Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
Antes de concluir el mes de noviembre, Alejandro Gertz Manero presentó su renuncia como Fiscal General de la República (FGR). La razón aparente es que será nombrado embajador en un “país amigo”. La renuncia fue aceptada por mayoría en el Senado de la República a pesar de que todavía le faltaban tres años para concluir con este cargo.
Frente al puesto vacante, la consejera jurídica de la presidencia, Ernestina Godoy Ramos es la encargada de Despacho mientras el Congreso de la Unión vuelve a nombrar a un nuevo titular de la FGR.
Hay que decir que Gertz Manero fue el primer fiscal supuestamente autónomo de México, ya que asumió el cargo luego de varias reformas constitucionales que le dieron este estatus a esta dependencia en el año de 2019, es decir, le tocó coincidir en este encargo durante casi todo el mandato de Andrés Manuel López Obrador. La gestión de Alejandro Gertz fue por demás controversial, pero uno de los datos más relevantes, es que a pesar de que la FGR ya es autónoma, los niveles de impunidad persistieron.
En la actualidad Índice Mundial de Impunidad colocó a México como uno de los 15 países donde este problema está más presente, para la organización Impunidad Cero, en México el porcentaje de delitos que se quedan impunes es el 90%. Tampoco en la gestión de este funcionario se dieron a conocer la resolución casos paradigmáticos que resolvieran un agravio importante para la sociedad mexicana y no se implementaron procesos de reingeniería organizacional que dieran como resultados logros que antes no se habían tenido. En este caso parece que aplica el viejo adagio de que “se cambió todo, para que nada cambiara”.
Algunas reflexiones que nos deja este asunto son las siguientes:
- Como en antaño, cuando un funcionario público empieza a tener roces políticos, pero no se puede admitir que lo hace mal, vuelven a aparecer estas viejas fórmulas de otorgarle una embajada en un país “amigo”. Parece que el cambio de Gertz Manero responde a estas antiguas prácticas.
- Los cambios estructurales que se hicieron a la Fiscalía para otorgarle una supuesta autonomía no dieron resultados en estos seis años, ya que los niveles de impunidad en los delitos permanecieron prácticamente intactos. La apuesta de muchos grupos de derechos humanos parece que falló, pero más bien habría que analizar si la autonomía era sólo formal, pero no de facto.
- Si efectivamente Ernestina Godoy Ramos llega a pasar de encargada de despacho para ser la nueva Fiscal General de la República, su extremada cercanía política con la presidenta Claudia Sheinbaum, volvería a poner en entredicho la autonomía de esta dependencia, a pesar de tener antecedentes y experiencia en este tipo de responsabilidades.
- Como Morena y sus aliados cuentan con la mayoría calificada en ambas cámaras (diputados y senadores) se anticipa que la elección de la nueva Fiscalía será un mero trámite sin la debida discusión y sobre todo sin hacer una análisis concienzudo de la gestión del anterior Fiscal. Hasta el lunes pasado se habían colocado 43 aspirantes para ocupar este cargo, y se prevé que en esta misma semana la presidenta Claudia Sheinbaum presente una terna.
Este asunto no es menor, ya que se juega el destino de una de las instituciones más importantes del país en materia de seguridad y justicia. La crisis que vivimos desde hace muchos años en esta agenda, amerita un proceso muy serio de debate, que nos permita avanzar en bajar los graves niveles de impunidad que persisten y que hasta ahora simplemente no descienden. Habrá que estar atentos.
Posdata
Quedó finiquitado el Instituto de Transparencia del estado de Jalisco (ITEI), aunque esta dependencia quedó a deber en los últimos años, es cierto que su extinción representa una pérdida en la posibilidad de garantizar el derecho a la información y la rendición de cuentas en el estado. Esperemos que haya mecanismos que de ahora en adelante nos sirvan para mantener estos derechos vigentes.
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