El House of Cybelle Ball marcó la presentación oficial de la nueva casa main en Guadalajara: House of Cybelle, el evento realizado en Plaza La Perla que reunió a personas externas e integrantes de la comunidad ballroom para rendir homenaje a las luchas LGBTQIA+ bajo la temática Memoria Histórica.
Inspirado en la figura de la diosa Cibeles, el ball funcionó como un espacio de expresión, sanación y resistencia frente a la exclusión, donde el arte y la identidad se entrelazaron. Además de mostrar categorías vinculadas a la euforia de género, el encuentro permitió a les participantes reflexionar sobre el valor de crear espacios seguros, colectivos y visibles para las disidencias.
Por Vanessa Briseño / @nevervb
La plaza La Perla fue el escenario del House of Cybelle Ball, el evento con el que se presentó oficialmente la nueva casa main en Guadalajara: House of Cybelle. Bajo la temática Memoria Histórica, el ball buscó rendir homenaje a las luchas y trayectorias del movimiento LGBTQIA+ y de la comunidad Ballroom, desde sus orígenes hasta su presencia en la ciudad. La figura mitológica de Cibeles (diosa de la sanación, la cicatrización y la restauración), sirvió como inspiración para un evento en el que el arte, la expresión y la identidad se cruzaron como herramientas para resistir, habitar el presente y proponer nuevos futuros.
Arséne Cybelle Discordia, integrante de House of Cybelle y de Kiki House of Discordia, así como directora de Secuencias Producciones, compartió para ZonaDocs que la idea de crear el “House of Cybelle Ball” surgió de dos vertientes: por un lado, del deseo de visibilizar y posicionar a quienes conforman Secuencias Producciones más allá de las labores técnicas y de gestión que han desempeñado en otros eventos ballroom; y por otro, como un cierre simbólico de una serie de actividades realizadas en el marco del Pride en Guadalajara las cuales tuvieron lugar en en Plaza La Perla, las cuales incluyeron talleres de identidad, maquillaje, reapropiación del vestuario, una muestra de cine cuir y clases de Vogue Femme y Old Way.
El objetivo fue consolidar un espacio de expresión y reconocimiento para personas cuir y trans, donde el ballroom funcionara como una plataforma para afirmar la identidad y explorarla a través del arte. Arséne también explicó que la temática del House of Cybelle Ball se inspiró en la figura mitológica de Cibeles (del latín, Cybele), diosa de la restauración, la sanación y la cicatrización, cuyo nombre da identidad a la casa.
Desde una perspectiva personal, señaló que todo lo que ha impulsado en los últimos cinco años responde a un proceso de sanación propio y colectivo frente a las violencias que atraviesan las vidas de personas trans y cuir. El ball buscó canalizar esas experiencias hacia la creación de un espacio que no se limite a replicar estructuras existentes, sino que proponga nuevas formas de habitar el ballroom, entendiendo que este surgió precisamente de rupturas históricas:
“Cybelle es un pronunciamiento de hacer un espacio adentro del ballroom que existe, donde las cosas se hagan de la manera o de la perspectiva que tenemos de la vida y del ballroom: un espacio abierto a diferentes identidades, un espacio abierto a cuestionar las cosas del pasado”, afirmó.
La elección de una estética basada en la mitología y la euforia de género también responde al deseo de resignificar narrativas históricas que han sido borradas, y de construir un espacio abierto a nuevas identidades, cuestionamientos y formas de expresión.

Por la pasarela del House of Cybelle, caminaron integrantes de la escena ballroom, en su mayoría 007s. Aunque actualmente existen casas como West, Vemanei o Zodiac, la escena main local ha comenzado a reanudarse luego de un periodo en el que la escena Kiki tuvo más actividad.
Dentro de ese contexto, hay participantes que tienen doble afiliación: una casa main y una Kiki, como es su caso, donde se presenta como Arséne Cybelle en la primera y Arséne Discordia en la segunda. También participaron personas que se han acercado recientemente a la escena a través de talleres y espacios de formación.
Bajo la intención de presentar oficialmente a la nueva casa main en Guadalajara y rendir homenaje a la historia del movimiento LGBTQIA+ y de la comunidad Ballroom desde sus orígenes hasta su presencia en la ciudad, se desarrollaron diversas categorías dentro del eje temático Memoria Histórica.
