El mandato disminuido de la CEDHJ y la importancia de la protesta social

Manos Libres

Por Francisco Macías Medina / @pacommedina (X) / @FranciscoMacias (TG)

Los derechos humanos son sentires, quereres y poderes que deben impulsar rutas de dignidad para superar una realidad que limita o niega la dignidad. Cuando se transformar en deberes sin una herramienta de garantía específica, terminan en una especie de “normalización”, que en muchas de las ocasiones es estática.

Ya en otras ocasiones se ha analizado el actual papel de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en la oportunidad y profundidad en la defensa de los derechos humanos a la que no hay mejor manera de evaluarla que por sus resultados.

El pasado 25 de noviembre el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) y el Colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco, denunciaron su inconformidad ante la emisión de la Recomendación 28/2025, debido a que en vez de realizar un análisis exhaustivo de la gravedad de las violaciones a los derechos humanos que realizaron policías integrantes del agrupamiento “Ateneas” de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Jalisco, se limitó a mencionar lo acontecido como “uso excesivo de fuerza” por lo que anunciaron su impugnación ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Lo anterior pudiera pasar como un asunto ordinario si no es porque se trata de un colectivo de familias de desaparecidos que se caracteriza por utilizar la protesta social como herramienta pedagógica y de denuncia, y cuyos integrantes fueron víctimas de una represión el 31 de marzo de 2023 frente a las instalaciones de la entonces Fiscalía Especial de Personas Desaparecidas, en la que se alegaron actos de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes, ya que en los hechos ocurridos el 31 de marzo de 2023, fueron encapsuladas algunas de sus integrantes, violentadas física y verbalmente, además de ser sometidas, con las correspondientes afectaciones físicas y psicosociales.

De la determinación de la CEDHJ, resalta el retraso con el que se emite la Recomendación, ya que tardó más de dos años en documentar el caso, lo que seguro ocasionará que el deslinde de responsabilidades administrativas y penales se complique, ya que los mandos y el personal seguramente dejaron de realizar la función policial por el cambio de la administración estatal.

Sus carencias en la documentación de este grave caso, muestra una inercia institucional en la que se busca limar un mandato claro, que busca denunciar a través de las recomendaciones las violaciones a los derechos humanos, los responsables, así como los mecanismos de reparación y no repetición.

No es timidez sino la consolidación de una dinámica de una institución promotora, pero no defensora de los derechos humanos.

En un contexto en el que de nueva cuenta se busca limitar el ejercicio de la protesta social como componente para construir todos los derechos humanos, lo que se requiere es que una institución como el Ombusperson sea proactivo para actuar antes que las dinámicas de represión se conceptualicen e institucionalicen e incluso se les dote de recursos. 

Sea preventiva para entender los contextos de represión y las dinámicas insertas en los cuerpos policiales a través de los múltiples y graves incidentes en la historia de Jalisco, para encuadrarlos en violaciones constantes y graves a los derechos humanos.

Así mismo para que sea reactivo, es decir que cumpla con el mínimo, que aquí es el máximo estándar que deben ser denunciados, porque cada situación o sobreviviente de violaciones a los derechos humanos cuya situación no es atendida a cabalidad, es sumarse a perpetuar los daños, a que los hechos vuelvan a ocurrir y a que las personas responsables continúen en una carrera de impunidad.

Lo mínimo que se esperaría es que en el momento en que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emita una recomendación en contra de la de Jalisco, sea atendida con prontitud y diligencia, así como con el reconocimiento de que su trabajo fue por lo menos incompleto.

Mientras tanto el Colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco, con su sentido, fuerza y dignidad que les caracteriza, nos seguirán mostrando que la calle es para mostrar la injusticia, para gritar que la dignidad prevalece y para llamarnos a la responsabilidad.

Comparte

Manos Libres
Manos Libres
Francisco Macías Migrante de experiencias, observador de barrio, reflexiono temas de derechos humanos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer