antigua ciudad? ¿De dónde venían? ¿Cuántos años tenía la ciudad antes de su caída en manos españolas? ¿Qué se debe de hacer para erradicar y corregir siglos de revisionismo e historiografía sesgada? ¿Es posible? 

Guadalajara no debe dejar descansar su historia sobre una narración histórica tan deliberadamente cercenada. Tonallan es las historias de voces y caminos de un pueblo que se hereda desde hace más de 8 siglos, se calcula que han sido destruidas o saqueadas durante el último siglo al menos 45 pirámides o edificios prehispánicos, esto nada más hablando del predio en donde hoy se asienta el basurero de Matatlán, en el municipio de Tonalá, Jalisco.

La antigua Tonallan una urbe en completa forma, de un tamaño relevante para epóca debió tener aproximadamente 30 mil habitantes. Para este momento, la historia oficial de la Guadalajara peregrina narra que 60 familias peninsulares representando entre 360 y 480 personas aproximadamente, lograron avasallar, por una u otra vía, a una ciudad completa. ¿Cómo sucedió realmente esta subordinación?

Las mismas fuentes y referencias peninsulares refieren que con los españoles combatía un regimiento de aproximadamente 15 mil indigenas de otras regiones, sumando a esto la conocida crueldad de Nuño de Guzman. ¿Qué tragedias impulsó en el Valle de Atemajac? ¿Cuántas personas cayeron frente a sus armas en las rebeliones que impulsaron algunos caciques inconformes ante el recibimiento pacifico que decidió su reina? ¿En qué consistió el pacto entre Cihuatzin Cihualpilli Tzapotzingo y Nuño de Guzman? ¿Qué implica que ella y su hijo fueran bautizados? ¿Fueron llevados a las cortes españolas como sucedió con la familia de Moctezuma? ¿Qué sucedió con la historia de su familia? ¿Se experimentaron epidemias en el valle como sucedió a la caída de Tenochtitlán?

La historia suele ser escrita por los vencedores, en algunos de los casos los vencidos quedan reducidos a escuetas narraciones y en la gran mayoría de las ocasiones completamente al margen del relato. En el caso de los pueblos mesoamericanos, la gran mayoría de las culturas fuera del valle de México sufrieron la devastación de sus memorias, a traves de la destruccion de la arquitectura, la poesía, la historia, la pintura o la filosofía, eso parece ser lo sucedido con Tonallán.

Es importante reiterar entonces que el denominado proceso sincrético de las figuras religiosas, la modificación de tradiciones, costumbres y la invención de la noción de “mestizaje de culturas” fueron impulsados en circunstancias de poder profundamente asimétricas. Nadie quiere que el siguiente disparo de cañón apunte hacia sus casas.

La ausencia de respuestas a estas preguntas no solo evidencia un vacío historiográfico, sino también una deuda de justicia con los pueblos que habitaron este territorio mucho antes de las fundaciones de Guadalajara. ¿Cómo se construye una identidad colectiva cuando se omiten deliberadamente las raíces más profundas?

La memoria no puede seguir siendo rehén de versiones oficiales que privilegian la épica colonial mientras borran los logros sociales, culturales, científicos, arquitectónicos y filosóficos de pueblos y culturas completas. Nombrar a Cihualpilli no es solo reconocer a una reina olvidada: es enunciar y restituir una herencia de sabiduría, de diplomacia y de poder de una de las mujeres más importantes de la historia del actual occidente mexicano.

Preguntarse por los matemáticos, filósofos y poetas de Tonallan no es un ejercicio romántico ni nostálgico, es un llamado a restaurar un equilibrio histórico y cultural necesario para que la dignidad de los pueblos originarios no sea una nota al pie, sino el punto de partida y de referencia.

Por eso urge investigar y develar las historias perdidas, desde las raíces que aún existen de manera desperdigada o fuera del relieve del discurso hegemónico. Recuperar la memoria de Tonallan no es sólo un acto académico o arqueológico: es un acto político, organizativo y por supuesto de justicia, un acto de amor por nuestros ancestros y por las generaciones que vienen y vendrán.

Es el compromiso de recuperar la historia sin temor a la verdad, por dolorosa que sea, y que restituya al mismo tiempo la dignidad de quienes fueron silenciados. Porque mientras haya quienes pregunten, excaven, escuchen, recopilen, canten o narren de boca en boca su historia, Tonallan seguirá existiendo y resistiendo. Tonallan vive en cada investigación, en cada pregunta, en cada nformación incompleta, en cada nuevo hallazgo y en cada cuestionamiento. Y sobre todo, en la voluntad de recordar para sanar y soñar con un mejor futuro.

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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