Dentro de esa lógica, la mesa de les jurades —integrada por Porgie 007, Paloma Marc Jacobs, Anarcunty 007, Beck 007 y Miranda 007— contó además con la participación de Raven 007 como chanter. Cada integrante del panel tuvo un espacio para compartir con les asistentes experiencias relacionadas con sus procesos de sanación. Como Anarcunty 007, quien durante su intervención leyó un texto en el que reflexionó sobre el duelo y la exclusión:
“¿De cuantxs más tendré que despedirme repentinamente? Un amigx por semana he perdido injustamente, una por negligencias, otra por acoso, y uno más al ser abandonadx, víctimas del sistema… por haber nacido como nacimos”, expresó.
Referente a las categorías, estas incluyeron Runway with a Twist, donde les participantes debían transformar un estilo americano en europeo o viceversa; OTA Vogue Femme in a Box; Posing con revista; Beginners Performance para quienes se inician en el ballroom; Best Dressed, centrada en la expresión de la euforia de género; Old Way with a Prop; Hands Performance to Any Beat; y Bazar Bizarre, inspirada en experiencias relacionadas con la disforia de género.
Durante el evento, Estelle, quien caminó en la pasarela como Best Dressed, expresó sentirse nerviosa especialmente por tratarse de un espacio público donde no siempre se sabe qué esperar. Explicó que, aunque se identifica como una mujer trans desde antes, participar en espacios como el ballroom le ha permitido expresarse más allá de los estereotipos impuestos por la sociedad. Para ella, estos encuentros son importantes porque ofrecen la posibilidad de habitar al menos por un momento un entorno donde se sienta segura y cómoda dentro del espacio público.
Igualmente, Andrés, Sam y Manu Alejandro, participantes del ball, compartieron que, al participar en el House of Cybelle, se sentían emocionados, aunque también atravesaban momentos de nerviosismo y ansiedad antes de comenzar. Para Manu Alejandro, el evento representaba una oportunidad para visibilizar a una comunidad que sigue siendo marginada y violentada: “es muy importante para hacernos escuchar y ver”.
Sam remarcó la importancia de generar espacios donde las personas puedan conocerse y construir relaciones que fortalezcan a la comunidad. Andrés coincidió al señalar que “todxs merecen tener un lugar seguro”, donde sea posible expresarse libremente a través del baile y el vestuario. Enfatizó que este tipo de espacios permiten normalizar la diversidad y romper con la idea de que se necesita pertenecer a una identidad específica para participar.

Manu Alejandro, por su parte, mencionó que este tipo de encuentros también funcionan como formas de educación social, al invitar a cuestionar estigmas y prejuicios, especialmente hacia las personas trans. Para él, nombrar lo que existe es parte fundamental del proceso de cambio y de generar espacios donde todas las identidades puedan sentirse vistas y respetadas.
Por otro lado, Arséne compartió que se sintió conflictuada al realizar el primer ball de la House of Cybelle, ya que el proceso implicó varios retos, entre ellos la decisión de algunas personas que originalmente se nombrarían parte de la casa pero que finalmente optaron por no hacerlo debido a tensiones dentro de la comunidad ballroom en Guadalajara.
Describió el contexto como estresante y desalentador por las reacciones tanto desde dentro como fuera del movimiento. Aun así, reafirmó su compromiso con el proyecto y reconoció el esfuerzo colectivo detrás del evento y la necesidad de seguir recaudando fondos para cubrir gastos, al tiempo que destacó la importancia de luchar por espacios dignos y visibles para las disidencias.
Arséne expresó que, más allá del espectáculo, espera que quienes asistieron o participaron en el House of Cybelle Ball se hayan llevado un cuestionamiento y una reflexión sobre qué hacer con las propias heridas. Señaló que todas las personas cargan con experiencias de dolor en distintos niveles, y que el sistema actual está diseñado para excluir y sostener la ilusión de una norma que en realidad no existe.
Desde su perspectiva, el verdadero poder radica en reconocer que no se encaja en esa norma y que, lejos de intentar hacerlo, se puede transformar el dolor en algo distinto, en una forma de vida más consciente, empática y colectiva. “Nuestro superpoder más grande es que no estamos dentro de esa norma y que no queremos que nos metan, sino encontrar otra forma de vivir”, finalizó.


