Streaming e inteligencia artificial: el nuevo colonialismo cultural que amenaza a América Latina

El Seminario Internacional Comunicación y Sociedad celebró XXIX edición con una mesa dedicada al impacto del streaming y la inteligencia artificial en América Latina, en la que académicos de reconocida trayectoria discutieron los desafíos culturales, económicos y tecnológicos que enfrentan los países del Sur Global, esto en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Por Darwin Franco / @DarwinFranco

El Seminario Internacional Comunicación y Sociedad, organizado por el Departamento de Estudios de la Comunicación Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, realizó la mesa titulada “Pantallas desde el Sur Global: resistencias desde América Latina”, un espacio dedicado a reflexionar sobre las transformaciones del ecosistema audiovisual frente al dominio de las plataformas digitales y la expansión de la inteligencia artificial.

En el evento participaron Gabriela Gómez, directora de la Revista Comunicación y Sociedad; así como los investigadores Toby Miller, profesor Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara; y  Juan Piñón, académico de la Universidad de Nueva York.

Durante la presentación, ambos académicos destacaron la relevancia de analizar cómo el streaming ha reconfigurado los modos de producción, distribución y consumo audiovisual, particularmente en contextos latinoamericanos marcados por desigualdades estructurales.

Señalaron, además, que la irrupción de la inteligencia artificial ha intensificado estas tensiones al automatizar procesos creativos y consolidar infraestructuras digitales que impactan en lo laboral, lo ambiental y lo cultural, pero sobre todo al tener al sur global como un territorio para instaurar los grades centros de datos que están dejando sin luz y agua a decenas de comunidades.

Al respecto, Gabriela Gómez planteó que la mesa se realizó con el objetivo de reflexionar sobre el colonialismo cultural en la era del entretenimiento digital, así como los retos que enfrentan las narrativas latinoamericanas para mantener su soberanía simbólica en un entorno dominado por corporaciones globales.

El primero en presentar fue Toby Miller, profesor distinguido y autor de más de 50 libros, quien centró su exposición en dos aspectos que, afirmó, suelen omitirse en políticas públicas y discursos mediáticos: la economía política de la IA y su impacto medioambiental.

El académico señaló que organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han promovido discursos optimistas sobre la IA —como aumentos de productividad, crecimiento económico y mejoras en servicios públicos—, aunque estudios recientes sugieren que sus beneficios reales son limitados.

También destacó que corporaciones como Apple, Microsoft, Amazon, Meta y Google están impulsando un crecimiento sin precedentes en la construcción de centros de datos, financiado incluso por préstamos multimillonarios.

El académico advirtió sobre el alto consumo energético y de agua que requieren estos centros, comparando su gasto eléctrico con el de países enteros y documentando su expansión en regiones con sequías. Afirmó que los reportes corporativos suelen minimizar sus emisiones reales y señaló tecnologías “antiguas y sucias” usadas en Estados Unidos para sostener esta infraestructura.

Miller subrayó que el uso cotidiano de herramientas como ChatGPT multiplica esta demanda de recursos y llamó a visibilizar estas problemáticas ante autoridades y tomadores de decisión. Citó un reciente reportaje del New York Times que documenta afectaciones en comunidades mexicanas —desde suspensión de clases hasta interrupciones médicas— asociadas al consumo energético de los centros de datos.

El segundo ponente Juan Piñón, profesor asociado del Departamento de Medios, Cultura y Comunicación de la Universidad de Nueva York, planteó una pregunta derivada del título del panel:”¿qué resistencia es posible ante el dominio de las plataformas?”.

Piñón expuso que su experiencia se centra en el análisis de la televisión y la ficción latinoamericana. Explicó que las producciones televisivas requieren inversiones elevadas, lo cual limita quién puede realizarlas y qué tipo de narrativas alcanzan visibilidad.

A partir de un estudio sobre los diez títulos más vistos en televisión abierta en Estados Unidos —similares a los consumidos en México—, señaló patrones persistentes: “protagonistas mayoritariamente blancos, el 90% del elenco principal con esa misma característica”, tanto en personajes secundarios o villanos.

El investigador apuntó que estas narrativas “reproducen dinámicas meritocráticas y aspiracionales vinculadas a modelos publicitarios, lo que tiene un impacto profundo y sostenido en la región”. Pese a denuncias históricas, explicó,”la televisión abierta mantiene representaciones hegemónicas donde la blanquitud y las clases acomodadas ocupan el centro de los relatos”.

Posteriormente, el investigador abordó los efectos de la llegada del streaming que transformó la ecología mediática al fusionar corporaciones de medios, telecomunicaciones y plataformas digitales. Señaló que empresas como Google y Facebook funcionan como infraestructura global, con un poder comparable al manejo de servicios esenciales como electricidad o agua.

Esta concentración, añadió, reconfigura la producción audiovisual y establece un modelo en el que solo unas pocas compañías pueden sostener los elevados costos del ecosistema digital.

¿Qué hacer ante este adverso panorama? Aunque en sus planteamientos, ambos académicos mostraron un escenario adverso, también señalaron que la capacidad de resistencia para las audiencias-usuarios-ciudadanos de América Latina reside en las propias matrices culturales que nos distinguen como región, pues es ahí donde podemos oponernos no sólo al imperialismo cultural sino también a la visión extractivista que nos quiere dar “inteligencia artificial” a costa del agua y electricidad de nuestros territorios.

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Darwin Franco
Darwin Franco
Me encanta hacer periodismo y contar con dignidad las historias de quienes confían en mi trabajo. Disfruto ser profesor y aprender de mis alumnas, alumnos y alumnes. Creo que el periodismo es una potente herramienta de paz y esperanza.

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