#FIL2025
La periodista Sandra Romandía presentó en la FIL 2025 su libro: “Testigos del horror. La verdad que quiso ocultar el rancho Izaguirre”, el cual reúne testimonios del horror vivido en este campo de exterminio. Un caso que, una vez más, colocó a Jalisco como el epicentro de las desapariciones en México.
Por Leslie Zepeda / @lesszep2
El 5 marzo de 2025, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco que integra a familias de personas desaparecidas dio a conocer los horrores que ocurrieron en Teuchitlán. Se trataba del Rancho Izaguirre, lugar al que llegó la periodista Sandra Romandía para darle difusión al hecho.
A partir de ahí, Romandía trabajó en redactar su libro: “Testigos del horror. La verdad que quiso ocultar el rancho Izaguirre”, el cual presentó en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025. En la mesa de diálogo estuvieron como invitados el también periodista Óscar Balderas, quien incentivó el diálogo y cuestionó el proceso que realizó la escritora.
Sandra Romandía aprovechó el espacio para resaltar la falta de foco en la labor periodística que desempeñan aquellas y aquellos que se dedican a investigar, narrar, acompañar historias de la profunda violencia que se vive en México:
“Hacer este trabajo es el que más me ha costado como periodista, procesarlo internamente y encontrar la manera de contarlo Primero me tuvo que doler muchísimo a mí. Un periodista no suele hablar de esto. La verdad que fue una tarea ardua, aquí también en mi editorial me apoyó muchísimo. Primero el camino emocional y después ya el camino metodológico periodístico”.
La periodista y escritora contó la importancia de cuidar el tratamiento periodístico al ser consciente de trabajar con los testimonios de familias buscadoras, quienes en México no sólo enfrentan la violencia del crimen organizado, sino, además la violencia institucional por parte del gobierno.
De alguna manera, comentó, las familias tienen la necesidad de visibilizar los casos de sus seres queridos, pero también por verbalizar, expresar, compartir lo que padecen y sobrellevan día con día en este país.
“Hacer este libro fue un camino mucho más tortuoso en el sentido emocional por precisamente por eso, porque los testimonios revelaban detalles como queriéndolos escupir para poder sanar todo lo que habían vivido”, destacó.
Además, Romandía aseguró que buscó darle un tratamiento a su libro que fuera ético, respetuoso con sus lectores y principalmente con las familias. Que al abrir su libro no sólo hallaran sufrimiento sino un empuje a movilizarse, a politizar la lucha de las y los desaparecidos como propia: “Encontrar el equilibrio entre cómo no ofrecer un camino de sufrimiento en el lector innecesario, pero cómo también sorprender para movilizarnos”, enfatizó.
Por ese motivo, decidió omitir ciertos fragmentos de las historias, cuidar muchas de las escenas con el objetivo importante de no perderle el respeto a las familias de personas desaparecidas. Durante la presentación, se disculpó por narrar actos de tortura inimaginables, pero mencionó ser su responsabilidad como periodista.
“No es normal vivir en un estado donde hay más de 15 mil desaparecidos. No es normal vivir en un país con más de 130 mil desaparecidos Creo que al final intenté eso, respetar a las víctimas, respetar a todos los a los seres queridos de las personas que no encuentran a sus familiares, pero también respetar al valor que tuvieron de hablar y decir lo que vivieron”.
Para la periodista es fundamental no dejar de sorprendernos ante el horror, ser siempre conscientes de que los niveles de violencia que atraviesa el país no son normales, no tienen porqué ser cotidianos aunque los escuchemos todo el tiempo. Por ejemplo, el caso de una de las madres que entrevistó para su libro. Una madre a la que le entregaron su hijo Pablo hace apenas unas semanas después de años de búsqueda, cuando su cuerpo se encontraba en la semefo desde mes y medio después de su desaparición. No conformes le entregaron fragmentos de restos de otras personas.
“Cada palabra les costaba, porque sé que cada detalle que probablemente no lo querían recordar, lo recordaron, porque ellos piensan, ellas y ellos, los testimonios que va a cambiar algo y que de alguna manera pueden salvar a quienes todavía estén cautivos por el crimen organizado”, contó la periodista.
Por último, Sandra Romandía hizo énfasis en que este no es un caso aislado, para ella México está lleno de estos campos de exterminio, ranchos donde se priva de la libertad a las personas y fosas clandestinas que las autoridades no tienen la menor intención por investigar. Espera que su libro sea un motivante para buscar respuestas y exigir a los diferentes gobiernos que cumplan con su responsabilidad ante esta crisis de desapariciones.
“Actualmente esto no está pasando en ningún país del mundo. Cómo estamos viviendo en la vorágine se nos olvida que esto no es normal”.
