Ramiro, Jerónimo, Alondra y cientos de pacientes enfrentan un dilema cada mes: perder horas de trabajo y gastar lo poco que tienen en traslados, o renunciar al tratamiento psiquiátrico, que les permite seguir con su vida, en el Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada (CAISAME E.P.), el único hospital público de estancia prolongada para la atención a la salud mental, ya que llegar hasta El Zapote del Valle es todo un viacrucis.
Por Amelia Aguirre / @AmelyAguirre (X) / @ameliaaguirre60 (IG)
Para Ramiro cada ida al hospital psiquiátrico es un vía crucis. Ir por su inyección mensual para disminuir los síntomas de su padecimiento, esquizofrenia, implica más de dos horas de traslado más otras dos horas y media para regresar a su casa. Y es que tener un padecimiento mental, como esquizofrenia, trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, por mencionar algunas de las condiciones que se atienden en un hospital psiquiátrico, no se elige.
Ramiro toma dos camiones para llegar a la aplicación de su medicamento desde las 7 am para alcanzar a llegar a su cita al Centro De Atención Integral En Salud Mental Estancia Prolongada (CAISAME E.P.), conocido simplemente como “El Zapote”.
Según el INEGI, en México, cerca de 35 millones de personas han experimentado en algún momento de su vida algún trastorno de salud mental. Uno de los más comunes es la depresión, que año con año, aumenta su prevalencia entre la población.

Tan sólo de enero a septiembre de 2024, el sistema de salud en México atendió a 303 mil 356 personas (205 mil 336 mujeres y 98 mil 020 hombres) por distintos padecimientos. Las condiciones que más prevalecieron fueron la ansiedad y la depresión.
Del total de personas atendidas por una institución de salud, las principales condiciones por las que se solicitó el servicio, fueron ansiedad (51.5%) y depresión (25.9%). A la lista de los principales padecimientos atendidos le siguieron: trastorno psicótico (2.7%), trastorno bipolar (1.4%), estrés postraumático (1.5%), TDAH (3.4%) y trastorno del espectro autista (1.8%) según datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y adicciones.

Del total de consultas que la Red de Salud Mental en Jalisco atendió en el periodo de 2015 a 2019, el segundo lugar con mayor atención fue El Zapote solo superado por SALME de Av. Zoquipan (CAISAME Estancia Breve) que se encuentra en Zapopan.
El Zapote debe su nombre su ubicación: se encuentra en El Zapote del Valle y la única ruta que llega hasta al hospital es T13 A6, por lo que el problema ha existido durante años, pero con las actuales obras el traslado y el tiempo de espera entre una unidad y otra, ha aumentado.
Llama la atención que el único hospital de estancia prolongada, para hospitalizaciones de más de un mes, tiene solo una ruta única de camión. Y cabe preguntarse, por qué el hospital que tiene el segundo lugar en demanda de servicios de salud mental en todo el estado, se encuentra tan desconectado de las diferentes vías de transporte público.

Sin infraestructura de movilidad para llegar a tiempo a las citas
Atender la salud mental implica acudir periódica y puntualmente a las citas para cambios, mejorías y ajuste de medicamentos. A este respecto, el Dr. Alfredo Macias, médico psiquiatra de El Zapote, comenta: “cuando el seguimiento del tratamiento se suspende, los pacientes no toman sus medicamentos y se pueden llegar a agudizar los síntomas de la enfermedad”.
Tener seguimiento y apego al tratamiento importa para mantener la salud. Y hay quienes tienen los recursos económicos para acudir a la consulta privada. Pero no es el caso de Jerónimo, paciente de El Zapote quien padece trastorno esquizoafectivo:
“pues uno viene hasta acá, porque ir con un psiquiatra a un consultorio sale arriba de mil pesos más gastar en el medicamento, pero luego aquí a veces falta la medicina”.
Y aun cuando esta institución pública otorga el servicio de forma gratuita en Jalisco, las condiciones para acudir, son difíciles: “es mucho tiempo en la carretera, a veces hay que pagar un taxi, uber o cómo llega uno a la cita, ¿verdad?, pero es muy caro”, comenta Karina, en uno de los días que no pudo llegar a su consulta.

El Zapote es el segundo hospital con mayor demanda para atender padecimientos de salud mental en Jalisco, pero es también el más lejano. Rogelio, el papá de Alondra quien es paciente del hospital desde hace diez años, relata:
“no hay quien traiga a mi hija hasta acá, ella no puede venir sola porque le puede pasar algo, entonces días como hoy yo no voy a trabajar porque acá pierdes toda la mañana”.
Alondra mira a su padre y asiente. Se disculpa con él por hacerle “perder el día”.
Pareciera que la responsabilidad por buscar la atención médica a costa de traslados de hasta cinco horas (ida y vuelta), son la opción de las personas que viven con alguna enfermedad mental y que no poseen vehículo propio para trasladarse a sus consultas.

De granja “de enfermos mentales” a hospital
La historia de El Zapote es curiosa: se remonta a casi setenta años y empezó siendo una granja. Se fundó en 1956, bajo el nombre de “Granja de Recuperación para Enfermos Mentales”, y fue inaugurado por el entonces presidente de México, Adolfo Ruiz Cortines. Asentado en los terrenos ejidales del Zapote del Valle y colindante con la ex hacienda “La Esperanza”, este proyecto, pretendía dar mejores condiciones a los pacientes del Hospital Civil Viejo en la década de los cincuenta por medio de actividades de agricultura y ganadería realizadas.
Pero la institución pasó por diferentes cambios: el más reciente tuvo lugar el 3 de febrero de 2022 por parte del gobierno de Estado, con la inauguración del edificio que le da su nombre actual (Centro De Atención Integral En Salud Mental Estancia Prolongada) que tuvo como principal finalidad dar atención a trastornos graves y persistentes en una modalidad ambulatoria y dejar, como último recurso, el internamiento o asilamiento.
Sin embargo, aún con el foco en el crecimiento de consulta externa, sigue siendo una odisea llegar al hospital.

