Guadalajara celebra la primera edición del Festicuir, un escenario para voces cuir

El andador junto a la Rotonda de las y los Jaliscienses Ilustres fue sede de la primera edición del “Festicuir GDL: Resonando Juntxs”, festival de música que reunió a artistas y creadorxs de la comunidad LGBTIQ+ para visibilizar sus voces, identidades y narrativas. Impulsado por Toni Acosta, el evento surgió ante la falta de representación de las personas cuir en la música y buscó crear un espacio seguro de encuentro y resonancia colectiva. 

Contó con el apoyo del Ayuntamiento de Cultura Guadalajara, a través del programa LATE Con la Diversidad, Secuencias Producciones y AHF Guadalajara, que ofreció información y pruebas de detección de VIH. El cartel incluyó a Alex Cuppido, Lenguas Alternativas (Gorgy Medussa Vemanei y Zadara 007), Sheena La Cebra y Laura Águila, quienes compartieron propuestas musicales diversas y mensajes sobre igualdad, representación y visibilidad. 

Por Vanessa Briseño / @nevervb

El andador aledaño a la Rotonda de las y los Jaliscienses Ilustres fue testigo de la primera edición del “Festicuir GDL: Resonando Juntxs”. Un festival de música que reúne a artistas y creadorxs de la comunidad LGBTIQ+ con el propósito de ofrecer un espacio donde sus voces, identidades y narrativas tengan presencia en los escenarios. Con base en la reflexión sobre la escasa representación de la diversidad en las letras y temáticas musicales, el evento no solo buscó mostrar el talento de sus participantes, sino también generar un entorno seguro y de encuentro que fortalezca los lazos comunitarios. 

La realización del evento contó con el apoyo del Ayuntamiento de Cultura Guadalajara, a través del programa LATE Con la Diversidad, así como de Secuencias Producciones. Además de la participación de AHF Guadalajara, quienes contaron con un stand informativo y la aplicación de pruebas de detección de VIH durante todo el periodo de actividades.

Toni Acosta, encargadx de la gestión del eventó, explicó en entrevista para ZonaDocs que la inspiración de crear el Festicuir surgió al cuestionarse la escasa presencia de artistas cuir en grandes escenarios y festivales fuera del mes de junio, así como la falta de canciones que utilicen lenguaje inclusivo o nombren explícitamente a las disidencias. A partir de esa reflexión, consideró necesario abrir un espacio que, con el tiempo, se pueda convertir en una plataforma para que más artistas de la diversidad puedan presentarse y alcanzar públicos amplios, logrando que su música sea escuchada y reconocida.

Agregó que la idea es “resonar juntxs”, que conecta el sentido musical con el social, aludiendo a cómo las vibraciones se transmiten, se expanden y se transforman al encontrarse unas con otras. En lo sonoro, ese choque y coincidencia de frecuencias amplifica el movimiento; en lo colectivo, ocurre algo similar cuando las experiencias, memorias y afectos de las personas cuir encuentran un punto en común. Esa coincidencia genera una resonancia política y emocional que las hace presentes y las fortalece. Desde ahí surge el nombre Festicuir GDL: Resonando Juntxs, como una invitación a habitar la música no solo como entretenimiento, sino como un espacio de protesta, gozo y resistencia donde lo cuir es una fuerza que transforma los escenarios y expande los mundos posibles.

A pesar de los nervios de organizar por primera vez un festival de este tipo, con dudas sobre lo que podría ocurrir y el reto de realizarlo en un espacio público del centro de Guadalajara. Toni reconoció que habitar esos lugares implica cierto miedo, pero también emoción y la convicción: Es importante que la gente nos vea, nos escuche y que sepa que ahí estamos”. 

“Sheena, La Cebra” en escena.

Señaló que el impulso para hacerlo provino de la necesidad de dejar de estar ausentes en los espacios imaginarios de la música y que, “al nombrar lo que no se nombra” y hacer resonar esos mensajes, las personas comenzarán a reconocer a las disidencia:

“tanto física como imaginariamente… en todas las diferentes formas de existir, principalmente en la música porque es algo que nos rodea como personas y nos conecta también”.

El cartel de la primera edición del Festicuir estuvo integrado por Alex Cuppido, artista que compone y canta sobre la brecha entre la religión y las personas cuir; Lenguas Alternativas, proyecto de Gorgy Medussa Vemanei y Zadara 007, quienes presentaron un número de chanting inspirado en la cultura ballroom; Sheena La Cebra, banda de punk liderada por una mujer trans cuyas letras abordan diversos temas sociales y de protesta; así como Laura Águila, cantautora con gran calidez que incluyó en su repertorio una canción inédita dedicada a su esposa.

Alex Cuppido expresó que la música es algo de lo que las personas deben apropiarse y, en el contexto actual, “es momento de ponernos todos los colores del arcoíris y mostrar que aquí estamos”. Aclaró que le gustaría que, después del evento, el público se llevara un mensaje de respeto e igualdad, ya que “(las personas cuir) somos iguales que ellos y todos queremos vivir felices. Hay que celebrarnos”.

De forma paralela, Gorgy Medussa recordó que ingresar a las industrias artísticas ya es complicado y que, como persona cuir, resulta aún más difícil debido a la falta de espacios que ofrezcan lo necesario y traten con dignidad. Puntualizó que contar con un festival musical exclusivamente para personas de la disidencia representa “un escaparate interesante” para la comunidad y añadió que, el evento, es un punto de inflexión para que las audiencias se acostumbren a escuchar propuestas distintas:

“(Espero) que se den cuenta que la música puede venir de cualquier persona y que las letras de las canciones también van a cambiar y nos van a representar… lo que queremos decir a través de la música”.

Por su parte, Laura Águila manifestó su alegría frente a la existencia de espacios que le den visibilidad en el arte a la comunidad LGBT+, sobre todo si estos se realizan en la esfera pública. Compartió que lleva diez años casada con su esposa y ha enfrentado actitudes que reducen las muestras de afecto a lo privado, por lo que valoró que en el Festicuir se abriera un espacio donde “se vea que el amor es amor”. Igualmente, deseó que esto no se quede en un evento aislado, sino que el festival se convierta en un referente en Guadalajara y Jalisco.

Con el objetivo muy presente en todo momento, Toni compartió que espera que el Festicuir ofreciera un espacio seguro, libre de hostilidad, en el que lxs artistas participantes se sintieran en confianza y, sobre todo, que estuviera gestionado por personas cuir. Consideró fundamental que este tipo de espacios sean creados por la propia comunidad, frente a actitudes o comentarios que suelen incomodar o violentar. 

Sobre la audiencia, expresó que si bien varias personas asistieron con la intención de ver a ciertas bandas o artistas, y otras personas que, al pasar por el centro, se detuvieron a escuchar. Su meta era que estas últimas reflexionaran sobre cómo han tratado a las personas cuir, reconocieran sus historias y entendieran que, aunque las experiencias pueden ser distintas, comparten el mismo mundo. Finalizó mencionando que, si la música logró provocar emoción o “cambiar la forma de ver la realidad en algunas personas, el objetivo se habría cumplido”.

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Vanessa Briseno
Vanessa Briseno
Melómana por excelencia y apasionada de la lectura. Creo firmemente que el periodismo es una gran herramienta que te permite contar historias reales desde la verdad.

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