“Papá, escucha: tu hijo está en la lucha”

#HastaEncontrarles

En Guadalajara, cientos de familias marcharon en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Entre ellas estuvo Paola Rubio, quien junto a sus hijas, padres y sobrino exigió justicia por su hermano Humberto, desaparecido en abril. La jornada estuvo marcada por el dolor, las consignas y la denuncia contra un Estado que —acusan— permite la desaparición y borra las huellas de quienes buscan.

Por Valeria Álvarez / @vale_alpez (IG)

Paola Judith Rubio Méndez, de 23 años, se levantó el sábado 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, y se dirigió a la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco junto a sus padres, su prima, sus dos hijas y su sobrino.

Eran las 8:45 de la mañana. Guadalajara amaneció soleada, con ligeros vientos. Paola portaba gafas de sol negras, media coleta, pantalones de mezclilla, un par de tenis blancos Reebok y una playera blanca con la foto de su hermano y una leyenda:

“Persona desaparecida. Humberto Gerardo Rubio Méndez. ¡Te seguimos buscando!”

A su alrededor había cientos de personas vestidas de manera similar, con las imágenes de sus seres queridos impresas en camisetas, pancartas, lonas y fichas de búsqueda. La Glorieta estaba repleta de gente y cubierta con mantas que contenían los nombres y rostros de personas jaliscienses desaparecidas. Paola no estaba ahí solo para conmemorar: estaba, junto a su familia, para exigir justicia por Humberto.

Humberto Gerardo Rubio Méndez fue visto por última vez el 19 de abril de 2024 en la colonia El Tizate, en Zapopan.

“Él salió con un amigo. Salió un viernes y al sábado en la noche la mamá del otro muchacho le preguntó a mi mamá que si no sabía nada de él, y pues de ahí ya no supimos nada”, relató Paola.

Las cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) indican que en Jalisco hay más de 15 mil 432 personas desaparecidas, lo que lo convierte en el estado con mayor número de casos a nivel nacional. En el Registro Estatal se asegura que hay 15 mil 838 desapariciones.

Ante la falta de resultados por parte de las autoridades, han surgido colectivos de búsqueda —integrados en su mayoría por mujeres— que actúan como redes de apoyo, de rastreo y de exigencia de justicia. En el caso de Paola, ella forma parte del Colectivo Luz de Esperanza.

***

A las 8:55, los organizadores anunciaron el inicio de la marcha. Paola tomó de la mano a sus dos hijas y emprendió el recorrido hacia Palacio de Gobierno, acompañada de su madre y su padre: Miriam Méndez, quien vestía una playera igual a la de Paola y cargaba una lona con la ficha de búsqueda de Humberto, y el señor Humberto Pérez Rubio, que sostenía en una mano una pancarta morada con la foto de su hijo y en la otra el brazo de su nieto.

“Las dos niñas son mías, pero el niño es de él, de mi hermano”, explicó Paola. “A él le gustaba mucho sacar a su niño. Se llevaba bien con su hijo, tiene ocho. Ahora él se queda en casa con mis papás, pero él tenía a su niño.”

La situación en Jalisco es tal que no sólo hay madres y padres buscando a sus hijos, o hermanas buscando a sus hermanos: también hay niños de ocho años buscando a sus padres. Una responsabilidad que le corresponde al Estado, cuya omisión y negligencia permiten que las desapariciones continúen.

“Exijo al gobierno que no nos ignore, que nos apoye en la búsqueda de nuestros desaparecidos, porque se hace sordo en cuanto ve que se acerca la gente. En un momento nos hace caso y después se olvida de todo lo que está haciendo por nosotros… Hasta nos quitan nuestras fichas que pegamos en los postes, las borran. Si fueran familiares de ellos ya los habrían encontrado”, señaló el señor Humberto Rubio.

Las fichas de búsqueda tienen un profundo significado para las familias. Identifican a quién busca cada persona, sensibilizan a la sociedad y también brindan apoyo emocional. Los colectivos las pegan de manera constante en distintos puntos de la ciudad, a pesar de los intentos del gobierno por retirarlas. Además, reparten volantes con varias fichas de búsqueda, creando así una memoria colectiva y un vínculo entre buscadoras y buscadores.

“Son importantes más que nada para que se den cuenta por quién estás marchando. Sepan qué es de ti, vean su rostro, porque hay mucha gente que apenas se va integrando al grupo, entonces así ya van conociendo. Son muchísimas personas las que llevan años. Hay personas que llevan hasta diez años buscando a alguien, y portarlas (las fichas) es una forma de sacar un poco de lo que sientes”, explica la familia rubio.

***

Entre llantos, música y consignas como: “Jalisco es una fosa” y “¿Dónde están los desaparecidos? Los queremos de vuelta y vivos”, avanzó la marcha hacia Palacio de Gobierno.

Las dos niñas y el niño, integrantes de la familia Rubio, miraban atentos a su alrededor; a veces cargaban pancartas, luego cansados las devolvían. Sus rostros reflejaban tristeza. Si para las personas adultas la búsqueda es dolorosa, para las infancias debe ser aún más confuso y desgarrador.

Al llegar a Palacio de Gobierno, los colectivos de búsqueda que integraron el contingente colgaron lonas en la fachada de la sede del Poder Ejecutivo de Jalisco y con megáfono en mano dieron paso a los pronunciamientos de cada colectivo de búsqueda, así como de organizaciones acompañantes. Hablaron varias personas, todas pidieron apoyo de la sociedad, voluntad para colaborar, pero sobre todo exigieron que el Gobierno de Jalisco actúe para detener las desapariciones.

“No queremos seguir encontrando a nuestras hijas, a nuestros hijos, a nuestro futuro en bolsas de basura”, expresó Héctor Flores, cofundador del colectivo Luz de Esperanza.

La marcha concluyó cerca de las 11:30 de la mañana, entre lágrimas, un sentimiento compartido de rabia y una atmósfera de impotencia. Al final, la familia Rubio se sentó en una banca para descansar. Una de las hijas de Paola levantó la pancarta y gritó: “¡Quiero a mi tío!”.

Ese día, 30 de agosto, a pesar de los kilómetros recorridos, las fichas pegadas, las consignas gritadas y las incontables lágrimas derramadas por la negligencia, omisión e indiferencia del Estado, ese sábado Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Paola regresó a casa sin su hermano; Ivonne sin su primo; Miriam y Humberto sin su hijo; las dos niñas sin su tío; y el pequeño de ocho años, sin su papá.

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

1 COMENTARIO

  1. Gracias por unirse en esta lucha que parece ser inalcanzable, la indiferencia que vivimos de nuestro Gobierno y en ocasiones de nuestra sociedad, complica y nos quieren callar o minimizar pero no lo van a lograr, no nos vamos a rendir y no vamos a dejar que nos consuelen con un papel “QUREMOS HECHOS”, “QUEREMOS JUSTICIA”.

    Jalisco destaca en México por ser una potencia agroalimentaria y un centro económico innovador, consolidándose como líder en la industria audiovisual y turismo, entre otras, pero JALISCO también ES LA ENTIDAD CON LA MAYOR CIFRA DE PERSONAS DESAPARECIDAS EN MÉXICO, REGISTRANDO MÁS DE 15,000 CASOS HASTA MARZO DE 2025.

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