El entonces gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez comentaba durante la inauguración:
“Y obviamente es la atención para la gente que no tiene seguridad social, que no tiene ningún tipo de recursos, es decir, la gente que más, más necesita es la que aquí se atiende, ¿verdad?”
Paradójicamente, la inauguración y mejoramiento de las instalaciones en 2022, no se tradujo en una inversión que pudiera incidir también en la movilidad hasta El Zapote. A este respecto, Alfaro también mencionó:
“Son de esos asuntos que quedaban siempre relegados, de alguna forma hasta la distancia y la ubicación, hacían que nadie volteara a ver, hasta acá”.
Y ahora, uno podría preguntarse si es que esa administración, o la actual, alguna vez volvieron a voltear “hasta acá”. Porque no hubo más rutas que llegaran: la única sigue siendo T13 A6, que inicia en Avenida la Paz a una cuadra de la Calzada Independencia y termina justo en el hospital.
Aún hoy, los pacientes acuden no sólo desde el Área Metropolitana de Guadalajara, sino desde diferentes municipios de Jalisco e incluso de otros estados de la república, hay pacientes de Nayarit, Michoacán y Guanajuato, por mencionar algunos estados de los que se tiene registro. Podría decirse, que la atención del hospital en la región ha sido de suma importancia para otorgar diferentes servicios de salud mental entre los que se encuentran la atención psicológica y médica, así como de trabajo social y atención a pacientes que buscan aumentar sus habilidades para el empleo y el autoempleo.

Camino tortuoso, al que se añadió la ampliación de la carretera a Chapala
El 25 de marzo de este año, el Gobierno de Jalisco inició las obras de trabajo de construcción y mantenimiento para la ampliación de la Carretera a Chapala, las cuales van desde el tramo que está a la altura del Aeropuerto Internacional de Guadalajara hasta el Periférico Sur y cubren los municipios de Tlaquepaque, Tlajomulco de Zúñiga y El Salto.
Sin embargo, estas obras no llegan ni entran al Zapote del Valle, cuyo camino de entrada intercala el pavimento con tramos de terracería.
Una trabajadora social del hospital, relata:
“cuando empezaron las obras de construcción en la carretera a Chapala, se intensificó la ausencia e inasistencia de los pacientes a sus citas médicas, hay gente que se termina regresándose mejor y ya no reciben su tratamiento.”
Sin coche y sin redes de apoyo: que aguanten el transporte público si quieren atención médica
Según datos del IEEG (2024) en el Área Metropolitana de Guadalajara se concentran el 63.23% del total del parque vehicular del Estado de Jalisco, sin embargo, aún la mayoría de la población utiliza el transporte público para su traslado. Según el informe Moverse en Gdl 2022, de Jalisco Cómo Vamos, el 55.9% de la población del AMG utilizaba camión o Macrobús para trasladarse, aproximadamente el doble de personas que reportaron utilizar vehículo particular (27.6%).
Carmen es una de las decenas de pacientes afectados por esta situación, en la cual debe escoger si ir a trabajar o a atenderse:
“tarda mucho en pasar el camión y a veces no pasa y ya mejor no va uno, tenemos que trabajar y de por sí faltamos por ir hasta allá y ya es muy difícil, muy difícil de llegar”.
Y es notorio, la mayoría de los pacientes que no pierden sus citas o llegan a tiempo, cuentan con redes de apoyo familiar, o con un vehículo particular para trasladarse, mientras que las personas que se encuentran en condiciones de mayor precariedad, y tienen que seguir usando el transporte público, llegan a interrumpir su tratamiento.
Por suerte, no es el caso de José, que comenta: “Me trajo mi hermano a la consulta en el carro, mucho tráfico, pero ya llegamos”.
Y es que la carretera a Chapala va a mejorar la movilidad, pero no de quienes van al Zapote del Valle sin vehículo propio. Sin obviar que estas políticas se traducen más en una apuesta hacía el mercado y menos hacia los cuidados: la salud mental está mediada por los recursos individuales con que se cuentan para hacerle frente a los síntomas de una enfermedad que uno no eligió.
Felipe, habitante de la localidad de El Zapote del Valle, comenta:
“toda la vida ha sido así, hay quien hace servicios a la carretera, porque el camión a veces tarda hora y media en llegar al pueblo… es un servicio comunitario, te cobran 15 pesos pro llevarte a la carretera, porque los camioneros a veces no llegan hasta acá, bajan a la gente ocho cuadras antes y pues que caminen entre baches del tamaño de albercas, ya que”
Es necesaria la infraestructura urbana de grandes obras, pero también la inversión en proyectos que incidan en el bienestar, los cuidados y la salud mental. Porque pareciera que en la agenda estatal importa más el mejoramiento de lo que es visible y llamativo, aunque no dé cuenta de las necesidades reales del total de la población.
Cabe preguntarse si es que entre esos “baches del tamaño de albercas”, una cybertruck (modelo de las lujosas patrullas adquiridas por el gobierno de Pablo Lemus) podría llegar ilesa a El Zapote.
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Agradezco a Héctor Israel Piña @YaNiPaper y a Agustín del Castillo @agdelcastillo por las recomendaciones para este reportaje.



Y no solo es la odisea para llegar al Zapote. También el hospital se encuentra rebasado para la atención y con muy pocos insumos. ¿La salud mental es prioridad social?, es un hecho de que no.